Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
El viernes pasado, a medida que pasaban las horas, se fue armando una tormenta política en torno a Isaac Alfie, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
En Redes Sociales circuló la noticia de que el estudio profesional del economista Alfie había recibido una serie de incentivos, entre ellos la deducción de hasta 401.000 pesos en el IRAE (Impuesto a la Renta de Actividades Económicas), en una resolución firmada el mes pasado por la ministra de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche.
El origen de esta situación está en el año 2019, cuando la empresa de Alfie, que se llama igual que él, Isaac Alfie Stochek, instaló un nuevo local y realizó una compra de equipamiento. Por ese motivo se postuló en aquel año a los beneficios del régimen de promoción de inversiones, según explicaría luego el propio Alfie. El trámite se demoró y el MEF recién dio su visto bueno el 11 de febrero.
Según el documento firmado por la ministra Arbeleche, la empresa Isaac Alfie Stochek se comprometió a generar empleo con esta inversión, uno de los requisitos a tener en cuenta de acuerdo con el artículo 11 de la ley 16.906, que regula las inversiones promovidas.
En la noche del mismo viernes, Alfie anunció a la prensa que “de común acuerdo” con el presidente Luis Lacalle Pou, había decidido renunciar al beneficio fiscal. La noticia no apagó la polémica que se había instalado en las horas previas, y que incluía fuertes críticas de la oposición. Al día siguiente, sábado, el Partido Socialista (PS) dio un paso más y reclamó la renuncia tanto del director de OPP como de la ministra Arbeleche.
El diputado Gonzalo Civila, secretario general del PS, escribió en Twitter que el problema no es tanto legal sino ético. “La propia decisión del Presidente y Alfie de renunciar a los beneficios tributarios otorgados por su propio gobierno, luego de que la resolución se hace pública, da cuenta de que algo no andaba bien”, dijo.
Esta mañana En Perspectiva profundizamos en este tema con dos puntos de vista, con una discusión entre dos abogados a quienes conocen de nuestras tertulias: Daoiz Uriarte y Martín Bueno.