La empresa aeronáutica tiene a más de 700 unidades de sus aviones aterrizados y la fabricación detenida, luego de dos accidentes fatales que encendieron las alarmas del mundo de la aviación: ¿Qué sucedió realmente?
En octubre de 2018, un avión Boeing 737 MAX cayó en Indonesia a poco del despegue. Murieron las 189 personas a bordo. La compañía estadounidense le echó la culpa al piloto.
Pero en marzo del año pasado, otro 737 MAX se estrelló en Etiopía, con la muerte consecuente de 157 personas. Allí, un informe probó que detrás de los dos accidentes había una falla en el avión.
Eso desencadenó una investigación del Congreso de Estados Unidos y la prohibición internacional de vuelo al modelo de Boeing. 387 aviones quedaron aterrizados, cuando el mismo modelo de negocio de la industria aeronáutica necesita que los vehículos estén en vuelo el mayor tiempo posible. Se suman las 400 unidades que Boeing tiene trancadas en sus fábricas, esperando poder entregarlas a los compradores.
En diciembre, Boeing removió a su CEO, y aunque trabaja para reparar los daños, se calcula que está sufriendo pérdidas del entorno de los 20 mil millones de dólares. Este enero, la empresa decidió frenar la fabricación del modelo, una decisión sin precedentes.
¿Qué provocó los accidentes de Indonesia y Etiopía? Y, en tiempos en que los vuelos se han hecho más accesibles y donde viajar es casi moneda corriente: ¿qué significa esto para los pasajeros?
En Perspectiva profundizó en el caso con Fernando Zás, piloto retirado que se desempeñó durante casi 30 años en Pluna y luego en Copa Airlines.
***
Links relacionados
Columnas de Fernando Zás en el Portal de América
Foto: Modelo de avión Boeing 737 MAX. Crédito: Wikimedia Commons