Entrevistas

Director de Salud del MSP aconseja a embarazadas que eviten viajes a países con zika

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

El director de Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), Jorque Quian, aconsejó a título personal a las mujeres embarazadas que eviten viajar a países donde se encuentra el virus zika, medida ya recomendada por las autoridades europeas y estadounidenses ante la expansión del virus en el continente americano.

En diálogo con En Perspectiva, Quian hizo énfasis en los cuidados para evitar la reproducción del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, el zika y el chikungunya, y adelantó que quienes viajen en marzo a Recife para ver el partido Uruguay-Brasil deberán tener "muchos cuidados porque seguramente van a estar muy expuestos" a las picaduras. A su vez, insistió en que la principal preocupación de las autoridades sigue siendo el dengue, que "sí puede ser mortal".

EN PERSPECTIVA
Miércoles 27.01.2016, hora 10.18

EMILIANO COTELO (EC) —La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el domingo que el virus del zika seguirá extendiéndose por América y probablemente afectará a todos los países y territorios de la región donde haya mosquitos Aedes; es decir, a todo el continente salvo Chile y Canadá. “Brasil desplegará 200.000 militares para luchar contra el zika”, titulaba ayer una de sus notas el diario El País de España. Los artículos sobre este tema se multiplican: en Brasil sostienen que los casos de microcefalia fetal por zika están aumentando, en Colombia recomiendan a las mujeres no quedar embarazadas, y Estados Unidos y Europa le sugieren a las embarazadas que eviten viajar a países donde el zika está presente. El agente trasmisor del zika es un viejo conocido: el Aedes aegypti, un mosquito que Uruguay viene combatiendo hace años y que también transmite el dengue y el chikungunya. ¿Qué medidas se están tomando en Uruguay y cuán preparados estamos para hacerle frente al zika? ¿Cuáles son los cuidados que debemos tener para seguir libres de estas enfermedades? Vamos a conversarlo con Jorge Quian, director general de Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP).

ROMINA ANDRIOLI (RA) —Empecemos hablando del zika, que es el que hoy en día tiene mayor notoriedad o concentra el interés. ¿Qué es el virus del zika y cómo se transmite?

JORGE QUIAN (JQ) —Si usted me permite, yo quisiera hablar del vector. El virus del zika se descubrió en 1947 en Uganda en una región que se llama Zika, de ahí quedó el nombre del virus, apareció después en la Isla de Pascua, en Chile, y se extendió al resto de las Américas. Ahora está causando estragos en la población de Brasil, Colombia y la mayor parte de los países de América. Cuando Cotelo decía que el Aedes aegypti transmite tres enfermedades tenemos que agregar una cuarta: es también el transmisor de la fiebre amarilla, que también existe en el noreste de Brasil, pero esta es la única de las cuatro para la cual ya existe una vacuna que está demostrado que sirve. El Aedes aegypti es un mosquito que es capaz de transmitir esas cuatro enfermedades pero ahora en América fundamentalmente está transmitiendo tres: dengue, chikungunya y zika. El zika ha tomado notoriedad en estos días porque se empezaron a describir muchos casos pero, a su vez, se comunicaron casos de que las embarazadas con zika podían dar a luz bebes con microcefalia. Esta era una comunicación de masas en la prensa, al parecer se ha empezado a encontrar el ARN del virus en la placenta y en el cerebro de fetos cuyas madres abortaron por el zika, porque el virus puede provocar un aborto. Por eso es que en este momento parecen empezar a aparecer los primeros índices científicos de que realmente el virus del zika afecta al feto, fundamentalmente en los primeros tres meses del embarazo.

RA —Ya hay, entonces, indicios científicos, porque hasta hace unos días se decía que todavía no había nada comprobado.

JQ —Exactamente, en el informe de la OMS que se recibió esta semana se comunica que han aparecido los primeros estudios científicos que parecerían confirmarlo. Me parece que, como siempre, el condicional es importante, porque hasta no estar absolutamente seguros no hay que transmitir alarma sino los cuidados que debemos tener para tratar de evitar esta enfermedad.

RA —Una aclaración importante: usted decía que hay que combatir al vector, al Aedes aegypti, ¿pero el zika sólo se transmite a través del Aedes aegypti o hay otras formas, como la transmisión a través de la sangre o de relaciones sexuales?

JQ —Se ve que ustedes también leyeron el informe. Parecería que es probable, pero hay solo un caso en el que se plantea la posibilidad de que [la transmisión] haya sido a través de relaciones sexuales, uno frente a los miles de casos que hay de virus zika. Me parece que por ahora tenemos que estar 100 % seguros de que lo transmite el Aedes aegypti, si también se transmite de otras formas será la información científica que venga en los próximos meses la que nos ponga en alerta. En el momento actual de lo que estamos seguros es que para combatir esas tres enfermedades hay que combatir al Aedes aegypti. Nosotros pensamos, obviamente no lo podemos demostrar científicamente, que los ciudadanos de Uruguay se han comprometido con el combate al Aedes aegypti. Esto gracias a las medidas sanitarias pero fundamentalmente gracias a los medios de comunicación, que han transmitido insistentemente estas medidas del combate al Aedes aegypti, fundamentalmente respecto a las aguas residuales, donde pueden estar las larvas del Aedes aegypti. Ustedes saben que América Latina tuvo hace 10 u 12 años una gigantesca epidemia de cólera y el único país que no tuvo cólera fue Uruguay. Eso no fue casualidad, fue causalidad, porque las medidas sanitarias que se tomaron –y no era esta administración, obviamente– fueron lo suficientemente efectivas como para evitar el cólera. En la actualidad con las inundaciones que hubo en el norte del país hubo tres emergencias que nos preocuparon. Una de ellas surge de las aguas residuales que pueden transmitir enfermedades de transmisión fecal-oral, fundamentalmente diarreas y vómitos, las enfermedades del tracto digestivo, y prácticamente no se ha registrado un aumento importante de los casos. Creo que esto es también porque las autoridades sanitarias de los departamentos del interior –junto con las intendencias, etcétera– transmitieron el concepto del agua segura. También apareció [una preocupación por] el Aedes aegypti, que lo estamos combatiendo, y la leishmaniasis, que también se está combatiendo. Me parece que las medidas sanitarias tomadas hasta el momento han sido efectivas, esto no quiere decir que nos vayamos a librar de estas enfermedades virales que son transmitidas por el Aedes aegypti, pero por el momento lo que hay que transmitir es calma.

RA —Sí, no generar una alarma innecesaria. Sería bueno repasar cuáles son esas medidas que se están tomando desde el Estado que hacen que aún estemos libres de estas enfermedades a nivel autóctono.

JQ —Le agradezco mucho la pregunta. Las medidas son varias. Una es el combate a los lugares donde pueden estar las larvas: hay que sacar todos los recipientes donde hay agua –las cubiertas que pueden juntar agua, los floreros donde hay plantas con agua de más de tres días–, combatir todos los lugares donde hay agua residual, que son las fuentes de larvas del mosquito. Eso es para combatir la larva. Para protegerse individualmente, en lo posible utilizar –aunque en esta época del año es complicado– prendas de manga larga, pantalones largos, y repelentes cutáneos que eviten que los mosquitos nos piquen y repelentes ambientales para evitar la presencia de mosquitos en el ambiente. A su vez, para los más pequeños o para aquellos que se van de campamento, la utilización de tules o mosquiteros que eviten el contacto del mosquito con la piel. Quienes van a viajar deben saber si van a regiones donde hay alta prevalencia de estas enfermedades, como el noreste de Brasil, Río de Janeiro o algunas zonas de Argentina, llevar protectores cutáneos y ambientales para repeler el mosquito y, ahí sí, usar ropa que cubra lo más posible nuestro cuerpo para evitar que nos pique.

RA —¿Y con estas medidas es suficiente la protección, considerando la situación en Brasil? Allí el ministro de Salud Pública [Marcelo Castro] dijo que se perdió el combate contra el Aedes aegypti, e incluso se mencionan eventos importantes que hay por delante, como el Carnaval de Río, donde realmente el Aedes aegypti se ha vuelto un factor de suma preocupación.

JQ —Sí, yo también escuché esas declaraciones y la verdad que a mí como director general de Salud no me gustaría decir que hemos perdido la batalla contra el mosquito, por eso creo que estas medidas siguen siendo importantísimas: son las únicas que se conocen para combatir estas enfermedades. Para el dengue hay una vacuna en desarrollo que podrá ser importante en el futuro, ya se empieza a hablar de la posibilidad de una investigación de vacunas para el zika fundamentalmente, pero esas son todas medidas a futuro. Recordemos también que la geografía de Brasil es absolutamente distinta a la uruguaya y las temperaturas y humedades en general son totalmente distintas. Además, esto lo digo con mucho respeto, creo que las condiciones de vida no son las mismas que en Uruguay en muchas partes de la población. Por eso esas medidas que están tomando, seguramente vieron por la televisión la desinfección gigantesca del Sambódromo, y se proponen medidas para los estadios donde se hagan las Olimpíadas…

RA —Si, Brasil incluso anunció el despliegue de efectivos militares.

JQ —Claro, pero su convocatoria debe ser para lo que se llama la descacharrización, para combatir los lugares donde están las larvas y los humedales, los lugares donde se junte mucha basura, donde puede haber larvas. No sé qué otra finalidad puede haber en un combate con militares, en realidad me parece que lo que van a hacer ellos son tareas no propiamente militares sino de colaboración en la higiene de la ciudad.

RA —Le consulto a propósito de una información que apareció en el diario El País hace unos días acerca de que se estaba analizando en Canelones a una mujer que podría haber contraído el virus del zika durante un viaje a Colombia. ¿En qué estado se encuentra esa investigación?

JQ —Le voy a dar una buena noticia: el resultado de la técnica de investigación del zika con un método moderno que es el que se utiliza habitualmente, que se llama PCR, dio negativo. Esta señora podría tener otro cuadro febril de otra naturaleza pero no era con zika. Si bien este habría sido un caso importado, porque esta señora había estado en Colombia, no resultó zika. Yo no me he mantenido en contacto con el equipo de salud que ha seguido a esa paciente pero sí con el laboratorio del MSP, que nos informó que el resultado fue negativo.

RA —¿Y no ha tenido más notificaciones de casos sospechosos de haber importado el virus?

JQ —Notificación de casos sospechosos hemos tenido varios, por suerte, porque eso significa que los equipos de salud están alertas ante esta situación, pero todos han resultado negativos. Ha habido casos, sí, de dengue y chikungunya importados, son casos que venían diagnosticados del exterior o que se diagnosticaron acá pero habían sido contraídos en el extranjero. No hay ningún caso que haya sido contraído en Uruguay.

RA —¿Cuáles son los síntomas que podría presentar un paciente que tenga el zika?

JQ —Es un cuadro que se caracteriza por una fiebre que puede durar tres, cinco o siete días – que conste que estoy transmitiendo lo leído en la literatura porque yo nunca vi un caso de zika-, dolores articulares y musculares y una erupción cutánea que puede asemejarse a algunas de las enfermedades eruptivas de la infancia -como rubeola, sarampión-, que podría ser un síntoma más orientador. Esas son las características, o sea que ante un cuadro febril de tres, cinco o siete días de evolución, con malestar general, con dolores en el cuerpo, hay que pensar en la posibilidad de esas tres enfermedades: el zika -que es fundamentalmente eso-, el chikungunya -que quiere decir “doblado” porque los pacientes están doblados por los dolores articulares- y el dengue -que también es un cuadro febril y es el que puede ser más grave de los tres-. Me quería referir a eso: el más grave es el dengue. Con el zika el problema es fundamentalmente qué puede pasar con una mujer embarazada, porque no parece ser una enfermedad mortal casi en ningún caso. Con el chikungunya el problema es que los dolores articulares pueden permanecer mucho más tiempo que en la fase de la viremia, que es como se denomina cuando el virus está circulando en la sangre.

***

EC —Romina, teníamos preguntas de los oyentes, ¿pero antes?

RA —Antes una puntualización. Hablamos de la gravedad que puede tener el zika sobre todo en cuanto a la microcefalia en los fetos, pero para que quede claro: cualquier persona puede contraer el virus, no solo las embarazadas, pero además, ¿qué tan grave esa la enfermedad como tal, es mortal?

JQ —No lo es y le agradezco la pregunta: la preocupación mayor para nuestro país y para todos los de la región es el dengue, que es la enfermedad que sí puede ser mortal. El zika ha tomado notoriedad, obviamente es algo grave tener un niño con microcefalia, pero el más grave de los tres es el dengue. Zika no parece ser una enfermedad mortal, en medicina nunca se puede decir “nunca” porque cualquier enfermedad viral si afecta a una persona que tiene una alteración previa, por ejemplo en el sistema inmunitario, puede ser fatal, pero en la generalidad de los casos el zika y el chikungunya no son enfermedades necesariamente morales como lo puede ser el dengue.

RA —Ahora sí le traslado preguntas de los oyentes. Javier plantea: “Encontramos mosquitos Aedes aegypti en la casa de mi hermano y en el MSP nos dijeron que le correspondía a la Intendencia de Montevideo. Llamamos a la intendencia y nos dijeron que teníamos que capturar uno y llevarlo para que pudieran confirmarlo pues ellos no pueden ir”. ¿Qué dice con respecto a este tipo de situaciones?

JQ —El Aedes aegypti está instalado en todo el país, así que no es de extrañar que los ciudadanos lo encuentren en su jardín, su fondo, su casa, hay que protegerse. Si bien algunas veces las intendencias han decidido fumigar en lugares donde hay gran concentración de mosquitos, esta no es una medida fuertemente aconsejada. Lo que hay que tener es la protección en el domicilio, utilizar repelentes, las famosas pastillas en la pared o personales, porque el mosquito está, lo que hay que hacer es intentar que esté en las más bajas concentraciones posibles.

RA —Otro oyente pregunta: “¿Las larvas sobreviven en tierra húmeda sin charco?”

JQ —Sí, lo que se dice es que fundamentalmente tiene que haber humedad y agua, pero en la humedad también pueden sobrevivir las larvas, por lo tanto se aconseja que esos humedales también sean removidos, que se tire tierra encima o se tomen otras medidas para tratar de evitar la presencia de las larvas.

RA —Nelson plantea: “Si los mosquitos en invierno no se van, ¿no sería más eficaz combatirlos en esa época?”.

JQ —En general cuando llegan las épocas de frío prácticamente desaparecen. En Uruguay se hace vigilancia en varios departamentos a lo largo de todo el año y se nota que la presencia del mosquito disminuye francamente. El asunto es que puede desaparecer o disminuir su presencia en Uruguay, pero nosotros tenemos fronteras secas con Brasil y fácilmente  trasladables [para el mosquito] con Argentina, podemos combatirlo mucho acá pero aparece rápidamente con los calores y las humedades fuertes.

RA —Comentábamos las advertencias que se estaban haciendo desde otros países, por ejemplo autoridades sanitarias de Estados Unidos y Europa recomiendan a las mujeres embarazadas que eviten viajar a países donde haya zika. En ese sentido ¿cuál es el consejo que se está dando desde el MSP? Por ejemplo, Ivonne pregunta: “¿Se recomienda viajar a América Central de vacaciones o es muy peligroso?”.

JQ —De América Central las últimas noticias que sentí fueron que en El Salvador había una fuerte presencia de zika, también… A ver, el consejo es que si uno viaja por turismo tenga los mayores cuidados en cuanto a lo que decíamos antes, en el ambiente, los mosquiteros, los insecticidas y demás. Son los mismos cuidados que hay que tener aquí en Uruguay. Si uno viaja y no es por necesidad, fundamentalmente en el caso de una embarazada, el consejo es: usted toma la determinación y usted tomará los cuidados correspondientes. Sería bueno que esa embarazada, si tiene alguna duda, consulte a su equipo de salud para ver cuáles son las medidas mayores. Básicamente la medida es evitar la picadura del mosquito, que puede ser difícil, y viajar a una zona contaminada en los primeros tres meses de embarazo, si no es estrictamente necesario, es una decisión personal. Mi consejo personal sería que si puede evitarlo lo evite, en una embarazada. Ustedes saben que ahora se va a jugar el partido [de fútbol] entre Uruguay y Brasil en Recife, que es una zona del noreste de Brasil donde hay gran presencia de estos mosquitos transmisores portadores de los virus. A todos nos gustaría ir a ver a Uruguay ganarle a Brasil, pero los que viajen van a tener que tener muchos cuidados porque seguramente van a estar muy expuestos. El partido es en marzo, todavía va a haber altas temperaturas en esa zona, así que los que viajen, y esto sí que es por placer, tienen que tener mucho cuidado, sobre todo para evitar además que cuando se conviertan en diseminadores de la enfermedad en Uruguay. Se aconsejan todos los cuidados posibles y eso va en la responsabilidad personal de cada uno.

RA —Usted señalaba que no se quiere generar alarma y que se considera que Uruguay está en una buena situación para que no se den de forma autóctona estas enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti. Pero como autoridad sanitaria, ¿cómo se está preparando el MSP ante la posibilidad de que el virus pueda llegar?

JQ —El MSP está tratando de promover que todo el personal de salud esté capacitado para hacer diagnósticos precoces, tratamientos específicos no hay, hay tratamientos de las complicaciones. Por ejemplo, este lunes 25 hubo una actividad organizada por la cátedra de Emergencia Pediátrica del Pereira Rossell en la cual el MSP colaboró transmitiendo desde la Fundación Peluffo Giguens a cinco departamentos del interior, fundamentalmente a los del litoral y también Maldonado, la experiencia de médicos que han estado en Paraguay viendo muchos casos de dengue y algunos de chikungunya, con material didáctico… Lo que pretendemos es, primero, tratar de mantener esta situación de que no ingresaron estos tres virus al país y, segundo, capacitar al personal de salud para frente a la presencia de casos –y ojalá no tengamos nunca una epidemia de zika, dengue o chikungunya– estar alertas para el diagnóstico precoz y el tratamiento de las complicaciones en forma efectiva.

***

Transcripción: Andrea Martínez

Foto: Un mosquito Aedes aegypti es fotografiado sobre piel humana, en un laboratorio del Centro Internacional de Entrenamiento e Investigaciones Médicas (CIDEIM), lunes 25 de enero de 2016. Crédito: Luis Robayo/AFP Photo.

Comentarios