Luego de conocerse la denuncia de la intendencia de Canelones sobre la tala de monte nativo y desecación de bañados en un predio con márgenes sobre el río Santa Lucía, el director nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, dijo a En Perspectiva que para proteger esa área se deben mejorar las coordinaciones de las observaciones aéreas.
EN PERSPECTIVA
Martes 20.10.2015, hora 10.20
EMILIANO COTELO (EC) —Después de realizar un sobrevuelo por zonas del departamento de Canelones, la intendencia de ese departamento denunció que al este del pueblo Bolívar se detectó que en un predio con márgenes sobre el río Santa Lucía se estaba realizando tala de monte nativo y canalización y desecación de bañados.
La novedad llevó a los distintos organismos del Estado involucrados –como la propia intendencia, la Dirección Nacional de Medio Ambiente [Dinama], la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca [MGAP], y el Ministerio de Defensa [MDN]– a tomar cartas en el asunto. Ayer, luego de una reunión convocada especialmente, se anunció un protocolo que estará destinado a la protección de esa cuenca, la del Santa Lucía.
Además, el intendente canario, Yamandú Orsi, anunció que se exigirá a quienes estén actuando de manera incorrecta la recomposición de lo que ha sido destruido o afectado.
El tema da para mucho, pero vamos a abordarlo por lo menos con algunas preguntas básicas en diálogo con el ingeniero químico Alejandro Nario, director nacional de Medio Ambiente.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Esta situación, lo decía Emiliano recién, se detectó por un sobrevuelo que hizo la intendencia con la colaboración del MDN. ¿Hasta ahora no era común este tipo de observaciones aéreas para inspeccionar el estado de los predios en la cuenca del Santa Lucía?
ALEJANDRO NARIO (AN) —Sí, hay distintos organismos que lo estaban haciendo, uno de ellos era la Intendencia de Canelones [IC] con el MDN, nosotros habíamos hecho un sobrevuelo también, pero lo que se vio justamente fruto de este caso es la necesidad de aumentar y mejorar las coordinaciones. Una de las cosas que me parece importante destacar es la velocidad de acción en este caso: el miércoles lo detectó la IC y el intendente llamó a los ministros de Vivienda y Ganadería, el jueves estuvimos haciendo la inspección conjunta entre la IC y la Dinama, y el miércoles la ministra [Eneida] De León estaba firmando una intimación a cese inmediato de las actividades y a que se encontraba pasible a una multa de 1.000 UR [Unidades Reajustables].
Lo que vimos, en la necesidad de seguir en un proceso de mejora continua, es que no puede depender de que el señor intendente esté llamando a los ministros para este tipo de coordinaciones. Tiene que haber algo a nivel técnico que dispare esto de una manera rápida.
RA —Yendo a eso: ¿De qué manera establecieron que se va a actuar de ahora en más?
AN —Lo que establecimos es justamente armar una reunión entre los técnicos, que va a estar coordinada por la Dinama, para que cada uno defina cuáles son los técnicos que van actuar en el área y cómo actuar en cada situación.
Además de eso se definieron cuatro puntos. El primero es que se va a hacer un control mensual por aire en áreas que se van a ir definiendo técnicamente, por segmentos del río, de manera que no solo vayan técnicos de Canelones sino también del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente [MVOTMA] y del MGAP, para ir viendo los distintos enfoques y experiencias que cada uno tiene, que son competencias distintas.
RA —El control aéreo se haría con una frecuencia mensual, ¿es más que lo que se venía haciendo?
AN —Sí, y sistematizada, porque hasta ahora era más por voluntades y no había una sistematización: la IC hacía sus esfuerzos, nosotros hacíamos nuestros controles, lo mismo el MGAP respecto a la tala del monte nativo… La idea es aunar esos esfuerzos y que no dependa de que esté llamando el intendente a tal ministro y tal cosa sino que ya se dispare a nivel técnico.
En el caso de la Dinama ya lo tenemos con la IC y hemos actuado en el caso de Picón o el de Laguna del Cisne, pero esto es hacerlo extensivo al resto de los organismos.
RA —Usted mencionaba que se tomaron cuatro medidas, también se estableció un monitoreo por agua.
AN —Exacto, un monitoreo por agua, se está hablando con la División de Bomberos, que tiene un soporte de vehículo acuático, y también se va a hablar con Prefectura para, lo mismo que se hace por aire hacerlo, con otra frecuencia, a nivel de agua. Y también generar una coordinación a nivel de las inspecciones en tierra, que cuando vaya Dinama el resto esté enterado, que cuando vaya cada institución haya una coordinación.
Los otros dos puntos son el cruzamiento de imágenes satelitales, nosotros estamos…
RA —¿Tienen todos los organismos imágenes satelitales?
AN —Sí, con distintos enfoques, por eso la idea es tener una base satelital previa, sobre todo para la planificación de los vuelos y de la inspección por agua, que permita orientarse hacia los lugares en donde se pueda haber identificado desde el punto de vista satelital alguna deficiencia. Es un área que todos estamos fortaleciendo, de hecho la Dinama en el presupuesto incluyó un ítem importante para el observatorio ambiental y las imágenes satelitales, la idea es poder usarlo en la planificación de estas inspecciones.
El último punto, al que nosotros le damos mucha importancia, es el control ciudadano. Por más inspectores que tengan, las instituciones nunca van a poder estar en cada vuelta del río o del territorio. Consideramos que los ciudadanos son sujetos de control ambiental y lo que tenemos que hacer es darles las facilidades para que esas cosas que ellos puedan detectar lleguen fácilmente. La Dinama ya ha avanzado en eso con Canelones, porque hay un protocolo unificado, el mismo formulario de denuncia que tiene la Dinama es el que utiliza la IC y ahí están los mecanismos de web y telefónicos tanto de la Dinama como de la propia IC. La idea es hacer extensivo eso al resto de las instituciones.
RA —¿Y se va a apuntar justamente a incentivar a la gente para que esté atenta a este tipo de cosas y que las denuncie?
AN —Exacto, que las denuncie, creo que el mejor control es el ciudadano, es el del vecino que está ahí. Hay cosas que pueden suceder sábado, domingo o en horario nocturno, que las inspecciones pueden no alcanzar. En general si hay una denuncia se va en esos horarios, pero todo el mundo sabe que a veces para ese tipo de actividades se espera a determinado momento en el que se sabe que no puede haber una inspección. Ahí el vecino es fundamental.
EC —Sería bueno detenernos en este caso concreto que disparó esta serie de decisiones. Según repasaba en las notas de prensa [en El País y La Diaria], esa zona en la que se detectó esta situación irregular está en el espacio previsto de amortiguación de los márgenes del río Santa Lucía, donde no puede hacerse laboreo ni aplicación de agroquímicos…
AN —…Ni modificar el tapiz vegetal. No se puede hacer ninguna de las tres cosas.
EC —Allí se encontró una máquina retroexcavadora con orugas, sin identificación; se detectó un área desde el margen del río Santa Lucía hasta 100 metros hacia el interior del padrón en la que se había realizado tala de monte nativo, acopio de madera y quema de restos de tala de monte; también se constató la obstrucción de un desagüe natural que desemboca en el río, dos canalizaciones de un desagüe natural y dos alcantarillas sobre un camino debajo del cual pasa uno de los canales. Todo esto que se estaba haciendo allí sin permiso, violando las disposiciones vigentes, ¿qué impacto tiene en el río, en la calidad del agua, en la cuenca?
AN —La zona de amortiguamiento es muy importante, por eso le damos mucha importancia. Como ustedes saben, básicamente el problema que estamos teniendo es con nutrientes -fósforo y nitrógeno- que están asociados a las actividades agrícolas, entre otras. El tener un pulmón vegetal en una zona previa a la llegada al curso de agua es muy importante para que la cantidad y la concentración de contaminantes que llegue sea mucho menor. Los nutrientes son absorbidos por ese pulmón verde, que opera como un filtro natural. Si eso no solo se remueve sino que además se remueve para hacer actividades agrícolas -que estimamos que es lo que estaba pensando realizar el productor-, no solo estoy eliminando la defensa natural que tiene el río ante estos contaminantes sino que también estoy agregando carga.
Por eso nosotros le damos mucha importancia a la zona de amortiguación, se envió un comunicado a todos los productores… Hace aproximadamente un mes trajimos a la encargada de la EPA [Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos] para monitoreo y control de agua y nos decía que las medidas que habíamos tomado eran muy pertinentes, que es el tipo de medidas que ellos están tomando respecto al control de la llegada de los nutrientes al río.
Obviamente hay otras actividades que las estamos viendo, de hecho estamos trabajando con el MGAP en un proyecto, REDD+ [Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal], para aumentar las áreas de forestación. Es muy importante impedir el acceso de esos nutrientes al agua, y la zona de amortiguamiento es muy importante por eso.
EC —¿Y el monte nativo juega un papel relevante en ese sentido?
AN —Muy relevante, eso está estudiado. Nosotros ahora estamos aplicando un proyecto GEF [así se denomina a los proyectos financiados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial] que es como un millón de dólares para estudiar y cuantificar esos efectos, o sea, para ver dónde están los montes y evaluar biológicamente cuántos nutrientes llegan [al curso de agua] para poder cuantificarlo específicamente, pero está muy estudiado a nivel mundial que ese pulmón natural es clave para preservar la calidad del río. En este caso estamos hablando de cinco o seis hectáreas, no son 400 o 500 hectáreas de tala de monte nativo, pero en ese lugar es muy significativo porque elimina la barrera natural para la absorción de nutrientes que llegan al río.
RA —¿Qué sanciones se le aplicó a este productor?
AN —Lo que nosotros hicimos es el procedimiento administrativo normal que es aplicarle una multa de 1.000 UR pero se le notificó, porque ese es el procedimiento, para que él tenga la posibilidad de hacer sus descargos…
RA —1.000 UR son unos $ 800.000, más o menos.
AN —Ahora desde el punto de vista procesal él hará sus descargos, la administración evaluará si son de recibo o no, y se procederá después a dejar efectiva la multa.
De manera paralela el MGAP está evaluando las áreas deforestadas y también le aplicará las sanciones que le permite aplicar la Ley de Protección de Monte Nativo.
RA —¿Eso corre por otro lado, es otra multa?
AN —Exacto, porque eso hace a la tala del monte nativo sobre la cual tiene competencia el MGAP. Nuestra sanción es por modificar el tapiz vegetal en la zona de protección del curso del río que está establecida en las medidas de protección de la cuenca. Lo que estamos trabajando en conjunto es qué medidas de reparación le vamos a pedir al productor, porque algunas son reforestación y otras son de recomposición del bañado y de la escorrentía natural.
RA —Respecto a las medidas que ya se habían anunciado para la cuenca del río Santa Lucía, ¿en qué se innova con estos anuncios y este protocolo?
AN —Las medidas son las exigencias. Por ejemplo: este caso se vincula a la medida 8, de protección de las márgenes, que dice que no se pueden hacer determinadas cosas en las franjas. Lo que las medidas no establecen son los mecanismos de control que tiene cada organismo competente. Lo que se está haciendo, y eso fue algo que nos transmitió el presidente [Tabaré Vázquez] en las reuniones [que era necesario], es incrementar la coordinación desde el ámbito público. Hay muchas competencias distintas, la idea es que la acción será mucho más fuerte si usamos nuestras capacidades, que son distintas, en función de esas competencias.
RA —O sea: lo que se anunció en marzo era un aspecto más general y ahora se empieza como a bajar a tierra.
AN —Son los criterios: en tal lado tal distancia, las industrias tienen que cumplir con tal cosa… Es lo que hay que cumplir y las formas de control son las que estamos instrumentando.
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Transcripción: Andrea Martínez