En Francia, la luna de miel de Emmanuel Macron comienza a darse de lleno contra la realidad. Empiezan a quedar en la historia su sorpresivo triunfo electoral y la onda de simpatía que generó en el mundo con sus primeras apariciones y su discurso renovador. Las primeras pruebas que miden el temple del joven político están a la vuelta de la esquina. El gran proyecto del novel mandatario es la reforma de las relaciones del mercado laboral.
¿Qué está pasando en Francia? ¿Cómo vienen procesando los franceses la gestión de su presidente? En nuestra entrevista central dialogamos con el doctor en Filosofía e historiador Rafael Mandressi, corresponsal de En Perspectiva en París.
Cuando el mundo entero buscaba explicaciones para el triunfo del empresario Donald Trump en las elecciones estadounidenses y se recuperaba del shock, Emmanuel Macron sorprendió ganando las presidenciales en Francia. El país cuna de los principios que rigen el mundo occidental dejaba a un lado los viejos partidos y políticos tradicionales e innovaba con una propuesta electoral y política fresca y poco cargada de la vieja ideología del siglo XX.
En sus primeros meses Macron desplegó una personalidad diferente, firme, novedosa. Un aire fresco soplaba en la vieja Europa. Importantes gestos diplomáticos, discursos pro europeos, y hasta la invitación a científicos a seguir investigando contra el cambio climático y a favor del medio ambiente llevaron a Macron a ser la antítesis de su homólogo del otro lado del Atlántico, en Estados Unidos.