En mayo del año pasado, la Operación Océano tomó estado público. Era la investigación de explotación sexual de menores más grande en la historia del país, con una veintena de víctimas y más de 30 imputados.
Rápidamente capturó la atención pública, e incluso se llevan publicados dos libros sobre su desarrollo.
Pero desde ayer la Operación Océano quedó en tela de juicio.
En el centro del caso hay una víctima principal, y ayer trascendió que la joven tiene dos celulares. Sin embargo, a las defensas de los imputados solo se les dio información de uno de ellos.
La Fiscalía afirma que el error fue de la Policía y no del Ministerio Público, pero una mayoría de los abogados penalistas que defienden a los imputados anunciaron a la jueza Beatriz Larrieu que pedirán la nulidad del caso.
¿Qué pasó? ¿Por qué esta novedad es tan trascendental?
Lo conversamos esta mañana con el abogado Juan Raúl Williman, quien representa a ocho víctimas de la Operación Océano, profesor de Práctica Profesional en el Consultorio Jurídico Penal de la Udelar, y también de Derecho Procesal en la UDE.