Foto: Joven con cigarrillo electrónico. Crédito: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS
Ya desde hace más de una década que los uruguayos nos hemos acostumbrado a fuertes restricciones al consumo de tabaco.
No solo a cigarrillos sino también a dispositivos electrónicos para fumar, cuya venta, importación y publicidad estaban expresamente prohibidas por un decreto de 2009.
Pero un cambio en la normativa implementado por decreto el mes pasado hizo reaccionar a la comunidad médica.
El decreto 87/021, publicado por el gobierno el 23 de marzo, modifica las restricciones a los productos conocidos como “cigarrillos electrónicos”, “e-cigarettes” y otras denominaciones.
Según el texto del decreto, avances tecnológicos han permitido desarrollar dispositivos que funcionan calentando tabaco seco y que serían menos dañinos. Por lo tanto, se los quita de la órbita de la anterior prohibición y se los regula bajo las mismas condiciones previstas por la ley 18.256 de 2008, la ley de proyección del derecho al medio ambiente libre de humo de tabaco y su consumo.
Un comunicado conjunto del Sindicato Médico, la Alianza Contra las Enfermedades No Transmisibles, la Sociedad Uruguaya de Tabacología, el Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo, y una buena cantidad de otras organizaciones menores, denunció esto como un “grave retroceso”. En la misma línea se expresó la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, e incluso la Intendencia de Montevideo solicitó que se revocara el decreto.
Profundizamos en el tema con la doctora Ana Lorenzo, integrante de la Sociedad Uruguaya de Tabacología.