Foto: Manifestantes participan en una manifestación contra el golpe militar de Myanmar en Monywa, región de Sagaing. Crédito: AFP PHOTO / Fuente anónima
La junta militar de Myanmar, también llamado Birmania, ordenó ayer interrumpir la conexión a internet en todo el territorio.
Mientras tanto, la líder birmana Aung San Suu Kyi, quien está detenida, fue llevada ante la Justicia y acusada de violar la ley sobre secretos de Estado.
Son los últimos pasos que profundizan la crisis política y social que atraviesa ese país del sudeste asiático, desde que el 1º de febrero sufrió un golpe de Estado militar.
Más de 535 personas, entre ellas numerosos estudiantes, adolescentes y niños, murieron en dos meses en la represión de las manifestaciones contra el golpe, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
La tensión social viene creciendo y la ONU advirtió el miércoles en su Consejo de Seguridad que hay riesgos “sin precedentes” de que estalle una guerra civil y provoque “un baño de sangre inminente”.
Aung San Suu Kyi, de 75 años, es la principal figura del gobierno legítimo birmano y es una referente mundial, premio Nobel de la Paz en 1991 por su lucha por la democratización de Myanmar. La junta militar ya la había acusado de corrupción y de “incitación a desórdenes públicos”.
Para comprender mejor lo que está sucediendo en este país estuvimos en línea con Susana Mangana y Gustavo Calvo, dos de nuestros referentes en materia internacional aquí En Perspectiva.