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Director de Educación del MEC: “La autonomía no se puede leer sin articulación”

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El director nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Juan Pedro Mir, hizo hincapié en la necesidad de que las instituciones educativas se coordinen entre sí y articulen sus proyectos educativos y señaló que el papel del MEC es el de ser un aliado en este proceso. En entrevista con En Perspectiva dijo también que en estos dos meses de gestión su cartera intentó limar diferencias que surgen de autonomías demasiado rígidas.

EN PERSPECTIVA
Lunes 27.04.2015, hora 8.12

EMILIANO COTELO (EC):
Cuando promediaba la campaña electoral y la enseñanza se ubicaba en el centro del debate, Tabaré Vázquez anunció que se proponía cambiar “el ADN” de la educación uruguaya. Aseguró, además, que el Ministerio de Educación y Cultura [MEC] tendría un papel más activo en las políticas vinculadas a estos temas. Después, ya como presidente electo, él mismo reconoció que la designación de María Julia Muñoz al frente de esa cartera se debía, entre otras razones, a su experiencia en llevar adelante cambios que pueden ser resistidos por sindicatos.

¿Qué se ha hecho en estos dos meses? ¿Cuáles son los próximos pasos?

Esta mañana nos acompaña en estudios el maestro Juan Pedro Mir, quien asumió el 1° de marzo como titular de la Dirección Nacional de Educación [DNE] del MEC, una oficina que tiene el cometido de facilitar la coordinación de las políticas educativas nacionales.

La reforma educativa es una de las grandes expectativas para este período, sobre todo después de lo que se discutió durante la campaña. ¿Se ha avanzado algo en esa dirección en estos casi dos meses de gobierno?

JUAN PEDRO MIR (JPM):
Primera cosa: nosotros tratamos de evitar el concepto de reforma educativa que, particularmente para la fuerza que ocupa el gobierno, remite al antecedente de la reforma llevada adelante por Germán Rama durante el segundo gobierno de [Julio María] Sanguinetti. Una reforma que generó, inclusive hacia la interna de nuestra fuerza política, rispideces muy grandes, gente alineada hacia uno y otro lado. Pero, aparte, el propio concepto de reforma en la educación está siendo revisado a nivel mundial porque implica una idea de una transformación radical y estructural en poco tiempo. Esto está asociado a todo un decálogo, sobre todo llevado adelante por oficinas internacionales como la CEPAL [Comisión Económica para América Latina y el Caribe], el Banco Interamericano de Desarrollo [BID], etcétera. Nosotros desde el Frente Amplio [FA] ya en la Comisión de Programa, cuando estábamos preparando la campaña electoral, más que en reforma educativa pensamos en un conjunto de transformaciones con una mirada estratégica de corto y mediano plazo. Capaz que parece un juego dialéctico, pero no lo es: una cosa es ver el final de una foto, que es lo que estamos intentando construir con los distintos actores de la educación… Estamos intentando ver cómo queremos la educación vinculada al proyecto de país en 2030, 2050, a eso se refería el presidente con el cambio de ADN, sabiendo de principio que es un proceso complejo, que demanda una enorme cantidad de dinero, una construcción de discurso social sobre el lugar de la educación bastante diferente al que se ha procesado en estos últimos años. Demanda acciones a corto y mediano plazo.

EC – O sea, ustedes prefieren no hablar de reforma educativa sino de “conjunto de transformaciones” en la educación.

JPM – Transformaciones estructurales o estratégicas en un sentido determinado. Eso responde a…

EC – Con ese norte, ¿qué ha habido, qué decisiones se han tomado? Porque vimos la semana pasada que se completó la integración del Codicen y de los consejos desconcentrados de la educación, terminaron de asumir los profesionales designados a los distintos cargos… ¿Qué más?

JPM – En estos dos meses ha habido un trabajo bastante silencioso de construcción de acuerdo y agenda con actores importantes del sistema educativo público, como pueden ser la Universidad de la República [UdelaR] o las autoridades que van a ser designadas, en la construcción de un clima donde el MEC ocupara un rol activo. Por supuesto, no pasar por arriba de la autonomía de los entes, pero sí por ejemplo establecer sondeos sobre el futuro presupuesto que vamos a ir estructurando en estos meses. Ha habido un análisis bastante minucioso de las situaciones de demandas en puntos críticos del país, sobre todo en secundaria en lo que hace a la construcción de edificios, ha habido todo un trabajo de georreferenciación de las posibilidades de aprovechamiento de los recursos educativos.

Uruguay ha construido mucho en estos diez años, una enorme cantidad de ladrillo se ha puesto en el conjunto del sistema, desde inicial hasta universitario, sobre todo en el interior del país. Hoy está el ladrillo, el edificio, y eso hay que dotarlo de contenido y de proyecto. Ha habido todo un trabajo político de acuerdos, sobre todo a la hora de… no de marcar la agenda a las autoridades que acaban de asumir la semana pasada…

EC – Es interesante lo que usted señala: ha habido un trabajo silencioso con distintos actores del sistema. Al pasar habló de las nuevas autoridades que están asumiendo en los consejos, de la UdelaR, pero no mencionó a los sindicatos: ¿hubo contactos con ellos?

JPM – No, hasta ahora no ha habido un contacto oficial ni sistemático. Creo que dentro de ese mosaico de la realidad educativa nacional el gobierno ha tomado la sana decisión de construir una agenda. Es indudable que no hay posibilidad de construcción educativa y de proyecto estratégico a corto y mediano plazo sin el acuerdo con los sindicatos. No va a haber ninguna transformación estructural de la educación, ese cambio de ADN del que hablaba el presidente, sin una agenda común con los sindicatos.

EC – Pero todavía esa parte del diálogo no empezó.

JPM – No, no empezó.

EC – Dijo al pasar que en el diálogo con las instituciones uno de los puntos que se trató en estos dos meses es el de los presupuestos. ¿Esto se trata de que cuando envíen los proyectos de presupuesto al Parlamento -digo “los” porque el Codicen puede mandar su propio presupuesto, así como la UdelaR, por ejemplo, aparte del que manda el Poder Ejecutivo- no haya un divorcio, un abismo, entre las aspiraciones de esos organismos y lo que el Poder Ejecutivo está manejando?

JPM – Lo que se está buscando es que haya una agenda común, identificando los nodos centrales. Por supuesto que cada ente tiene su autonomía, pero indudablemente en el caso del MEC el trabajo con el Ministerio de Economía es estructural, es central, y hacerlo previamente de que cada uno… Fueron experiencias de nuestros primeros años como gobierno: cada uno armaba su decálogo de necesidades y después la fuerza política resolvía como podía, cortando de acá y acullá. Lo que sabemos…

EC – ¿Se va a tratar de que haya mayor sintonía?

JPM – Si, eso es central.

EC – Creo que sería bueno aclarar justamente cómo juega el Poder Ejecutivo, o cómo pueden jugar el MEC y esta dirección que usted encabeza. Los oyentes tal vez sepan que existe la DNE dentro del MEC, pero seguramente no terminan de comprender qué potestades tiene. De hecho, la propia definición de la “Misión” que aparece en el sitio web del MEC es algo pobre o, en el mejor de los casos, vaga.

Dice: “participa de la Comisión Coordinadora de la Educación Pública”, pero cuando detalla los cometidos específicos parece que tiene poco que ver con los grandes temas que el sistema político tiene por delante. Habla de: “autorizar los Centros de Educación Infantil Privados; promover, coordinar y difundir propuestas de educación no formal de calidad; confeccionar las estadísticas educativas nacionales; y otorgar las becas a estudiantes con dificultades económicas”. Allí no se dice nada, no se habla de atribuciones sobre, no sé, el marco curricular común, las políticas para bajar la repetición y la deserción, los niveles salariales de docentes, las inversiones en edificios… ¿Entonces?

JPM – Yo tengo un problema familiar muy grande. Mi madre me pregunta: “¿qué hacés en tu trabajo, nene?”, ella, que no pertenece al mundo de la educación, me pide que le explique qué hago en mi trabajo. Traté durante dos meses explicarle a mi santa madre qué es lo que hacía…

EC – ¿Qué potestades reales tiene la DNE sobre esos puntos que tiene que atender este gobierno?

JP – A lo que usted dijo le agregaría nada más ni nada menos que la DNE tiene todo el trabajo en educación terciaria, universitaria. Forma parte y articula el sistema de educación privado, un sistema que está en franca extensión; articula la parte de registro de nuevas instituciones educativas. Hay todo un trabajo hacia adentro del MEC, sobre todo a partir de los diez años de trabajo del maestro [Luis] Garibaldi, la DNE constituyó una agenda y un espacio propio de construcción de líneas.

En esta administración, junto con eso, la DNE va a trabajar activamente con la Subsecretaría y la ministra en la participación y la elaboración, técnica y política, del conjunto de políticas educativas. Por supuesto que no decidimos el marco curricular común qué se tiene que hacer en Primaria y Secundaria, pero sí tenemos capacidad de articulación con Primaria y Secundaria, para poder participar y colaborar con insumos y designaciones.

EC – No aparece mencionado.

JPM – No.

EC – No aparece entre las responsabilidades de la DNE.

JPM – Va a aparecer.

EC – ¿Va a aparecer por la vía de la práctica? ¿No va a haber roces en ese sentido? ¿No van a proliferar las críticas a un MEC que estaría afectando la autonomía de los consejos o de la UdelaR?

JPM – Esa puede ser una lectura, también puede ser que el MEC sea un aliado en el proceso de transformación y que distintos interlocutores puedan ver en la DNE un espacio donde se pueda dialogar y construir agenda. En nuestro país ante cualquier transformación, sobre todo desde la sensibilidad de una fuerza política que siempre concibió a la autonomía como una especie de coto sagrado… hoy la autonomía no se puede leer sin la articulación, se ve cuando nos sentamos con la UdelaR. Por ejemplo, en el interior la UdelaR articula con Formación Docente, con la Universidad Tecnológica [UTEC], con la propia UTU, en campus que comparte para aprovechar los recursos. La visión de una autonomía de sistemas compartimentados está siendo, por la vía de los hechos -quizás también después de diez años de gobierno-, dejada de lado por la apuesta a la coordinación entre los distintos actores, desde educación infantil hasta la UdelaR.

EC – Pero que eso ocurra depende de la buena voluntad de los actores, si quieren aferrarse a la ley pueden bloquear o rechazar ese tipo de trabajo.

JPM – ¿Usted se refiere a los integrantes de los consejos desconcentrados, por ejemplo?

EC – Por ejemplo, lo digo teniendo en cuenta el episodio de hace muy pocos días, cuando Teresita Capurro, representante de los docentes en el Codicen, dijo que "la autonomía fue obviada por el MEC” en diciembre, cuando el gobierno electo anunció los nombres que ocuparían los consejos desconcentrados, o sea, los de Secundaria, Primaria, UTU, etcétera. Dijo la profesora Capurro que el Poder Ejecutivo se atribuyó “potestades que no le corresponden" y que en el procedimiento hubo "una desviación de poderes": no le corresponde al Poder Ejecutivo designar a estas autoridades porque tiene que hacerlo el presidente del Codicen, previa consulta con el propio Consejo. ¿Entonces?

JPM – Esa es una lectura de desviación legal. El otro día hablábamos con el presidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria [Fenapes], José Olivera, que no se le puede pedir a un gobierno que deje de costado o que obvie áreas de trabajo como la educación básica. Yo no tengo recuerdo, desde 1985 para acá, de que ningún presidente de la República o ministro de Educación haya sido omiso a la hora de designar o de participar en la designación de los presidentes de los desconcentrados. Se me ocurre Sirio Nadruz, Teresita González, excelentes docentes, pero pedirle a un gobierno que no participe en la designación en los entes estratégicos… La autonomía es un espacio de autonomía técnica y de gobierno, en las designaciones, en tratar de conservar la institucionalidad. Por supuesto que el MEC no se va a meter en los criterios de designación de los docentes, eso no le corresponde ni constitucional ni políticamente, porque aparte tiene un agente en esos entes.

Pero creo que en ese sentido Teresita Capurro, una docente que ha aportado muchísimo desde su gobierno… inclusive se puede decir que la presencia hoy por hoy de los representantes de los trabajadores en los entes de la educación ha sido fruto de un proceso de negociación y articulación de la fuerza política que hoy gobierna. Se nos puede acusar de muchas cosas, pero no de violar la autonomía. Lo que se ha hecho sí, en función del programa que esta fuerza votó y de los acuerdos políticos que se procesaron, es designar, como han hecho todos los gobiernos, inclusive los anteriores, a los integrantes del consejo y del Codicen.

EC – ¿No será que faltó cumplir con algunas formalidades de intercambio, de diálogo?

JPM – Podría ser, y es entendible sí.

EC – Ahora, Wilson Netto, el presidente del Codicen, respaldó lo actuado por el MEC y dijo que tenía la potestad para actuar de la forma en que lo hizo. Por lo visto la cosa está encaminada nada menos que con las máximas autoridades de estos organismos…

JPM – Hay una sintonía de trabajo, inclusive con el conjunto de actores de Secundaria, UTU, Primaria… Respetándonos en los espacios de cada uno. Usted me preguntaba sobre las funciones de la DNE, uno de los objetivos marcados por el programa del FA y por el presidente el 1° de marzo fue que ningún muchacho de 17 años quedara por fuera del sistema educativo. Eso hoy implica reincorporar…

EC – ¿Esa es una meta para el año…?

JPM – 2020. Eso significa reincorporar a 350 mil jóvenes que hoy están por fuera del sistema educativo formal. Si usted quiere asegurarles las plazas es imposible llevar a cabo la masa de instituciones de construcciones no en cinco años, en diez años. Ahí opera la otra pata, que es por ejemplo todo el espacio de educación no formal y espacios socioeducativos. La construcción de marcos curriculares que desde lo socioeducativo habiliten que el muchacho -que como dice [el subsecretario de Educación, Fernando] Filgueira son los caídos en combate en la educación, que por lo general son pobres, son muchachitas- se incorpore a propuestas educativas que no necesariamente implican reincorporarse al liceo de las 13 materias, sino que implica generar espacios de acreditación cruzada, de experiencias laborales que en parte acrediten lo que ya sabe, pero aparte le den ofertas de trabajo muchas veces vinculadas directamente al mundo productivos, donde ahí el MEC tiene sus propias propuestas y espacios. Pero lo que hasta ahora fue cierto divorcio ahora es esta articulación. En nuestra DNE, que trabajan los Centros de Capacitación, están…

EC – Usted dice que hasta ahora hubo cierto divorcio, ¿está hablando de la experiencia del propio FA en los gobiernos anteriores?

JPM – Si, el FA tuvo que aprender también a gobernar estas autonomías. Creo que hacerse cargo…

EC – En el período pasado fueron notorios los cortocircuitos, incluso los había entre el Codicen y los consejos, ¿no?

JPM – Cuando usted me preguntaba sobre estos dos meses de trabajo, digamos que fue un trabajo de hacer posible que esos cortocircuitos, que se van a dar siempre estructuralmente, se limaran o se evitaran lo más posible.

***

EC – Hoy, casi dos meses después del comienzo de los cursos, en los liceos públicos hay 2.500 a 3.000 horas docentes sin cubrir, según dice el consejero Daniel Guasco en un informe que publicamos anoche en nuestro portal (https://www.enperspectiva.net/informes/cientos-de-cursos-de-secundaria-aun-no-comienzan-por-falta-de-docentes/). Esto implica que centenares de alumnos están teniendo clases de manera incompleta, sobre todo en zonas carenciadas de Montevideo y en ciudades del interior.

El año pasado hubo 5.000 horas sin cubrir. ¿Cómo observa el MEC una situación como esta?

JPM – Es un problema gravísimo, gravísimo, gravísimo. Creo que nosotros somos claros haciéndonos cargo de que hay una crisis estructural en el sistema educativo, que hace su síntoma final en la enseñanza secundaria. Pero hay un dato complementario: las tasas de egreso de secundaria básica en Uruguay son de las más bajas de América, y es terrible cuando llegamos a las tasas de egreso de educación media superior. Uruguay hace ya años que está clavado en 18.000 muchachos que egresan de educación media superior, técnica y común. Eso genera efectos de un taponeo del sistema muy complicado a la hora de continuar los estudios de estos muchachos. Cuando uno dice que faltan estudiantes de determinadas profesiones, enfermería, magisterio, etcétera, es porque entre otras cosas tenemos que el sistema, en un largo proceso, no ha logrado reconvertirse y viabilizar ese proceso.

EC – Con realidades como esta, de alumnos que no tienen clases de algunas materias dos meses después del comienzo de los cursos, o que incluso se completa el año y directamente no tuvieron una determinada materia, ¿cómo se puede llegar a cumplir ese objetivo del presidente Vázquez de tener al 100% de los jóvenes de 17 años en el sistema educativo en 2020?

JPM – Primero reconociendo el problema…

EC – ¿Y el otro? ¿El compromiso de que 75% de los alumnos egresen de bachillerato?

JPM – Primero reconociendo el problema.

EC – Sobre esta base, está bravo.

JPM – Es muy difícil e implica dosis de dinero lo suficientemente amplias para hacer las construcciones necesarias, para mejorar la carrera docente. ¿Por qué es que no se cubren esas vacantes?

EC – Porque faltan docentes…

JPM – Porque nadie quiere ser docente.

EC – Nadie no, afortunadamente, pero está claro que faltan docentes.

JPM – Usted agarra a un muchacho que sale de secundaria, que con cien mil esfuerzos terminó bachillerato, y tiene una oferta… Además, fruto de diez años en los que la oferta educativo terciaria aumentó muchísimo en Montevideo y el interior, con nuevas carreras y opciones públicas y privadas, hoy el muchacho tiene un amplio abanico, no es como antes, que en Flores Durazno o Artigas solo podía elegir Magisterio; hoy en el interior del país los muchachos pueden elegir en un amplia gama, y en Montevideo también.

Usted tiene hoy que las tasas de ingreso a Formación Docente están muy por debajo de lo que el país necesita, las tasas de mantenimiento y egreso de esas carrearas están muy por debajo, hay carreras… Yo siempre menciono este ejemplo: la falta de docentes de física es increíble, 20 estudiantes empiezan en primer año del Instituto de Profesores Artigas [IPA], y en cuarto año hay dos, el costo país de un estudiante de física, la otra vez sacamos el cálculo, es de 40 y pico miles de dólares. Son varios problemas, pero uno es la profesión docente, las condiciones en que esos docentes hoy… los discursos que construye la sociedad sobre esos docentes, las condiciones laborales, y creo que ahí hay una…

Como integrante de una fuerza política que hace diez años que gobierna y va a seguir estos cinco años más, tengo que hacerme cargo de esa situación, entre otras cosas en el aspecto económico, en la necesidad de transformaciones curriculares y estructurales del sistema, que implican el aprovechamiento al máximo de los recursos. Porque por un lado hay situaciones donde a principio de año hay grupos de 45 muchachos, y después muchos, sobre todo en enseñanza media, desertan o se desafilian, pero también hay, por ejemplo en bachillerato medio, grupos que desde principio de año están infra optimizados, ni hablar en Formación Docente, donde usted tiene grupos de cinco muchachos.

Uno de los desafíos es el aprovechamiento al máximo de esos recursos, el trabajo articulando esos recursos en el territorio, aprovechando los espacios locales y experiencias concretas que se han dado sobre todo en el interior, en lugares invisibilizados, donde la UdelaR aprovecha los espacios. Y el otro desafío es el fortalecimiento de la carrera sistema docente, no hay transformación educativa sin un fortalecimiento de la carrera docente.

EC – Por lo que usted mismo acaba de señalar, buena parte de esas medidas pasan por lo presupuestal.

JPM – Indudablemente.

EC – Y aquí estamos con el brete que tenemos por delante.

JPM – Ah, sí. Es la precaución que hay que tener, extrema.

EC – Por ejemplo, el número mágico de 6% del PBI destinado a la educación ¿es la solución, o no pasa necesariamente por ahí? Se lo pregunto porque el ministro [de Economía] Danilo Astori ha sido muy cauto en las declaraciones que ha hecho en estos días sobre la posibilidad de alcanzar esa meta, que el propio FA manejó en la campaña. No como un compromiso estricto: el programa no dice “se va a llegar al 6%”, dice…

JPM – “Se va a tender…” [Risas]

EC – La redacción es muy hábil, porque da para todas las lecturas, dice: “Dentro “En cumplimiento de los objetivos establecidos en este programa para la transformación de la educación y el fortalecimiento del sistema educativo público, se puede exigir presupuestalmente ir hacia el 6% del PBI”.

JPM – “Se puede exigir presupuestalmente”… El tema del porcentaje de presupuesto ya de por sí una discusión. Yo no voy a discutir con el programa del FA, por supuesto, el FA asumió esa cifra, pero por lo menos permítame poner un matiz con el tema de que el eje pasa por el porcentaje del PBI. Hace unos años plantear el 4,5% era una especie de que se acababa el mundo, y diez años de gobierno de izquierda han dado por sentado que 4,5% no es suficiente; hoy nadie discute el 4,5%, hace unos años sí se discutía. Lo que está claro es que dentro del margen de un gobierno que tiene que cuidar el sostenimiento de un proyecto de país en el que tiene Sistema Nacional de Cuidados, infraestructura, salarios, jubilaciones, Fondo de Salud, y tiene también educación. Usted no puede pensar solamente en un presupuesto educativo aislado del conjunto de gastos fijos e inerciales que tiene el sistema.

EC – Y además está el contexto externo, que es al que hace referencia insistentemente el ministro Astori en los últimos tiempos.

JPM – Ningún maestro ni profesor hoy puede pensar que el aumento presupuestal puede ir en desmedro de un equilibrio de un proceso de un país que no ha dejado de crecer en 13 años. En ese sentido el gobierno sí se compromete a tirar al máximo las inversiones en el conjunto del sistema educativo -donde la profesionalización docente es un centro-, en secundaria básica -para evitar este tipo de situaciones a las cuales usted hacía referencia-, que es otro eje de necesidades, y además que cuide el conjunto de la macroeconomía nacional.

EC – ¿La prioridad es inversiones en infraestructura y mejora del salario?

JPM – No, yo no dije salario solamente. Digo condiciones laborales, profesionalización y optimizar el gasto, que creo que es uno de los puntos centrales.

EC – La ministra Muñoz la semana pasada dijo: “nosotros queremos apostar a que el tránsito al 6% del PIB a la educación rinda de la mejor manera en edificios y en salarios". Ella habló de salarios.

JPM – Si, ella habló de salarios.

EC – Esto lo dijo cuando anunció que este gobierno había resuelto dejar por el camino el proyecto de Universidad Nacional de la Educación (Uned). Este proyecto todavía está demorado en el Parlamento, pero era una de las apuestas fuertes de la administración de [José] Mujica y el propio FA lo manejó durante la campaña. ¿Por qué se tomó esa decisión?

JPM – En parte por lo que plantea la ministra: el tema presupuestal. Otro de los puntos es que creo que hemos aprendido que más allá de la creación de instituciones el punto es qué contenido se les da a esas instituciones educativas y si se logra la coordinación de las instituciones que hoy existen.

EC – ¿Qué quiere decir con esto?

JPM – Usted hoy puede seguir creando instituciones, pero si no las ubica dentro de un panorama de contexto con otras… Hoy por hoy, por ejemplo, la coordinación en el sistema educativo terciario es fundamental, entre otras cosas para aprovechar los recursos en la formación de los docentes. El crear una nueva institución educativa per se no garantiza el conjunto de aspectos de profesionalización que le planteaba hoy. A veces sacamos los titulares: “Universidad de la Educación…”, pero si la Uned es para hacer lo mismo que se está haciendo ahora, creo que no avanzamos por ese camino.

EC – ¿Y cuál es la alternativa entonces, ya que no va a haber Uned, por lo menos en este período, ya que no van a tener por esa vía los docentes la formación universitaria a la que aspiraban? ¿Cómo se resuelve ese brete?

JPM – La formación terciaria ya la tenemos los docentes. Creo que en ese sentido es un punto…

EC – Pero estaba la demanda, incluso de los propios sindicatos docentes, de acceder a este otro nivel de formación.

JPM – El nivel de formación se tiene que seguir sustentando y no hay transformación sin la mejora clara de la formación docente, eso es algo estratégico. Lo que pone en entredicho la ministra es que la salida sea la creación de una nueva institución. La formación universitaria se podría lograr también con las instituciones existentes.

EC – Por ejemplo, ¿en qué facultad?

JPM – No necesariamente en una facultad, la conformación de institutitos universitarios… Es una discusión que se hace dentro de Formación Docente: si una universidad de la educación o un instituto universitario, como se puede desarrollar en otras áreas, que no conforme una facultad de educación docente. Creo que es un parte de los procesos de negociación que se tienen que ir generando.

EC – Una crónica del diario El País, que estuvo presente en el Paraninfo de la UdelaR cuando la ministra hizo este anuncio que veníamos comentando, describió cómo se vivió el momento entre el público: “Las palabras de la ministra no cayeron muy bien en parte de los asistentes. ‘Pah, que balde de agua fría’, dijo un profesor de una facultad a una colega, que se limitó a contestar: ‘un bombazo’.”, ¿Cómo van a lograr que este freno que acaban de poner en el proyecto Uned sea digerido?

JPM – El tema es seguir construyendo agenda y acuerdo con otros actores. No hay posibilidad de desarrollar políticas educativas en el sentido que el FA se propone sin acuerdos con las instituciones y los actores. No hay forma. Que esa sea la crónica de El País, que puede seleccionar y tomar, es un dato, no dudo que haya sido así, que haya uno o dos actores que… pero creo que parte de esto, lo que más se ha venido trabajando y asumiendo de años anteriores, es seguir con los actores, trabajando, negociando y construyendo una agenda común. No hay transformación sin esa agenda.

EC – El concepto de Sistema Nacional de Educación Pública, ¿cómo encaja en este cuadro?

JPM – Cuando el FA asumió por primera vez el gobierno, en 2005, el mensaje del entonces ministro de Educación y Cultura, el ingeniero [Jorge] Brovetto, fue que el desafío central era la construcción de un Sistema Nacional de Educación Pública, que después se vio plasmado en la Ley de Educación. Las instituciones en Uruguay siempre marcaron la agenda, UdelaR, ANEP, Primaria, Secundaria, se crearon como archipiélagos. Hoy el punto, que se engancha con lo presupuestal y con la crisis de ADN que plantea el presidente, es indudablemente cómo articular esas distintas partes. Sin duda una de las acciones nuevas que se van a desarrollar en trabajo en territorio, articulando el trabajo de los distintos municipios y comunidades departamentales, hacia un Sistema Nacional de Educación Pública donde los distintos actores logren articular proyectos comunes, que cada uno desde sus renglones presupuestales logre incorporar y poner dineros, pero aparte generando esos espacios comunes de articulación. Ese es uno de los puntos centrales de la agenda de esta dirección, trabajando también con las 19 comisiones departamentales de educación para que sean vehículos naturales de exigencia donde la sociedad civil pueda hacer efectivas las demandas a través de una infraestructura puntual.

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