La inmigración ilegal desde África hacia Europa parece lejos de dar tregua. Las tragedias de las que tenemos noticias ni siquiera se limitan a concentrarse en el Mediterráeno, también llegan al viejo continente por aire.
El jueves pasado, un hombre fue encontrado inconsciente en el tren de aterrizaje de un Boeing 747 de British Airways que acababa de aterrizar en el aeropuerto de Londres procedente de Johannesburgo. Una hora más tarde, la Policía también encontró un cadáver en una azotea de la capital británica. La hipótesis que manejaron las autoridades fue que se trataba de otro polizón que, en este caso, cayó del cielo cuando el avión estaba por llegar a destino.
De confirmarse esta tesis, ambos hombres viajaron durante 11 horas recorriendo los 9.000 kilómetros que separan Sudáfrica de Reino Unido. ¿Qué implica un viaje en esas circunstancias? Vamos a conversarlo con el piloto Fernando Zas.
