El presidente Tabaré Vázquez, hizo suyo el pedido de la directora de Secundaria, Celsa Puente, y también exhortó a los padres a que envíen a sus hijos a los liceos pese a los paros docentes que estaban convocados. En diálogo con En Perspectiva, Puente dijo que su intención fue informarle a los padres preocupados, que el 70 % de los profesores de Montevideo estaba dando clase.
“¿Son papás que no son sensibles, son antidemocráticos, o son papás ciudadanos que están velando por la oportunidad de tener una educación pública y la necesidad de que sus hijos hagan los procesos que tienen que hacer en los tiempos que corresponden?”, se preguntó Puente.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 30.09.2015, hora 7.49
EMILIANO COTELO (EC) — Hablando desde Nueva York, el presidente Tabaré Vázquez buscó ayer apoyo en los padres para enfrentar las nuevas derivaciones del conflicto en la educación pública. Concretamente, instó a los padres a enviar a sus hijos a estudiar aunque haya paros convocados por los sindicatos..
Lo hizo cuando se cumplía un nuevo paro convocado por la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria de Montevideo [ADES], en protesta por las actuaciones judiciales contra varios de los participantes en los incidentes del martes de la semana pasada frente al edificio del Consejo Directivo Central [Codicen, de la Administración Nacional de Educación Pública, ANEP].
En realidad quien había liderado esta exhortación había sido, temprano, la presidenta del Consejo de Educación Secundaria [CES], Celsa Puente, a través de su cuenta de Twitter. El mensaje decía: “El 70 % de los profesores de Montevideo van a las aulas, no así los alumnos. Familias: manden a sus hijos a clase”.
Un rato después que la profesora Puente, el Codicen también salió a convocar a las familias a que manden a sus hijos a los centros de estudio a pesar de las medidas gremiales en curso.
Estos dichos, sobre todo los del presidente Vázquez, generaron molestia en los sindicatos de la educación y también en el propio PIT-CNT, que horas antes había advertido sobre la posibilidad de grandes movilizaciones llevando a miles de trabajadores a protestar en las calles en reclamo del 6 % del PBI [Producto Bruto Interno] para la educación pública (o, más precisamente, para la ANEP y la Universidad de la República).
Quien habló en nombre del PIT-CNT ayer fue su presidente, Fernando Pereira, quien declaró a El País que lo dicho por Vázquez “no contribuye al clima” de tolerancia que debe existir entre docentes, padres y autoridades, y añadió: “Si se rompen los puentes, es difícil reconstituirlos”. Según Pereira, el presidente “tiene derecho” a hacer la exhortación, pero “no se debe subestimar” el apoyo de los padres de escolares y liceales a las medidas que han tomado los sindicatos”.
Para el presidente del PIT-CNT, “hemos pasado todo el tiempo hablando de la esencialidad, de la ocupación del Codicen y no del tema central, que son los recursos necesarios para la educación”. En este sentido, señaló que el presupuesto previsto para la educación pública “está muy por debajo” de lo que se requiere y sostuvo que se debe seguir buscando llegar a dotarla del equivalente al 6 % del PBI. Además, agregó que nunca en 30 años de militancia había visto que se “judicializara” tanto la actividad gremial, la protesta social. “Hay que construir discursos de tolerancia para que los cursos puedan volver a la normalidad”, agregó. “Los descuentos para quienes pararon son importantes. Con ese salario viven. No los coloquemos como victimarios. Todos debemos ser responsables”, advirtió. Pidió que no se estire el conflicto y que tampoco se tomen “atajos” para resolverlo.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Vamos a profundizar en este tema, estamos en línea con la directora del CES, la profesora Celsa Puente.
EC —…Usted vino a precipitar una polvareda ayer con ese tuit que redactó tan temprano…
CELSA PUENTE (CP) —Bueno, la verdad es que no era mi intención, mi intención nunca va a ser la del antagonismo o la batalla, mi intención en este estado de situación es un poco poner en juego lo importante que son los jóvenes, un año lectivo que ya está avanzado, que tiene un tramo final por delante que es esencial que sea aprovechado para que se cumplan los objetivos básicos. La verdad que, con todo el respeto que siempre le he tenido a los trabajadores y a su capacidad y derecho de expresar sus disgustos, yo sigo insistiendo en que no puede ser la interrupción del vínculo educativo la única forma de llamar la atención acerca de lo que se reclama, por los efectos brutales que tiene en las historias de desarrollo de los años lectivos. No tuve intención de generar polvareda, sí quise dejar muy claro que hay una realidad que puede ser descrita por los números, 70 % de los profesores hoy están yendo a los liceos y las familias no están mandando a los jóvenes porque creen que no hay clase, y clase puede haber porque hay una cantidad suficiente de profesores que están yendo [a trabajar] y pueden dar clases.
RA —¿Qué dice concretamente respecto a las declaraciones de Pereira, quien dice que esta exhortación que hicieron tanto usted como Vázquez no contribuye al clima y hace esta especie de advertencia señalando que “Si se rompen los puentes, es difícil reconstruirlos”?
CP —Yo estoy de acuerdo con Pereira plenamente, si se rompen los puentes, es difícil reconstruirlos…
RA —¿Y no entiende con esta exhortación de ustedes no se está contribuyendo a eso?
CP —No, yo creo que no, en absoluto. La exhortación que yo particularmente hago y que le agradezco al presidente de la República que la tomara también como suya, porque creo que estamos muy alineados en esto, parte de la descripción de la realidad. Nosotros recogemos todos los días un estado de situación, en este caso en los liceos de Montevideo, porque también quiero recordarle a la audiencia que en el resto del país la actividad es bastante normal. Fuera de alguna situación puntual, en general hay una distancia significativa entre cómo se sostiene el ritmo de desarrollo del trabajo en el resto de los departamentos con respecto a Montevideo.
EC —Sí, usted alude además a lo que son estas medidas de paro que se han tomado más veces por parte de ADES-Montevideo que por parte de la Federación Nacional de Profesores.
PC —Eso, Emiliano, me parece que es clave resaltarlo. Entonces, desde una descripción, una evidencia que se recoge todos los días en Secundaria, se advierte que hoy en Montevideo, a pesar de las medidas de paro, está concurriendo el 70 % [a trabajar]. Cuando uno dice ¿por qué no hay tantas horas de clase dadas?, la respuesta es: porque los que no van son los alumnos.
La pregunta es: las familias, ¿saben que está yendo el 70 % de los profesores? No es para pelear, para destituir el lugar valioso del trabajador ni de nadie en particular, y no es en absoluto, en absoluto, un ejercicio que pueda de alguna manera pensarse como un acto de intolerancia.
Yo lo que digo es: acá hay una tensión entre el derecho de los trabajadores y un presupuesto que todos queremos que sea el mejor posible, porque lo necesitamos para mirar la perspectiva de los años por venir generando prácticas de buena calidad. Y también hay una generación de jóvenes que está cursando su año lectivo y que necesita de unos tiempos compartidos con los adultos docentes para hacerse de los aprendizajes y desarrollar procesos humanos para poder mirar el futuro educativo con capacidad de éxito.
EC —Lo que usted señala es muy claro, pero desde el PIT-CNT con estas declaraciones de Pereira se pone el acento por otro lado: se habla de la posibilidad de que los padres estén solidarizándose con la medida gremial dispuesta por ADES. “No se debe subestimar” el apoyo de los padres de escolares y liceales a las medidas que han tomado los sindicatos, dice Pereira.
CP —Y bueno, habrá una porción de padres que sí lo haga, pero yo quiero decirles que hay una porción de padres que probablemente no sepa que hay una cantidad de docentes que están yendo [a trabajar]. De hecho ayer tuve muchas devoluciones con respecto a esto que planteé, nosotros recibimos en forma constante tanto en Inspección de Secundaria como en la propia Dirección General llamadas de papás preocupados preguntando, como es natural, cuándo se retoman las clases. Ahora, estos papás, ¿son papás que no son sensibles, son antidemocráticos, o son papás ciudadanos que están velando por la oportunidad de tener una educación pública y la necesidad de que sus hijos hagan los procesos que tienen que hacer en los tiempos que corresponden?
Yo vuelvo siempre a lo mismo: a mí me parecen valiosas las luchas, me parece muy importante, yo también quiero un buen presupuesto para la educación, pero creo que hay otras formas de presentar los disgustos o las insatisfacciones, no solamente el paro.
RA —Se llevan en total 29 días de clases perdidos en Montevideo por los paros.
CP —En Montevideo, sí.
RA —En la capital, por las medidas de ADES-Montevideo. La pregunta que usted decía que se hacen los padres, y que nos hacemos todos, es qué va a pasar con esa recuperación de clases. ¿Tienen concretamente un plan establecido ya en Secundaria de cómo se van a recuperar esos días?
CP —Va a pasar lo que tiene que pasar dentro de lo que es realista. Nosotros ya tenemos un fin de curso lo más tardío posible. La gente tiene que saber que en el caso de Secundaria hay una parte del mes de diciembre que necesariamente tenemos que usar para hacer las reuniones de evaluación final, para tomar exámenes, para hacer los cierres administrativos… Enero es un mes de receso completo en la educación.
Extendemos las clases el mayor tiempo posible, convocamos a los docentes a hacer un uso óptimo de los tiempos, incluso hemos planteado -y parece que también ha sido motivo de polémica- que los liceos donde no hay clases los sábados si algún profesor desea convocar a los jóvenes…, si hay otros tiempos de los que no nos demos cuenta, hasta estaríamos dispuestos a pagar tiempos extra para reponer…
EC —Pero de sus propias palabras se desprende que no se va a poder recuperar todo lo que se ha perdido.
CP —Pero, Emiliano, todo lo que se ha perdido, nosotros no podemos tener tampoco a los chiquilines las 24 horas del día, vamos a ser realistas todos juntos.
EC —Pero entonces hay un impacto que va a quedar marcado.
CP —Hay un impacto, la exhortación también se relaciona con este tiempo que se dilata y que va generando motivos, uno atrás del otro, para justificar esa dilatación.
EC —Y lo otro, porque estamos hablando de impacto en horas de clase pero hay otra parte de las consecuencias que es la deserción. De eso hablaba hasta el propio presidente del Codicen, ¿ustedes han podido medir qué ha pasado en cuanto a alumnos de Secundaria que debido a toda esta inestabilidad e incertidumbre abandonan?
CP —En el caso de Montevideo no podríamos todavía medirlo porque lamentablemente no ha habido un retorno estable que me permita hacer una medición de ese tenor.
EC —No ha habido retorno estable.
CP —Estable, porque yo sé que usted abandonó la radio cuando pasa una determinada cantidad de programas durante los cuales usted no fue, pero tiene que haber días de pasar esos programas, ¿me explico?
EC —Sí. ¿Ustedes están siguiendo de cerca a esos alumnos para tratar de que terminen regresando?
CP —Nosotros siempre estamos atentos a eso porque esa es una de las grandes dificultades que tenemos en Secundaria, yo lo vivo exponiendo: Secundaria tiene un acceso a la matriculación que es cuasi universal y tiene dificultades para sostener la permanencia. Siempre estamos trabajando para eso, no hemos dejado de trabajar nunca y aun en este año, que tuvo sus complejidades, hemos luchado para no interrumpir nuestra tarea, que se relaciona no solo con recoger evidencia empírica sino también con una mirada de futuro hacia un diseño de lo educativo que nos permita convocar y retener a los jóvenes. De ahí toda una batería de acciones que empezamos a implementar desde 2016 con la esperanza de que nos permita dar una mejor respuesta y conmover las estructuras de los funcionamientos liceales para que sean verdaderos lugares hospitalarios que reciban al otro como un espacio para que pueda crecer.
No tengo hoy datos de Montevideo, yo lo que digo es que acá hay como dos países, hay un interior que tiene un ritmo, que será variado porque cada departamento tiene sus características propias, y después hay una realidad en Montevideo que impresiona como un poco estancada pero ante la cual los propios docentes están respondiendo porque un 70 % de concurrencia a las aulas es un número lo suficientemente grande como para decirle a los papás: anímense a mandar a sus hijos porque es probable que algunas asignaturas no tengan pero otras sí van a tener, y hay tiempos que aún es posible sostener.
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Transcripción: Andrea Martínez