Con la muerte de Tabaré Vázquez, el Frente Amplio perdió ayer a uno de sus líderes históricos:
La unidad del Frente Amplio es fundamental. No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio o la unidad de estos no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca, sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito, la unidad del accionar en consecuencia. Es decir, una unidad viva, que hay que cultivar día a día en todos los rincones del Frente Amplio y entre todos los y las frenteamplistas.
La llegada de Vázquez a la Intendencia de Montevideo en 1990 marcó el inicio de un ciclo de crecimiento del Frente Amplio que luego llevaría a la coalición de izquierda al gobierno nacional por un lapso de 15 años.
Tabaré Vázquez fue electo presidente del Frente Amplio en diciembre de 1996, tras la renuncia del general Líber Seregni. Dejó ese cargo en 1997 por diferencias internas pero volvió al año siguiente. Se mantuvo en ese lugar hasta el año 2004.
Este año, después de haber dejado la Presidencia de la República, había sido designado como presidente de honor del Frente Amplio.
¿Cómo impacta su fallecimiento en la coalición de izquierdas? Lo conversamos con su presidente, Javier Miranda.
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Foto: Javier Miranda durante el acto del Partido Comunista del Uruguay (PCU) por su 100 aniversario, en el Velódromo Municipal. Crédito: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS
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