El domingo entró en vigor la obligación de inscribir a los perros en el Registro Nacional de Animales de Compañía, colocándoles un chip subcutáneo. Con esta medida el Gobierno busca disminuir la superpoblación de canes y los riesgos asociados a ella, como mordeduras, accidentes de tránsito o trasmisión de enfermedades.
Pero… ¿qué eficacia puede tener el mecanismo? En la entrevista central de esta mañana lo conversamos con el gerente de la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (COTRYBA), Julio Pintos.
¿Usted ya pasó por la veterinaria a colocarle el chip a su perro?
Desde el domingo rige la obligación de implantar uno de estos dispositivos identificatorios a los perros que haya en el hogar, una medida con la que el Estado busca disminuir la superpoblación de canes y los riesgos asociados a ella.
El mecanismo del chip, sin embargo, ha generado un debate entre quienes lo ven cómo una forma eficaz de responsabilizar a los dueños por la tenencia de los animales y quienes lo consideran una suerte de “impuesto” con afán recaudatorio.
Sobre este asunto dialogamos esta mañana con Julio Pintos, gerente de la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal, Julio Pintos.