El vocero de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Mario Lubetkin, contó a En Perspectiva, detalles del Foro Internacional de Ministros de Agricultura que se llevó a cabo en Milán, y de la 39ª conferencia de la FAO, que comenzará mañana en Roma. En ambos eventos Uruguay está siendo representado por el Ministro Tabaré Aguerre. Lubetkin aseguró que en la cumbre de la FAO se discutirán las maneras sustentables de aumentar la producción alimenticia pare erradicar el hambre en el mundo, cómo mejorar el aprovechamiento de los alimentos, y cómo disminuir los índices de sobrepeso en la población mundial.
EMILIANO COTELO:
En Italia, en ocasión de la Expo Milán, entre ayer y hoy se está llevando a cabo el Foro Internacional de Ministros de Agricultura, organizado por el gobierno de ese país.
Participan representantes de más de 50 naciones, entre ellos el ministro uruguayo, Tabaré Aguerre, para abordar cuestiones como el papel de la agricultura en el desarrollo alimentario.
Pero si hablamos justamente de alimentos este no es el único acontecimiento que se está preparando: a partir de mañana y hasta el 13 de junio se llevará a cabo la 39ª conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO].
¿Qué es toda esta combinación? ¿Qué novedades surgen? Vamos a conversarlo con Mario Lubetkin, quien fue durante años nuestro colaborador en Roma, pero desde el año pasado se desempeña como director de Comunicaciones y vocero de la propia FAO, así que vamos a conversar con él desde esa posición.
ROMINA ANDRIOLI:
¿Qué es concretamente lo que está pasando en esta reunión de ministros de Agricultura en Milán, qué es lo que está planteado?
MARIO LUBETKIN:
La reunión de ministros de Agricultura de Milán tiene por base entender cuál va a ser la contribución de la agricultura en relación a los resultados de esta exposición universal tan bonita que se está desarrollando en Milán. La exposición de Milán temáticamente se refiere a la alimentación y el futuro de la alimentación en el mundo, por lo tanto el gobierno italiano convocó a los ministros de Agricultura para reflexionar sobre este tema y entender cuál es el escenario futuro del mundo a nivel agrícola y alimenticio. Por eso se han reunido más de 50 ministros de Agricultura, entre los cuales está Tabaré Aguerre, y está también aquí el comisario del pabellón uruguayo, Antonio Carámbula.
RA – Nosotros ya hemos hablado en otras oportunidades de esta expo Milán, pero quizás vale la pena que nos profundices un poco más en qué es lo que se está viendo allí.
ML – Lo que se está viendo es la versión de los países en relación a cómo ven el futuro de la humanidad y el de la alimentación, tanto en los grandes pabellones como los que se concentran en áreas temáticas y no en países, el de café, los de cereales, los de diferentes condimentos, etcétera, en el cual cada uno de los países expone sus capacidades productivas y su visión de hacia dónde van la agricultura y el escenario alimenticio internacional.
Pongamos un caso, el de Uruguay. El otro día participé en una exposición del ministro Aguerre en la cual él explicó cómo Uruguay veía todo el proceso agro inteligencia, la inteligencia en el sector agrícola, dándole particular importancia a cosas en las que Uruguay está en el liderazgo internacional, como es la trazabilidad de la ganadería, que es un hecho muy interesante, muy novedoso y muy bien visto en el contexto internacional, y ahora en la trazabilidad de los suelos. Este es el Año Internacional de los Suelos de Naciones Unidas y la idea que Uruguay está impulsando es seguir con la trazabilidad, o sea: seguir el desarrollo de los suelos con su historia para entender qué pasó, dónde está y hacia dónde va es tomado de una forma muy atenta por parte de muchos países.
RA –Esta es solo una de las reuniones que están planteadas allí en Milán, porque mañana ya comienza la reunión convocada por la FAO.
ML – Son dos cosas distintas: el gobierno italiano hizo coincidir en Milán, en el marco de la Expo Milán, a varios de los ministros que se van a trasladar en apenas dos horas en un tren especial hacia Roma para asistir mañana a la apertura de la conferencia de la FAO que dura una semana. Está prevista la llegada de figuras de primerísimo nivel. Están confirmados más de 14 jefes de Estado, más de 130 ministros de alimentación, Economía, Relaciones Exteriores y Agricultura, entre los presidentes confirmados están el de Italia [Sergio Mattarella], la de Chile, Michelle Bachelet, el de Venezuela, Nicolás Maduro, el de México, Enrique Peña, y también de muchos países africanos. No hay duda de que todo el tema de la seguridad alimenticia se ha transformado en un tema muy importante de agenda global, tanto desde el punto de vista económico como del social, para la propia sostenibilidad de los países pensando en el futuro.
RA – ¿Cuáles son los temas que van a tener arriba de la mesa para discutir las autoridades de los distintos países?
ML – El principal problema es justamente este: entender dónde estamos y hacia dónde vamos. Un informe de la FAO que salió hace apenas unas semanas mostró que en este momento hay un poquito menos de 800 millones de personas que tienen problemas de nutrición y hambre. Esa es una realidad que sigue siendo muy grave porque genera inestabilidad en los países, particularmente en los africanos, ese es el elemento negativo. El positivo es que se está en un proceso de reducción del hambre en el mundo, contrariamente a la percepción que se da a veces, porque se parte de la base de que en 1990 había más de 1.000 millones de personas que pasaban hambre y ahora estamos en poco menos de 800 millones. O sea: en apenas 20 y poquitos años se ha reducido más de 200 millones de personas que han salido del escenario de hambre y desnutrición.
La primera pregunta que está en la reflexión es cómo pasar de la fase de reducción del hambre a una de eliminación del hambre en el mundo, y la pregunta es si es posible llegar a la eliminación del hambre. Una de las conclusiones a las que se está llegando es que con políticas públicas y financiaciones presupuestales adecuadas, es posible eliminar el hambre en el mundo, cosa que en los últimos años no ha estado planteada.
Al mismo tiempo, entender los otros componentes de este proceso. Podría decir una de ellas: todo lo que es el desperdicio alimenticio, cómo el desperdicio de alimentos en todo el mundo afecta a la economía internacional y a la de los países, y que si se lograra reducir mejorarían sustancialmente la economía de los países y el proceso alimenticio a nivel internacional. Otro aspecto podría ser el tema de la gente que hoy tiene sobrepeso, que se alimenta mal, que se ha transformado en uno de los principales problemas, porque ya no se trata solo de comer sino de comer bien, se han pegado esos dos elementos en una sola reflexión. Fijate que en este momento hay 500 millones de personas que tienen sobrepeso, lo que genera problemas objetivos de salud y si tu pensás que son 800 millones las personas que pasan hambre estamos hablando de que no comer o mal comer están comenzando a tener números muy altos en relación a la sostenibilidad futura. Esto tiene que ver con la salud pública, con la inversión de los gobiernos en salud, con la economía y así con los diferentes aspectos de la vida diaria de cada uno de nosotros.
RA – Así que van a tener varios elementos sobre la mesa y bastante para discutir, imagino.
ML – Y, por cierto, temas centrales, porque esto tiene que ver con la vida diaria de todos nosotros. Lo que está en discusión es hacia dónde se va con la vida diaria de todos nosotros. Pongamos un caso: la población mundial hoy es de 7.000 millones de personas, pero se plantea que en 2050 sea de 9.000 millones de personas, esto determina la necesidad de aumentar la producción alimenticia en 60%, ¿será posible o en 2050 va a haber graves escenarios de dificultades de producción alimenticia? Son temas que se plantean ahora porque son temas en perspectiva que hay que empezar a construir ahora para generar la sostenibilidad futura.
El otro elemento es cómo generar producción con sostenibilidad, cómo no destruir la tierra en función de la desesperación por producir alimentos. No es el caso de Uruguay, o mejor dicho, según decía el ministro de Agricultura, es la responsabilidad de Uruguay, frente a la capacidad de poder alimentar 50 millones de personas, posicionarse a nivel internacional para poder mantener o aumentar el nivel productivo alimenticio para tener un rol a nivel internacional en el momento en el que se van a necesitar más alimentos, y por lo tanto un posicionamiento más fuerte en el escenario económico internacional. No lo estamos planteando en muchos años sino en 2050, es mañana.