El sábado el Plenario del Frente Amplio (FA) aprobó la candidatura de Alejandro Sánchez, José Bayardi, Roberto Conde y Javier Miranda a la presidencia de la coalición. Por el camino quedó la postulación del diputado de Treinta y Tres, Sergio Mier, integrante de la Liga Federal, sector que ha tenido varios choques en la interna oficialista. En diálogo con En Perspectiva, Mier dijo evalúan pedir a sus adherentes que voten en blanco en las internas de mayo como señal de protesta contra el “centralismo” montevideano del FA.
EN PERSPECTIVA
Lunes 14.03.2016, hora 10.18
EMILIANO COTELO (EC) —Este fin de semana se confirmó que serán cuatro los candidatos que disputarán el 29 de mayo la presidencia del Frente Amplio (FA), vacante desde agosto de 2015 cuando renunció a ese cargo la senadora socialista Mónica Xavier.
¿Quiénes son esos nombres? Alejandro Sánchez, José Bayardi, Roberto Conde y Javier Miranda, cuyas postulaciones fueron aprobadas en el Plenario Nacional que celebró el FA este sábado. Fuera de la contienda quedó el diputado por Treinta y Tres Sergio Mier, integrante de la Liga Federal (LF), considerado uno de los "rebeldes" del FA.
¿Cómo evalúan, él y su grupo, esta decisión del plenario? ¿Cuál es el camino que seguirán de ahora en adelante? Vamos a conversar con Mier.
NICOLÁS BATALLA (NB) —Primero una pregunta de contexto: ¿por qué pretendían, usted concretamente y la LF en general, tener un candidato para presidir el FA?
SERGIO MIER (SM) —Por dos razones. Primero, por una cuestión de principios, que es que alguna vez el interior estuviera representado por lo menos en la contienda electoral para acceder a tan algo cargo. Segundo, porque creíamos que podíamos, de alguna forma, representar o buscar reconquistar el corazón de algunos frenteamplistas, que son muy especiales, capaz que son la mayoría en este momento.
NB —¿A quiénes se refiere?
SM —A frenteamplistas que no son sectorizados y que no van a los comités de base porque no se sienten representados allí. Volver a buscar el corazón, acercarnos al frenteamplista de la feria, del boliche, del almacén, de la esquina, que quizás no esté sectorizado, que cuando llegan las elecciones busca a dónde ir a votar pero que no va, ni va a ir, a un comité de base. Creemos que quizás está en esa situación una parte importante del electorado frenteamplista.
NB —Usted no es la primera vez que queda fuera de esta contienda, ya en la elección abierta anterior que había realizado el FA usted no había reunido los votos para ser candidato.
SM —No, la otra vez había quedado más lejos, ahora en la cantidad de votos anduvimos más cerca, porque nos ayudaros sectores frenteamplistas que no lo habían hecho la otra vez.
NB —¿Esperaba que esta decisión de plenario se tomara de esta manera?
SM —Ahí había algunos datos que yo sabía que podían jugar en contra, éramos conscientes de que podían jugar en contra, y lo hicieron. En la valoración que uno hace son fundamentalmente dos. Yo soy muy respetuoso de todas las valoraciones y quiero decir de entrada que soy muy respetuoso con los cuatro candidatos que resultaron electos. Son muy buenos compañeros, muy buenas personas, y cada uno tiene credenciales suficientes para tan alta y digna valor. Lo que yo pueda decir, en absoluto va en desmedro de los compañeros, a los cuales respeto mucho en su totalidad e individualidad.
Sabíamos que esto podía ocurrir fundamentalmente por dos razones. Primero, tu sabes que quien habla, y algún otro diputado, estamos en el Tribunal de Conducta Política.
NB —Sí, está pendiente la resolución del Tribunal de Conducta Política…
SM —Está pendiente una resolución que podría haber sido tomada, quizás, en el plenario anterior, porque aparentemente hay un sobre cerrado. Por esas cosas del destino ese sobre no apareció en el plenario donde, por ejemplo, se decidió no sancionar a un diputado que también fue penado por desobediencia a la resolución de bancada, que fue [Luis] Puig, que era una cuestión igual a la nuestra.
NB —Recordemos, por las dudas: esta sanción se está estudiando a partir de que usted, su compañero de LF el diputado Darío Pérez y Víctor Semproni, se opusieron a votar tres artículos de la ley de presupuesto que el FA pretendía votar en bloque, por lo cual regía la disciplina partidaria.
SM —Exactamente.
NB —Usted dice que el hecho de que esté pendiente la sanción los puede haber perjudicado porque quizás no terminen siendo sancionados.
SM —Seguro, algunas bases de Canelones incluso manifestaron que se abstenían de votar -que en definitiva en este tipo de situaciones es como votar negativo-, esgrimiendo como argumento -que yo lo entiendo, no entiendo la sanción pero sí el argumento- que cómo iba a ser candidateable una persona que tiene una sanción pendiente, que está sometida al Tribunal de Conducta Política, que eso jugaba en contra. Creo que eso jugó en contra.
Creo que también puede haber jugado en contra la honestidad intelectual con la cual yo en algún reportaje dije que lo primero que tenía que hacer el FA es sincerarse y decir la verdad. Por ejemplo, creo que primero hay que sincerar, transparentar y ajustar a la realidad los organismos de conducción del FA, donde se conjugan sectores y bases, cuando en realidad, todos saben -y nadie lo dice- que en realidad las bases no funcionan y que lo que hacen es aportar algún votito para algún sector. Eso indudablemente es una cosa fuerte, yo sé que es fuerte decirlo, pero es lo que pienso y es lo que piensa la mayoría, aunque nadie lo dice.
NB —Usted manejaba como primer argumento en su contra el hecho de que esté pendiente la definición del tribunal de conducta. ¿Usted dice que fue demorada la resolución?
SM —Yo te voy a hacer un poco la historia de ese proceso: después de la no votación de algunos artículos del presupuesto, en forma muy rápida y actuando de oficio -que yo creo que es inédito en el FA-, el Tribunal de Conducta Política nos sancionó a los tres diputados. Nos sanciona y manda la sanción en un sobre cerrado…
NB —¿Qué implica la sanción?
SM —Bueno, no sabemos.
Una semana antes del plenario nos convoca el Tribunal de Conducta Política, o sea, después de fallar nos convoca a declarar. Obviamente nosotros no concurrimos y mandamos una carta donde decíamos que para nosotros estaba absolutamente deslegitimado el Tribunal de Conducta Política. Desde el punto de vista jurídico, porque cualquier persona antes de ser sancionada merecer ser escuchada. Pero también desde el punto de vista político, en la medida que entendíamos que en el FA había hijos y entenados.
Leyendo la reglamentación del Tribunal de Conducta Política, el para qué está, sí, está para observar o sancionar a quienes se aparten de la unidad del FA, pero esto no es solamente votar en contra de una decisión de bancada -no del proyecto ni del programa, que es otra cosa-. Es muy genérico y abarcaría, por ejemplo, las reboleadas de poncho que importantes dirigentes del FA se han hecho en forma pública, tratándose de traidores y cobardes, etcétera. Pero para eso no hubo actuación de oficio. Claro, son pesos pesados, no es un diputado de campaña.
Esto no es un ataque a la moralidad o la honorabilidad de cada uno de los integrantes del Tribunal de Conducta Política de forma personal, no pasa por ahí, lo que decimos es que desde el punto de vista político el tribunal no tiene legitimidad, y desde el jurídico mucho menos, porque ni en el futbol se sanciona antes de que sea escuchado el que cometió, aparentemente, una falta.
Esto, que debería haber entrado en el plenario para ver qué se hacía, y que seguramente así como el diputado Puig no fue sancionado porque no hubo los votos suficientes… lo que hace el Tribunal de Conducta Política es aconsejar, seguramente no hubiéramos sido sancionados y capaz que ese impedimento de alguna forma no existía.
NB —Entonces, ahora, ¿en qué está la situación de ustedes respecto a esto?
SM —No lo sabemos, es toda una nebulosa.
NB —Pero en teoría falta una resolución del Tribunal de Conducta Política…
SM —Aparentemente está en sobre cerrado y en algún otro plenario, en otro momento, va a entrar. Pero eso, ya te digo -desde el punto de vista personal, y creo que también hablo en nombre de Darío y de Semproni-, en realidad no nos preocupa, porque desde nuestro punto de vista la actuación sobre nosotros es totalmente ilegítima. Eso es arena de otro costal.
Esas dos cosas seguramente pesaron y obviamente también pesa un centralismo que existe, que es un tema en el país y que es transversal a todos los partidos políticos y todos los gobiernos. Eso está presente, sin duda alguna, los diputados del interior, lo digan o no, sabemos que está presente y que somos considerados medio de segunda. Te digo más, seguramente en estos días va a haber una reunión de diputados del FA del interior para hablar con los organismos de gobierno para que cuando los ministros o las autoridades vengan al interior por lo menos nos avisen. Ni siquiera nos tienen en cuenta para avisarnos, para que hagamos acto de presencia. No estoy inventando nada raro con esto, hay un centralismo feroz, sigue habiendo, y el no ser un diputado conocido y ser del interior, un interior que es el patio trasero del país…
NB —¿Y ser un diputado rebelde? ¿Cómo les cae ese mote a usted y a Pérez?
SM —Si no hubiera rebeldía el mundo no habría avanzado. Yo no sé si soy un diputado rebelde, soy un diputado que cree en la unidad del FA. Creo que el FA ha logrado ser gobierno y ser la mayor fuerza política del país en base a la unidad, que no se construye en base a la obediencia.
NB —¿No esperaba que, en pos de esa unidad, le “cobraran” el hecho de haber desacatado la disciplina partidaria?
SM —Bueno, yo no sé si la cobraron, pero por las manifestaciones de algunos que se abstuvieron -lo que en definitiva es negarse a esta candidatura- indudablemente el hecho de estar en el Tribunal de Conducta Política pesó. También pesó el centralismo, el que aparentemente hay hijos y entenados, el hecho de que quizás hay frenteamplistas clase A y B, y los del interior generalmente somos clase B…
NB —¿Qué decisión toma la LF a partir de esto, cómo queda su situación dentro del FA con esta sumatoria de diferencias que tienen con la fuerza política?
SM —Yo con absoluta tranquilidad, yo soy frenteamplista, lo he sido siempre… Viste que cuando uno no sigue el statu quo y dice “esto está mal”, y yo lo digo, a veces se choca, es humano. Mirá que yo esto no lo digo desde el rencor ni desde el enojo, sino desde el razonamiento. Mi relación con la fuerza política sigue siendo normal, yo sigo perteneciendo, tratando de que se llegue al espíritu que existió antes, cuando las cosas se hacían por consenso y se respetaban los disensos.
NB —¿Van a apoyar a alguno de los otros candidatos o darán libertad de acción a sus seguidores?
SM —Nos tenemos que juntar, existen varias posibilidades. Una es apoyar a un candidato, otra que cada integrante de la LF de los distintos departamentos apoye al que quiera es otra, y una tercera es que se vote en blanco, no en desmedro de los excelentes compañeros sino como un símbolo, una señal, de protesta. Porque entendemos que no hay causas reales para esto que ha sucedido y porque el interior sigue siendo desconocido.
Pero son posibilidades que conversaremos con los compañeros de la LF, esto es muy fresquito, no hay que tomar decisiones en caliente, yo digo siempre que voy a seguir perteneciendo a la fuerza política a la que pertenezco desde que soy gurí y en la que me quedé cuando podía haber tenido muchas ventajas personales en algún momento. Yo era de la 99 y cuando ésta se fue del FA yo fui de los poquitos que nos quedamos y no seguimos al referente. Ahí también fui rebelde.
NB —¿Qué va a ocurrir con la LF y la coordinación de bancada? Durante el fin de semana se mencionaba que a nivel interno se estaba manejando la posibilidad de que la LF comenzara a trancar algunas de las iniciativas del gobierno. Ustedes cuentan con dos diputados, el FA necesita todos los votos para que sus proyectos prosperen, ¿qué va a pasar con la disciplina partidaria y la coordinación con la bancada de aquí en adelante?
SM —Eso a nivel de LF no se ha manejado, incluso con Darío, que sin duda es nuestro referente, no hemos hablado, solo por teléfono. Nos vamos a ver mañana, que tenemos sesión, y ahí vamos a evaluar. Ya te adelanto que yo creo que pasa por caminos distintos la situación. Pero, ya te digo, no lo he conversado con Darío, ni siquiera con los compañeros de Treinta y Tres, mucho menos con los del resto del interior del país, a los que quiero agradecer el que hayan pensado que yo era un candidato que podía representarlos.
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Transcripción: Andrea Martínez
Foto en Home Sergio Mier y Darío Pérez, de la Liga Federal, en noviembre del año pasado cuando concurrieron al Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio a explicar porqué no votaron tres artículos del Presupuesto. Crédito: Santiago Mazzarovich/adhoc Fotos.