Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS
Del paquete de medidas que anunció el martes el gobierno para enfrentar el agravamiento de la pandemia, una de las que más sorprendió fue el cierre de los complejos termales en Semana de Turismo.
Según explicó el presidente Lacalle Pou, la decisión se adoptó “a requerimiento” de los intendentes de Salto y Paysandú, preocupados por la evolución de la situación sanitaria en sus departamentos
Pero la clausura, resuelta pocas horas antes del feriado, implicaba un golpe muy fuerte para los hoteles del sector, que tenían altos niveles de reserva, incluso en el tope del aforo permitido, lo que les permitía avanzar en la recuperación, después de las pérdidas que experimentaron el año pasado.
Por esa razón las empresas plantearon su discrepancia, recordaron que vienen operando con protocolos sanitarios estrictos, destacaron que no han sufrido brotes de contagios desde la reapertura en julio pasado y se preguntaron por qué, en la misma semana, seguirá habilitada la actividad de la hotelería en todo el resto del territorio nacional.
Anoche, el Poder Ejecutivo aclaró que este tipo de decisiones son, en definitiva, una responsabilidad de las intendencias. Y las autoridades del Ministerio de Turismo se alinearon, de hecho, con el reclamo de los hoteles termales
¿Cómo se va a manejar este diferendo que quedó planteado?
Lo conversamos esta mañana En Perspectiva con el intendente de Salto, Andrés Lima. Con él vamos a analizar además cuál es la situación en ese departamento y cómo viene la relación entre esa comuna y el Poder Ejecutivo.