Entrevistas

Tabaré Viera (Espacio Abierto): El Partido Colorado llegó a tener un discurso “mucho más herrerista que batllista”

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El diputado Tabaré Viera presentó un nuevo sector dentro del Partido Colorado (PC): Espacio Abierto. En entrevista con En Perspectiva indicó que este sector busca “volver a tener sintonía y contacto con la gente” y nace de la necesidad de cambiar “estructuras que han tenido el resultado que han tenido”.

EN PERSPECTIVA

Jueves 25 de junio, hora 8.13.

EMILIANO COTELO:
¿Alguien tiene que “pegar el grito” en el Partido Colorado (PC)?

Este martes, el diputado Tabaré Viera presentó Espacio Abierto, una nueva agrupación que también reúne al intendente reelecto de Rivera, Marne Osorio, y al diputado por Montevideo Conrado Rodríguez. De ese modo termina de concretarse su alejamiento de Propuesta Batllista (ProBa), el sector que Viera había creado en 2009 junto con el senador José Amorín.

¿Cómo hay que leer este movimiento? ¿En qué medida implica una novedad para la oferta del sistema electoral uruguayo?

Vamos a conversarlo con el propio diputado Tabaré Viera.

En primer lugar, ¿cuáles son las aspiraciones de este nuevo espacio que está dando ahora los primeros pasos?

TABARÉ VIERA:
Esto es una propuesta, una invitación a conformar un espacio político, como su nombre lo dice. Por eso no encontramos mejor nombre, por ahora por lo menos, que Espacio Abierto. Lo que hicimos el martes 23 no fue un acto fundacional, fue una presentación y una invitación a una convocatoria a construir juntos este espacio. Nace de la preocupación, lógica, que reina entre los militantes y los dirigentes del PC por los últimos resultados electorales del partido. Preocupación que además en estos últimos tiempos, después de la elección departamental, pasa a ser también un poco de desconcierto de mucha gente que nos ha venido a ver, que nos comenta, que nos interpela. Entonces a la luz de esos resultados, y pensando en que en la próxima elección, a pesar de que falta mucho, el partido no puede presentar la misma oferta que ha presentado en las últimas dos elecciones, es que decimos que hay que generar el espacio necesario para que surjan nuevos liderazgos, nuevos protagonistas.

EC – Efectivamente se está mirando al próximo ciclo electoral.

TV – Sí…

EC – ¿Eso no contribuye a esa sensación que tiene la gente de que en Uruguay vivimos en campaña, o, mejor dicho, que los dirigentes políticos viven en campaña y se distraen de los asuntos del país?

TV – Está muy bien la pregunta. Esto es una motivación, pero hoy no estamos lanzando una campaña, ni siquiera estamos proclamando candidatos. Estamos planteando, con la debida antelación, el conformar un espacio para que haya nuevos protagonistas en política. En ese sentido a lo que convocamos e invitamos es a conformar el espacio con una propuesta, con un programa. Lo que nos debe unir es justamente la propuesta. Y nos abocamos a trabajar con vistas a un gran encuentro nacional para fin de año, pero para trabajar en eso, en las propuestas, incluso llevado a lenguaje más ciudadano, más popular, porque algo que tenemos que buscar es volver a tener la sintonía, el contacto con la gente que creo que de alguna manera se ha perdido.

EC – Como dije en la introducción, en estos días usted dijo que hasta ahora ha sido muy cauto y no le gusta perder la humildad, pero “alguien tiene que pegar el grito dentro del partido”. Y agregó que en ese sentido se siente “legitimado” para hacerlo. ¿Cuál es el grito ese que hay que pegar?

TV – El grito es abrir la cancha, como se dice popularmente, decir que no podemos seguir con estructuras que ya han tenido los resultados que han tenido, incluso en la última elección nacional cayendo del 17 al 13%, de no lograr tener esa expresión popular que ha sido siempre el PC y particularmente el batllismo históricamente. Por lo tanto hay una especie de… no quiero decir barco sin timón, pero hay cierta desorientación hoy en el partido porque no aparecen los liderazgos en este momento en que el partido está con dificultades. Por eso digo, hay que generar esos nuevos espacios para que puedan venir nuevos protagonistas. Repito, no es una instancia electoral y no estamos proclamando candidatos, estamos generando el lugar donde puedan aparecer esas nuevas figuras. Después vendrán las candidaturas.

EC – Y el punto de partida de ese grito, por lo que usted mismo señalaba recién, es el resultado del PC en las elecciones nacionales de octubre, ese resultado históricamente bajo, de 12,9%, una verdadera debacle. ¿Tienen por lo menos un análisis breve, un punteo de por qué votó tan mal el PC el año pasado?

TV – Sí, estamos en este momento, por iniciativa de quien habla y aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional, en un proceso de autocrítica con un tiempo de presentación de documentos, porque se lo va a hacer por escrito y va a haber una comisión que lo va a analizar. Porque los resultados electorales no son, ni en el triunfo ni en el fracaso, monocausales, es algo muy complejo.

EC – Evidentemente hay algunos elementos.

TV – Hay algunos temas que son claros. Se empieza en el 2004, cuando el partido sale del gobierno tras afrontar una crisis muy importante. Crisis que habría ocurrido igual con cualquier partido en el gobierno, pero siempre los costos políticos los paga el partido de gobierno. Diría que hoy en perspectiva ya está viéndose de otra manera lo que fueron sobre todo la salida y el manejo de esa crisis. Creo que también el partido cometió errores en su dirigencia, cometió errores en su forma de hacer política, en su contacto ciudadano, en sus discursos…

EC – El partido cometió errores ¿cuándo? ¿Antes de la primera derrota ante el Frente Amplio (FA)?

TV – Sí, por supuesto, empezó antes. Netamente hubo un cambio de discurso que nos fue alejando del discurso tradicional batllista.

EC – ¿Cómo fue ese cambio de discurso? ¿Con qué discrepa de aquel cambio de discurso?

TV – En principio se cambió hasta el lenguaje, que tradicionalmente había sido un lenguaje muy popular, hacíamos énfasis en las políticas sociales, que fueron la gran bandera del batllismo toda la vida, para pasar a tener un lenguaje muy técnico, muy elitista, muy economicista…

EC – … ¿liberal, neoliberal? ¿Emplea esos términos?

TV – Bueno, sí… Las etiquetas son complicadas de usar, pero para el entendimiento sí, lo que comúnmente se llama neoliberal. Liberales somos, pero esa etiqueta de neoliberal fue utilizada, sobre todo en algunos tiempos, en toda nuestra América Latina para consignar una idea y algunos partidos, algunos gobiernos y algunas acciones que tendían al libre mercado puro y duro, que evidentemente ha sido un fracaso en el mundo.

EC – ¿Esas ideas ganaron al partido?

TV – Ganaron a buena parte de la interna del partido, por lo menos en su discurso. A una parte importante del partido, no a todos. Entonces ese alejamiento con las actitudes –y también las circunstancias, porque el haber atravesado momentos tan difíciles como la crisis de 2002 ocupó al partido y a los principales dirigentes en el gobierno en temas muy urgentes y muchas veces no funcionaron adecuadamente las estructuras partidarias, que eran el nexo con la sociedad– llevó a que se perdiera aquello de explicarle a la gente, de pensar en acciones políticas que le dieran algunas cosas más alegres y más felices a la población. Creo que se descuidó un poquito eso, el partido tuvo problemas de comunicación, de discurso y también de actitudes.

EC – Ahí usted está analizando al PC de 2004 para atrás.

TV – Sí, diría que desde el 2000 o un poquito antes es notorio que fue cambiando aquel discurso batllista, aquel discurso socialdemócrata.

EC – Pese a que el presidente era batllista, Jorge Batlle.

TV – Y sí, se llama Batlle. Creo que hay batllismo, la sociedad uruguaya está impregnada de batllismo, tanto que algunos otros partidos hoy toman esas banderas y ya nadie niega a Batlle y Ordóñez.

EC – ¿Qué está diciendo? ¿Que Jorge Batlle se alejó del batllismo?

TV – No, no digo Jorge Batlle, yo no pongo nombres. Digo porque en general fue una actitud, que el partido fue resbalando hacia allí y fueron ganando esas ideas neoliberales, llamadas neoliberales –las etiquetas y los encasillamientos habría que discutirlos, incluso lo que es izquierda y lo que es derecha–. Lo que se entiende por neoliberal es un discurso que era a veces mucho más herrerista que batllista, por hablar en términos de la política tradicional uruguaya. Eso fue dejando al partido sin espacios, y los fueron tomando otros.

EC – Pero después de la derrota, después de que el FA se impuso y accedió al gobierno, de ahí en adelante el partido, que obviamente salió muy golpeado, intentó una recuperación con el liderazgo de Pedro Bordaberry. ¿Qué análisis hacen ustedes de lo que vino después, sobre todo del último ciclo electoral? ¿Qué claves hubo que llevaron a esa votación históricamente baja de 12,9%?

TV – Después hubo una esperanza. Porque otro elemento a tener en cuenta, que se suma a la baja votación del PC, es el momento histórico en el que grandes líderes como Jorge Batlle y el doctor Sanguinetti dan un paso al costado y ya no van a ser más candidatos. En Uruguay cada vez que grandes líderes tan importantes, tan fuertes salen de la escena el proceso de renovación tiene sus costos, hay crisis. Generalmente se daban cuando fallecía uno de los grandes, Herrera, Luis Batlle, Wilson Ferreira. Evidentemente ahí también hubo un proceso –proceso que van a pasar algunos partidos, en la próxima elección le va a tocar al FA–, también eso llevó y está llevando dificultosamente a una salida del partido.

Hubo una esperanza con Bordaberry, que lideraba de una manera muy particular. Es un dirigente muy particular, es una persona muy trabajadora, con muchas cosas que destacar y buenas, pero también con una forma de liderazgo bastante particular.

EC – ¿Qué quiere decir “particular”?

TV – Diferente, no es el político clásico ni mucho menos… Como estamos en una etapa ahora de construcción, no quiero que sea ni parezca –y entiendo las preguntas y las dudas que no solo tiene el periodista, también la gente– algo “en contra de”. Digo que el partido pareció remontar en la elección del 2009, luego en la última elección de 2014 volvió a bajar a ese 12,9%, entonces concluimos que lo que hay no es suficiente.

EC – Quería que usted fuera un poco más específico con respecto a la crítica al liderazgo de Pedro Bordaberry, porque, por ejemplo, en la última elección hubo un roce fuerte entre Vamos Uruguay (VU) y Batllistas de Ley (BL), el sector que usted integraba, a propósito de cómo conformar la fórmula presidencial, el hecho de que Bordaberry hubiera elegido a Germán Coutinho como candidato a vice, un hombre de su mismo sector.

TV – Esa fue de las cosas que más costaron en el resultado electoral, la gente se enojó muchísimo, mucho más de lo que nosotros mismos habíamos predicho. Mostró una actitud, porque no fue solo por la elección o por la omisión en la fórmula de algo más representativo que un sector, fue una forma de definirla que molestó muchísimo. Creo que fue de las cosas que más costaron. Pero hubo otros errores. La propia campaña, el planteo de la campaña no fue bueno, se dejaron de analizar cosas muy importantes que habían sucedido en los cinco años. Algo que de alguna manera cundió, porque no fue solo el PC, diría que fueron todos los candidatos de oposición, porque el famoso “por la positiva” también dejó de analizar algunas carencias importantes y algunos errores fundamentales del gobierno anterior. La única vez que vimos a nuestro candidato salir a hacer críticas lo hizo hacia la propia oposición, criticó al candidato de otro partido pero de la oposición. Tampoco cayó bien en aquel momento. Hubo una serie de errores en la campaña que llevaron a ese resultado.

EC – ¿Y cómo ingresa en ese análisis lo mal que votó el sector batllista del partido? Porque si el PC votó 12,9%, hay que entender que ustedes votaron la tercera parte de eso, 4%, una cosa por el estilo.

TV – Por eso digo, se cometieron errores, todos cometimos errores, y esa oferta ya no basta. Por eso lo del espacio nuevo, ni siquiera es un tema personal. Es el dar el grito, el convocar a construir algo que está para construirse, ni siquiera estamos hablando de liderazgos, porque eso también habrá que construirlo. Lo que sí es necesario en este panorama es generar nuevos espacios, porque que con los que ya había vamos a seguir igual. Por lo tanto tenemos que construir algo diferente, tenemos que volver a enamorar a la gente, a estar en contacto con la ciudadanía, a recibir de ella sus ideas, su opinión, sus problemas…

***

EC – Tabaré Viera tiene 60 años, es profesor de matemática… ¿Sigue ejerciendo la docencia?

TV – No, hace muchos años que no.

EC – … Fue diputado por Rivera en el período 1985-1990, fue director de OSE en representación del PC entre 1990 y 1994, fue vicepresidente de Antel entre 1995 y 1998, y presidente entre 1998 y 2000. Luego vino la carrera como intendente, fue intendente de Rivera en dos períodos, entre 2000 y 2009. Luego fue senador de la República, entre 2010 y 2015, y ahora fue nuevamente elegido diputado.

***

EC – Le decía que el punto de partida de ese “grito” que usted dice que alguien tiene que dar en el partido y que ustedes se han resuelto a dar es el piso histórico de votación que tuvieron en octubre, ese 12,9%. Pero supongo que el punto de partida tiene también otra cara, otro resultado: el 55% que el PC tuvo en Rivera en las elecciones departamentales de mayo. Están las dos lecturas. ¿Hay allí una base de apoyo que ustedes quieren utilizar?

TV – Exactamente, está muy bien hecha la lectura. Al análisis del resultado de las elecciones nacionales de octubre tenemos que agregar el análisis del resultado de las elecciones departamentales de mayo, en las que el PC votó mal en general, salvo en Salto y en Rivera. En Salto se votó muy bien pero se perdió lamentablemente la Intendencia, y en Rivera, al revés, el partido creció. Creció desde que iniciamos un proyecto con igual inspiración al que estamos haciendo hoy, en el año 2000, que se llamó Espacio 2000, en el que también propusimos generar un proyecto departamental de desarrollo que ha venido dando resultados. Prueba de ello es que la aprobación en las urnas es cada vez mayor.

EC – Ese Espacio 2000 ya va por su cuarto período gobernando la Intendencia de Rivera. Y no es casualidad que el nombre del movimiento nueva sea “Espacio Abierto” cuando el de Rivera era “Espacio 2000”. Incluso hay coincidencias en la presentación gráfica, en el sitio web aparece “Espacio Abierto” y las letras de “Abierto” son de distintos colores, la A es verde, la B azul, la I amarilla, la E roja, la R violeta… la misma paleta de colores que han usado en la propaganda del Espacio 2000 en Rivera. Ustedes siempre insistieron en que eso del Espacio 2000 era más que batllismo, más que PC.

TV – Sin duda. Nosotros no queremos dar recetas a nadie ni trasladar experiencias que de repente no son trasladables, porque casi todos los departamentos son diferentes y porque no es lo mismo el ámbito departamental que el nacional. Pero sí, a esta altura observamos que hay cosas que hacemos en Rivera que pueden servir de inspiración para hacerlas a nivel nacional. También sentimos la responsabilidad de decir que somos el departamento donde por cuarta vez triunfa una propuesta, un proyecto, una forma de hacer política y de gestionar que tenemos obligación de aportar.

EC – El intendente Marne Osorio recordaba, cuando lo entrevistamos hace poco, que el Espacio 2000 hace años ya que ha convocado a figuras provenientes del PC, pero también del FA de Rivera, del Partido Nacional de Rivera, a ciudadanos independientes, que no solamente lo votan sino que hacen campaña, que hasta sacan listas por el Espacio 2000.

TV – Así es.

EC – ¿De qué manera han logrado eso?

TV – Con la forma de estar, primero, en contacto permanente con la gente común, hemos desarrollado actividades incluso de creación de institucionalidad que involucran siempre a la sociedad. Desde la institucionalización de las comisiones barriales, que se eligen por voto secreto cada dos años, hasta el primer proyecto en el país de presupuesto participativo, realmente participativo, el 10% del presupuesto lo decide la gente en Rivera. Todo esto elaborado como propuesta política en forma muy amplia. En esta última elección presentamos 23 listas a ediles, de las cuales algunas eran conformadas por ciudadanos netamente de extracción frenteamplista, por ejemplo la 2609, con gente que venía del MPP. O la lista que encabezaba el excandidato a intendente del Partido Socialista, el doctor Cabrera, que nos acompañó el martes pasado. Creemos que es posible hacer eso a nivel nacional, hablar de proyecto.

EC – ¿Es posible? Porque da la sensación de que, a efectos de lograr ese respaldo tan amplio en Rivera, ustedes han separado lo local de lo nacional. El intendente Osorio decía “la gente en Rivera supo aprovechar la separación en el tiempo de la elección nacional y la elección departamental, y vota de una forma en una y de otra forma en otra”. Ustedes priorizan mucho la gestión, ponen el foco en los temas municipales y departamentales, es allí que logran congregar ese apoyo amplio. ¿Cómo se traslada eso a un sector nacional, que tiene que ocuparse de la política nacional?

TV – Entendemos que lo que ahora tenemos que hacer, cuando vemos el resultado de octubre en Rivera mismo y el de mayo, es convencer a la ciudadanía –que no se equivoca, que elige de acuerdo a lo que percibe, a lo que analiza, como la convencemos en el plano departamental– de que tenemos un proyecto creíble y que somos muy buenos en la gestión también para el plano nacional. Para eso hay que hacer cosas distintas, y para eso tenemos que hacer propuestas creíbles.

Por eso decía el martes que es posible, porque he llegado a la conclusión –sobre todo después de que el FA ha estado 10 años en el poder, en el gobierno– de que si rascamos, los uruguayos tenemos muchas más coincidencias que diferencias en los objetivos, en la manera de pensar con respecto a temas concretos, incluso lo ideológico.

EC – Está la discusión a propósito de si el FA no se apoderó del batllismo.

TV – Sí; o se corrió hacia. Empieza a ganar cuando se corre de propuestas extremas que ya hoy ni siquiera menciona; de eso lo acusan quienes están ya fuera del FA y mantienen algunas de aquellas históricas banderas. Por eso digo, creo que hemos coincidido ahí en una manera de pensar y en propuestas e ideas. Lo que nos diferencia de pronto es la gestión.

Voy a ejemplos. Yo concuerdo con la idea de ALUR como proyecto de desarrollo de una zona muy pobre del país y como propuesta de política sectorial de desarrollo apoyando y hasta subsidiando el trabajo. Estoy de acuerdo con la idea, porque me parece que es mil veces más conveniente subsidiar el trabajo que la vagancia, y que si no fomentamos y subsidiamos el trabajo, lo vamos a pagar de otra manera, o con proyectos de asistencia directa o con peores cosas que están instaladas en nuestra sociedad. No estoy de acuerdo con una administración que ha llevado a tener pérdidas fantásticas, que son corresponsables de ese déficit enorme que presenta Ancap, que perdió 500 millones en dos años. No puede transformarse en una empresa estatal deficitaria y subsidiada por todos los uruguayos para mantener una burocracia, o en una empresa estatal puramente. Ya a esta altura ALUR está plantando ella misma y no subsidiando el trabajo de los cosecheros.

Creo que tenemos que bajar la discusión y entrar a los temas puntuales, que sí están impregnados de ideología, pero no tanto con adjetivos, y centrarnos más en la gestión. El FA tiene problemas de gestión en el gobierno.

EC – El PC también tuvo problemas de gestión, le van a contestar.

TV – ¡Ah, por supuesto!

EC – ¿Y usted qué va a responder? ¿“Sí, el PC los tuvo a nivel nacional, pero mírenme a mí y a mi movimiento en Rivera cómo la llevamos nosotros”? ¿Por eso lo del Espacio Abierto, por eso lo de insistir en lo que se ha hecho en la Intendencia Rivera?

TV – Sí, es una buena vidriera. Es una demostración de que nuestra intención es hacer una definición clara, explícita, por los más humildes, por los trabajadores, y que para ello hay que tener políticas concretas de estímulo a la creación, a la generación de empleo. Porque solamente con políticas de desarrollo social, que son la educación, el trabajo, vamos a tener una sociedad desarrollada realmente y no por momentos y de acuerdo a la bonanza económica del momento. En esas cosas nos vamos a poner de acuerdo mucha gente.

La diferencia puede estar en la administración, en la gestión, creo que ese es un punto central, y hemos demostrado en nuestra trayectoria política que lo hemos podido y sabido hacer. Sin miramientos de sectores dentro del partido y abriendo las puertas para gente que está en su casa o que ha votado en otro partido o que proviene en otro partido, como lo hicimos en Rivera.

EC – ¿Y por qué no sigue en este camino con José Amorín? ¿Por qué se rompió lo que habían armado para las últimas elecciones, que en realidad tuvo dos escalones, porque primero ustedes armaron ProBa, Tabaré Viera en una de sus alas, José Amorín en la otra, el sanguinettismo de un lado y lo que venía de la 15 por otro, y después armaron BL sumando a Alberto Iglesias y Uruguay es Posible? Todo eso era batllista. ¿Por qué no continúa?

TV – Creo que cumplió su ciclo. También hacemos autocrítica, no estamos de acuerdo con algunas formas de hacer política o con algunas cosas que no terminaron concretándose. Tenemos algunas discrepancias.

EC – Por ejemplo, ¿usted ve a Amorín como un representante de ese desvío hacia posiciones economicistas o neoliberales que pueden adjudicarse al PC en el pasado?

TV – No, no. Esas cosas tendrá que definirlas cada uno. Repito, esto no es contra nadie. Simplemente creo que son momentos políticos, una oferta que cumplió su ciclo. Si yo creo que no es suficiente, no basta con la candidatura de Bordaberry, que obtuvo el resultado que obtuvo, y tampoco basta con lo que habíamos conformado y la propuesta que hicimos en BL, que no le ganó ni siquiera a Bordaberry. Hay que generar la posibilidad de que emerjan nuevos protagonistas, nuevas figuras, nuevas candidaturas. Y eso no puede ser en los mismos espacios, hay que romper ese molde.

EC – Hay otros batllistas saliendo de las estructuras. Pienso en Fernando Armado, que se abrió de VU; pienso en Ope Pasquet, que también estuvo en VU y ahora empieza a recorrer otros caminos. ¿Ustedes van a terminar juntándose con esos otros nombres?

TV – No lo sé, es probable. Hemos tenido conversaciones, las tenemos, somos colegas en la Cámara, estamos todos los días más o menos cerca. No está dada en este momento esa situación, estamos definiendo las posiciones políticas internas de cada uno de esos sectores, de estos dirigentes. Pero yo no descarto que encontremos la fórmula para estar juntos en algo que es muy claro que no va atrás de nombres, que aspira a ser algo muy abierto y participativo. Lo esencial es ponernos de acuerdo en las propuestas, construir esas propuestas y la forma en que habrá que hacer política para estar más junto a la gente y sus problemas.

EC – En el acto del martes en el Ateneo estuvieron usted y el intendente Marne Osorio, dos figuras de Rivera, y el diputado Conrado Rodríguez de Montevideo. Falta mucho para cubrir el territorio nacional, ¿no?

TV – En esa reunión la respuesta a la convocatoria fue muy buena, había cerca de 400 dirigentes, con invitaciones hechas casi por redes sociales, concurrieron muchos dirigentes de distintos departamentos. Había dirigencia importante, a veces no tan conocida porque la prensa no la individualiza, pero en la interna del partido estoy muy contento y muy agradecido por el apoyo que recibimos en una primera instancia. Ahora nos toca recorrer el país para hacer esta presentación en cada departamento y empezar a trabajar en esa elaboración con vistas al encuentro nacional de fin de año. No pensamos hacer el clásico internismo de ir a buscar al dirigente, a ver si le sacamos un dirigente a un sector, a otro…

EC – Todos dicen lo mismo, “no estamos dedicados a capturar dirigentes”. Y después resulta que sí, cada visita a una localidad del interior incluye esa negociación.

TV – Bueno, con el que quiera nos presentamos, les hemos avisado en qué estamos. Es difícil poner testigos, pero así nos presentamos: “Mirá, te llamo para decir lo que estamos haciendo”. Quiero ir a los departamentos a trabajar en los temas, a imbuirme de los temas que está viviendo cada uno de los departamentos. Para reunirnos con los trabajadores, con el centro comercial, con las autoridades departamentales, para visitar algunos temas por los que ya nos están llamando, algunos temas medioambientales, algunos temas vinculados a la producción. Tengo una reunión pactada en el llamado barrio Industrial de Artigas por la grave contaminación de unos molinos de arroz, que ya presenté el año pasado en el Senado.

Esos son los temas que nos van a ayudar a construir este proyecto. Repito, no con vistas a cuando podamos ser gobierno o a cuando llegue la campaña electoral, para ahora. Además vamos a un equipo técnico, un equipo asesor, ya podemos elaborar propuestas, ideas, proyectos de leyes, los vamos a ir planteando. Nos vamos a reunir con los ministros. No necesitamos el marco del llamado a sala o del llamado a ministros, que a veces tiene más de espectacular que de efectivo. Tenemos buena relación con muchos de los ministros, vamos a pedirles audiencia y vamos a plantearles los grandes temas que podamos recoger. Ponernos a trabajar desde ahora, constructivamente.

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Transcripción: María Lila Ltaif

 

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