Entrevistas

Carlos Moreira: Parecía que Zimmer prefería una victoria del FA “porque dentro del PN iba a ganar yo”

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En entrevista con En Perspectiva el intendente electo de Colonia, Carlos Moreira, destacó la prevalencia del Partido Nacional (PN) en ese departamento, criticó la gestión de su antecesor, Walter Zimmer, también del PN, y contó cuáles serán las prioridades de su gestión.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 20.5.15, hora 8.14.

EMILIANO COTELO:
Colonia parece un departamento de tradición blanca inamovible. El Frente Amplio (FA) nunca consiguió esa intendencia y el Partido Colorado (PC) lo hizo por última vez en 1954.

Por lo visto, fieles a esa historia, el 10 de mayo los colonienses eligieron como jefe comunal al senador Carlos Moreira, que ya había ocupado ese cargo entre 1995 y 2005. Además, su triunfo fue cómodo: el Partido Nacional (PN) tuvo 15.000 votos más que la izquierda.

¿Qué diferencias tendrá la gestión de Moreira con la de Walter Zimmer? ¿Cuáles serán las prioridades?

De esos y otros temas vamos a conversar con el intendente electo de Colonia.

CARLOS MOREIRA:
Como usted bien decía, hay una larga tradición de triunfo del PN. Por lo menos desde que yo recuerdo, el PN ha gobernado el departamento de Colonia, y esta historia se reeditó ahora nuevamente el 10 de mayo, a pesar de que los pronósticos no eran tan contundentes como fue el resultado final.

EC – Cuando se habla de departamentos blancos “como hueso de bagual”, en general el ejemplo que aparece de inmediato es Cerro Largo.

CM – Flores también.

EC – Sin embargo, de manera callada, Colonia solo tiene intendencias del PN desde hace 60 años. ¿Cuál es el secreto?

CM – El partido ahí tiene una militancia muy muy fuerte, generalmente todo el mundo se tiene mucha fe. En las elecciones internas candidatos a intendente había como 18, todo el mundo aspira a llegar con este mecanismo de la elección interna, que antes no existía. De cualquier manera siempre hubo una alta competitividad en todas las fracciones del PN, que compiten con una fuerza enorme, se tienen fe. Y eso hace que la militancia se redoble. En general cuando uno dice militancia piensa en el FA, pero el PN supera al FA en el departamento de Colonia. Lo puedo asegurar porque las luchas internas siempre son duras, a veces un poco ríspidas, pero dan buenos resultados, porque de la competencia siempre salen buenos resultados. En algunos años estuvimos ahí, hacha y tiza con el PC.

EC – Claro, recuerdo por ejemplo a Jorge Sanguinetti, un aspirante fuerte.

CM – Un aspirante fuerte que perdió con Raúl Bianchi en la elección del 84, en la vuelta a la democracia, perdió por 200 y pico de votos. Después compitió conmigo, y a pesar de que los pronósticos lo daban a él como ganador, le gané por casi 4.000 votos. De cualquier manera fue una lucha hasta el último minuto. No es lo que pasó ahora, el PC llegó a 3.000 votos.

EC – Pero la competencia quedó planteada con el FA.

CM – Las encuestas daban una pequeña diferencia para el PN, Factum daba 6, 7 puntos, pero ninguna se animaba a decir “el resultado va a ser una diferencia de 15.000 votos”, que son 17 puntos.

EC – Y fue, 46.000 contra 31.000, 54% contra 37%.

CM – Exacto. El único que acertó fue Pinato; a veces dicen que Pinato exagera, pero acertó exactamente. Me mandó una encuesta y me dije “¿será verdad?”, porque parecía demasiado optimista. Y acertó perfecto. Fue el único que acertó, los demás le erraron feísimo.

EC – Se sonríe cuando lo dice…

CM – (Se ríe.) Le tengo mucho respeto y mucho afecto. Parece que es simpatizante del PN, y mucha gente dice que por eso da resultados así, pero acá fue objetivo y muy científico.

EC – ¿Y cuáles fueron las claves de ese triunfo que terminó siendo cómodo? ¿Cómo lo explica usted?

CM – Creo que tuvimos la virtud de abrir el abanico del partido. Presentamos tres candidaturas, se presentaron dos hombres jóvenes, uno de ellos íntimamente ligado a la administración Zimmer y el otro Ricardo Planchón, que no tenía los convencionales suficientes para ser candidato, pero hicimos una especie de ecuación matemática para tener tres y poder cubrir todas las preferencias. Y después la competencia interna que hubo nuevamente. Yo no tengo nada que ver con la administración Zimmer, ahí la gente tenía dos polos opuestos para elegir una cosa o la otra, y tuve una muy buena votación.

EC – Pero si comparamos su votación con la del FA, la suya estuvo por debajo de la del FA. La diferencia la hicieron los otros candidatos blancos.

CM – Efectivamente. Si yo hubiera sido candidato único seguramente habría sacado más votos; es una hipótesis. Pero sí, el Frente tuvo 31.000 y yo saqué 28.000 votos.

EC – Para usted uno de los factores determinantes fue la oferta que llevó el PN. ¿Qué más?

CM – Y los candidatos, que seguramente atraían a la gente.

EC – Y de su propuesta, por ejemplo, ¿qué fue lo que le parece que funcionó?

CM – No solo la propuesta. Es la experiencia, el carisma que pueden tener los candidatos, y naturalmente la propuesta. Quedó claramente demostrado que este escenario no tiene nada que ver con el de la elección nacional, porque blancos y colorados habíamos perdido por 1.000 votos en noviembre y ahora ganamos claramente, el PN solo. Aunque es cierto que yo tuve el apoyo del diputado del PC.

EC – Ese fue uno de los departamentos donde funcionó una especie de concertación de hecho.

CM – Sí. Fue muy cuestionada, pero el diputado Bianchi me hizo un aporte de 5.000 votos, lo que no es poco importante. Para mí fue un acto de inteligencia, de cierta independencia y de gran coraje, porque se tuvo que bancar después muchas críticas.

En mi caso particular acudí también a la memoria colectiva, sin embargo muchos jóvenes me votaron, casi le empato al FA en los jóvenes en el voto definitivo. Yo puedo acudir a lo que fue mi gestión anterior, además de aggiornarla, naturalmente, porque la Colonia de hoy no es la de hace 10 años. Entonces acudí a eso: “Recuerden mi administración, recuerden cómo llevé adelante todo, cómo me dediqué a apoyar la educación, el turismo, la cultura, el deporte”.

Ayer estaba la ministra Kechichián por el tema de la Secretaría de Deportes que se crea en la órbita de la Presidencia de la República, y hablábamos de la importancia que tienen los gobiernos departamentales en la actividad deportiva, apoyando todas las formas de deporte. Me dio una grata sorpresa, porque una de mis propuestas era que los gobiernos departamentales gestionaran las plazas de deportes, que están bastante abandonadas y que pueden ser un centro de recreación, de formación no solo física, porque la formación física también forma en valores.

EC – Pueden jugar un papel similar al de las plazas de convivencia que está impulsando el Ministerio del Interior.

CM – Correcto. En Colonia hay en casi todas las ciudades plazas de deportes, en casi todo el país viven gracias a los apoyos de las intendencias. Aquella vieja Comisión de Educación Física, que ha desaparecido, hubo una Dirección Nacional de Deportes, ahora no sabemos, estamos cuestionando la ubicación institucional de la nueva Secretaría de Deportes. Pero me parece una buena idea esa articulación de acciones entre los encargados de propiciar y desarrollar el deporte nacional y el esfuerzo de los gobiernos departamentales y locales.

EC – Usted decía: “en la campaña yo apelé a la memoria, a lo que fue mi gestión entre 1995 y 2005 como intendente”. Usted fue intendente 10 años, después pasó 10 años en el Senado, donde por ejemplo tuvo un papel muy activo en el caso Pluna. ¿Por qué quería volver a la Intendencia?

CM – Porque quería volver a las funciones ejecutivas, y porque a veces desalienta un poco el régimen de las mayorías absolutas. Porque si bien el caso Pluna fue un caso paradigmático, que terminó incluso con procesamientos, con renuncia de un ministro, del presidente del Banco República, de cualquier manera uno siente una especie de frustración cuando interpela a un ministro y al final siempre resultan satisfactorias sus explicaciones, aunque ni remotamente lo sean.

Yo el 16 de mayo cumplí 69 años, entonces a esta altura de mi vida quería retornar a mi pago, a mi raíz, y quería volver a hacer cosas concretas, esas diarias, satisfacer necesidades cotidianas, algo que en el micromundo del Parlamento uno no puede hacer. Como soy un tipo muy inquieto consideré que mi etapa parlamentaria estaba cumplida, fui elegido por tercera vez senador, pero me voy a quedar un mes y pico más. Tengo ganas de volver a hacer cosas. Además Colonia no es un departamento común, es un departamento con una diversidad de todo tipo, productiva, cultural, de trama urbana completamente diferente del resto del país.

EC – ¿El mejor departamento?

CM – Sin duda (risas), no tengo ninguna duda. ¡Pregúntele a Vargas, a ver si no opina igual que yo! (Risas.) Él tiene una radio allá también.

EC – Supongo que nuestros amigos de Colonia nos están escuchando a través de Del Sol FM, con su antena allí.

CM – Exacto, yo lo escuchaba todos los días desde allá. Uno de los problemas que tiene Colonia es que no nos llegan las noticias del Uruguay, llegan por televisión. Pero yo soy oyente de radio, me gusta más la radio que la televisión, porque puedo pensar, hacer cosas.

EC – En materia de radio la interferencia de las emisoras argentinas es todo un problema.

CM – Es imposible, todo un problema. Hay emisoras locales; radios uruguayas FM no llega ninguna y AM las que llegan lo hacen muy mal.

EC – Pero las FM locales sí.

CM – Sí, las locales que retrasmiten.

EC – Por eso es importante la retrasmisión allí.

***

EC – Decía que en la campaña se preocupó por refrescar la memoria de lo que fueron sus dos períodos de intendente. Y al mismo tiempo tomó distancia de la administración del intendente saliente, Walter Zimmer…

CM – Hace años que tomé distancia, no es de ahora.

EC – ¿Por qué no se llevaba bien con Zimmer, que pertenece al mismo partido y a la misma agrupación, Alianza Nacional (AN), que usted?

CM – Dicho con sumo respeto, hemos tenido discrepancias muy profundas, yo tengo un estilo muy diferente del de Zimmer. Tuvimos un problema hace muchos años, él cesó a seis personas que simpatizaban conmigo –algunos eran funcionarios de carrera–, en una clara desviación de poder. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo lo corrigió y obligó a la Intendencia a pagarles 600.000 dólares de indemnización. Un estilo que a veces se aparta un poco de lo que es la formalidad institucional. Yo soy abogado de formación y soy muy respetuoso de esas formas.

EC – Zimmer es médico. ¿Eso tiene algo que ver?

CM – Los médicos tienen una formación diferente, están más acostumbrados al corte; y él es cirujano, además. Generalmente la formación marca los estilos; no siempre, porque hay políticos y políticos, pero en general la formación incide después. Así que tuvimos diferencias.

EC – Si ese factor es determinante estamos en problemas: el presidente de la República es médico.

CM – Sí, es muy cierto, pero tiene un estilo más formal que el de Zimmer, hasta en la forma de vestir. Tuvimos distancias, diferencias…

EC – ¿Ideológicas también? Él ha dicho que usted representa a la derecha de AN, mientras que él es de izquierda.

CM – Él fue de izquierda casi toda su vida, fue frenteamplista hasta los 50 años, después se pasó al PN. Seguramente eso influye en su forma de pensar. Yo no me considero de derecha, además me parece que esas esquematizaciones derecha-izquierda están un poco perimidas a esta altura del campeonato. No creo que nadie se pueda hacer cargo de que es más sensible que el otro, más solidario que el otro o le guste más atender las necesidades de los más humildes que a nosotros.

Yo dediqué mi vida a eso y cuando fui intendente lo hice y muchísimo. En la crisis del 2002, la más profunda que yo recuerde en el Uruguay, atravesamos dificultades, la gente se quedaba sin trabajo y a veces no tenía para comer y nosotros desarrollamos una intensa acción social. Yo creé en mi gobierno la Secretaría de Acción Social, y lo puse a él al frente, ahí se hizo conocer. Claro, con los fondos y el apoyo que le daba el gobierno departamental, con merenderos, comedores. Ahí atendimos las necesidades de la gente, que en ese momento eran muy profundas, sin duda. Entonces no sé si ser de derecha es ser responsable, ser austero en la administración y no llenar de funcionarios la administración pública. Si eso es ser de derecha, capaz que soy.

EC – Ahora estamos avanzando más en las diferencias. Habló de diferencias en materia de procedimientos, tal vez diferencias ideológicas, políticas; ¿también diferencias en la forma de manejar los números, de administrar una intendencia?

CM – Sí, en la forma de administrar. Creo ser mucho mejor administrador que él, porque yo soy un tipo austero, por mi propia formación familiar. Provengo de una familia de origen humilde en la que todo el mundo se hizo en base a su esfuerzo, y creo que hay que cuidar el dinero propio y el dinero público mucho más aún. Yo atravesé esas circunstancias, que fueron muy muy muy malas, y lo hice conduciendo el barco bien, entregué una intendencia saneada. Cuando yo me fui los ingresos de la Intendencia eran de 16 millones de dólares, y ahora están en 65 millones de dólares. Entonces ¿cómo puede pasar que la gente se queje…?

EC – ¿Está hablando de los ingresos anuales?

CM – Sí, anuales, los propios y los provenientes de las transferencias del gobierno nacional. Con 65 millones de dólares se pueden hacer muchas cosas, se pueden hacer mejor las cosas. Yo siempre propicié el descenso de la cantidad de funcionarios, no llenar de grandes gerentes y cargos de confianza de esos bien retribuidos que enojan a los funcionarios de carrera, y dejé la Intendencia con 1.320 funcionarios, lo que me parece un número adecuado para las tareas que debe cumplir. Ahora no sé cuántos hay.

EC – ¡Cómo que no sabe cuántos hay!

CM – No sé cuántos hay, porque hay contratos, facturaciones, servicios profesionales, no sé. Además observo –algo que critiqué durante toda la campaña– un proceso muy agudo de tercerizaciones, trabajos hechos por empresas privadas que creo que perfectamente se pueden hacer con los recursos humanos y materiales de que dispone la Intendencia de Colonia, y mucho más barato, porque no pago IVA y no le hago ganar al empresario. En varias áreas de la administración departamental he observado que hay empresas privadas con fletes, con máquinas, haciendo calles.

EC – ¿Eso en sí mismo está mal?

CM – Si es exagerado está mal. Si usted no aprovecha sus propios recursos humanos y materiales, si tiene operarios, capataces…

EC – Porque esa política de tercerizaciones se ha seguido en los gobiernos nacionales también, en especial en el gobierno del PN en su momento.

CM – No digo que no haya que hacerlo, por ejemplo si tenemos que hacer una obra de gran porte, ahí hacemos una licitación con todas las garantías y demás. Las transferencias nacionales muchas veces obligan a eso, porque hay compromisos de gestión, hay que hacerlo con empresas tercerizadas. Pero en el diario caminar, en la limpieza, en el barrido, en la recolección, hasta en los servicios barométricos, ¿por qué tiene que tercerizar? Lo puede hacer perfectamente la Intendencia. Si usted tiene camiones y máquinas y operarios, ¿por qué a pagar afuera si puede hacerlo por mí mismo?

EC – A veces el problema es la falta de eficiencia.

CM – Una cosa que hice fue contratar con el servicio de ingenieros del Ejército nacional, la división que está en Florida tenía un equipo que trabajaba muy bien. Además tenía contratado con los soldados del batallón de Colonia el corte de pasto, la limpieza; no sabe cómo rendían los soldados con un cabo mirándolos al lado. Y resultaba muy barato. Se enojó mucha gente, pero ¿por qué no?

EC – Sí, las empresas de ese rubro pueden decir que eso es competencia desleal.

CM – Podría ser, pero no se quejaban las empresas. Se quejaban más los funcionarios que las empresas, porque los soldados eran muy eficientes haciendo esos trabajos.

EC – ¿Le sobraban funcionarios, entonces? ¿Despidió funcionarios por eso?

CM – No, de ninguna manera. Eran pequeños equipos para el corte de pasto en la rambla, para tareas muy sencillas, nada sofisticado. Pero rendía mucho.

EC – Ese enfrentamiento, esas diferencias tan fuertes entre usted y Zimmer, ¿han afectado, afectan a AN?

CM – Creo que no, porque cada uno va por su andarivel. Creo que tenemos lugar los dos en AN, creo que ninguno de los dos va a discutir o negar el liderazgo de Jorge Larrañaga. Con Jorge me siento muy cómodo, es el líder natural del sector y voy a continuar allí, no tengo ninguna duda. Espero que Zimmer haga lo mismo.

EC – ¿No tiene tan claro que Zimmer vaya a seguir en AN?

CM – Me imagino que sí, pregúnteselo a él.

EC – Él ha dicho que tiene más “feeling” con dirigentes del FA. Fue una declaración de hace poco.

CM – Sí. Yo qué sé, daba la sensación de que tenía más ganas de que ganara el FA que de que ganara el PN, porque dentro del partido iba a ganar yo, eso era claro. No lo digo por vanidad, todas las encuestas así lo daban, tenía clara supremacía dentro del partido.

***

EC – ¿Hasta cuándo se queda en la Cámara Alta?

CM – Seguramente un mes más. Hoy tenemos al ministro Rossi, que va a ser recibido en la Comisión de Transporte, que yo presido; hablaremos de varios temas que tienen que ver con la infraestructura vial. De Pluna no creo que hablemos hoy, lo vamos a dejar un poco de lado, vamos a hablar de otros temas, seguramente del puerto de aguas profundas, de la visión que tiene el ministro Rossi de la realidad nacional y de lo importante que es articular en materia de infraestructura física. Por ejemplo, Colonia tiene puertos comerciales muy importantes, el de Colonia del Sacramento y el puerto granelero de Nueva Palmira, que es un polo de desarrollo espectacular.

EC – También el puerto de Juan Lacaze, que ha sido refaccionado, modernizado.

CM – Sí, pero con mucho menos actividad. Nueva Palmira es algo impresionante.

EC – Sí; hasta es un problema desde el punto de vista del desarrollo de la ciudad y de la zona.

CM – Hace 15 días estuve en Nueva Palmira bajo una nube de polvo, porque ahora entran en plena época de cosecha de soja 1.300 camiones por día, en una ciudad que tiene 8.000 habitantes. Eso crea un problema ambiental que hay que considerar. Y los accesos están en muy mal estado, sobre todo el acceso al puerto de Nueva Palmira. Entonces una de las cosas que le voy a plantear al ministro Rossi es cómo podemos coordinar acciones para hacer que eso sea transitable y que no llene de polvo la ciudad. Porque si además del polvo que viene del grano todavía tenemos el polvo del suelo, esa ciudad está bajo una nube.

EC – ¿Por qué tengo la sensación de que hay ya obras o proyectos en curso a esos efectos?

CM – Sí, hay proyectos en curso de reparación vial en carreteras que están destrozadas en el departamento de Colonia, se están haciendo licitaciones para la 12 y la 55. Ahora tenemos, además de Nueva Palmira, el adicional de Montes del Plata con su carga de madera.

EC – Ahí estamos hablando de otro lugar, Conchillas.

CM – Conchillas, la ruta 55, que viene de la ruta 2, que atraviesa Ombúes de Lavalle y Campana. La parte final la hizo Montes del Plata y está perfecta, pero el resto está destrozado, entonces es inminente, creo que se licitó y ahora seguramente van a comenzar las obras. Todas cosas absolutamente imprescindibles y que son resorte del gobierno nacional, no del gobierno departamental.

Pero lo primero que hay que hacer, y eso marca que la gente sienta o no que eligió bien al intendente y a los alcaldes y los municipios, que es otro tema nuevo –no nuevo, pero en Colonia pasó de 6 a 9–, son los cometidos históricos tradicionales de las intendencias, lo que marcan la Constitución de la República y la ley del 35: ciudades limpias, bien iluminadas, calles en buen estado, asfalto, cordón cuneta, caminería rural en buen estado y tránsito seguro.

El tránsito es otra de las materias que hoy preocupan y mucho. El aumento descomunal del parque automotor ha hecho que se desordene, que los atronadores ruidos de los escapes de las motos dejen a la gente confundida y que tengamos además que prevenir la pérdida de vidas y lesiones, sobre todo en los birrodados.

EC – En esos aspectos, los básicos de la gestión de una Intendencia, ¿qué medidas tiene en preparación?

CM – Ante todo hay que conformar un buen equipo para que se ocupe de eso. En estos días estoy viendo cómo armo ese equipo, con un buen director de Tránsito, un buen director de Obras, un buen director de Hacienda, así me ocupo de todos los temas con la solvencia de poder delegar en alguien que entienda de ese tema, eso es fundamental.

EC – ¿Van a ser todos blancos esos jerarcas?

CM – No necesariamente. Va a haber del PC, naturalmente, y capaz que hay del FA también.

EC – ¿También del FA?

CM – Sí, puede haber, lo estamos pensando. Yo ya tuve, tuve a Omar Moreira de director de Cultura, socialista.

EC – Más de una vez lo hemos tenido en el programa.

CM – Personaje notable y además muy querido. Fue profesor mío de Literatura, así que lo traje, lo tuve cinco años de director de Cultura.

EC – ¿Y después de armar el equipo?

CM – Después de armar el equipo ponernos a trabajar con todo y ver exactamente dónde estamos parados en materia económica.

EC – Usted hereda una Intendencia que en el año 2013 tuvo un déficit de casi 7 millones de dólares. ¿Tiene los números de 2014?

CM – No. No sé cómo estamos ni dónde estamos parados, lo primero que tengo que hacer es una auditoría para revisar las cuentas y ver qué es lo que tenemos que corregir.

EC – ¿Esa auditoría tiene como telón de fondo la sospecha de irregularidades?

CM – No, no, sin sospecha, auditoría sin sospecha. La auditoría es una buena forma de gobernar, el control permanente, interno y externo, me parece un imperativo en cualquier gobierno, revisar las cuentas y además evitar cualquier fuga de esas que a veces se dan y el jerarca de turno ni siquiera se entera porque los controles no funcionan bien. Entonces tener controles permanentes, internos y externos. Las auditorías son necesarias, en las multinacionales, en las empresas privadas se practican, y me parece que es muy positivo hacerlo.

EC – Hablando de números, el Poder Ejecutivo se muestra muy preocupado por las finanzas de las intendencias, por la forma en que gastan las partidas que les llegan del gobierno central. Incluso el director de la OPP, Álvaro García, ha llegado a decir que están evaluando instalar cámaras en las obras hechas con recursos del gobierno central para ver cómo evolucionan. ¿Qué dice a propósito de todo ese paquete?

CM – Me parece una exageración, colocar cámaras… una especie de videovigilancia. El gobierno departamental tiene que hacerse responsable y hacer los controles también, porque ahí se asumen compromisos de gestión. El gobierno central sigue eso porque normalmente lo hacen empresas privadas. No siempre, por ejemplo hay partidas del Ministerio de Transporte y Obras Públicas para obras de caminería rural que se hacen con la maquinaria y con el personal de las intendencias. Pero muchas de las otras obras son con licitaciones públicas. Naturalmente que el gobierno departamental es responsable de controlar la calidad de la obra, que no cueste más de lo que debe costar.

Ayer en la Comisión de Constitución y Legislación el senador Mieres dijo que le interesaría que recibiéramos a la OPP para hablar de todos los temas de compromiso de gestión con empresas públicas. Y yo agregué que sería bueno que nos diera las cifras de las transferencias a los gobiernos departamentales, los compromisos de gestión y que nos diga cómo visualiza ese relacionamiento. Por lo que usted dice, porque las transferencias son importantes, porque han subido muchísimo en los últimos años, porque representan un 3,3% del presupuesto nacional, es mucho dinero.

EC – Usted hablaba de austeridad, dice que es un administrador mucho más austero que Zimmer. ¿Qué medidas piensa tomar en esa dirección? ¿Va a reducir, por ejemplo, la plantilla de funcionarios?

CM – Quiero ver dónde estoy parado. La austeridad la voy a aplicar, pero primero tengo que hacer un análisis de situación. Por eso quiero auditar, quiero saber cuánta plata tengo en el banco, cómo viene el calendario de pagos, a cuánto asciende la morosidad. Son datos que no tengo hoy, entonces no le puedo contestar si voy a reducir o no. Contractualmente no sé con qué situación me voy a encontrar, con contratos vencidos, con contratos vigentes, con gente presupuestada. Todo dependerá. Yo, como abogado que soy, no aventuro nada, no digo “voy a entrar a echar gente”; voy a ver la situación contractual de los funcionarios, cuántos son los contratos, porque generalmente se hacían contratos por un año. Hay mucha gente presupuestada también, en el año anterior a la elección se hicieron muchas designaciones, algo que también es objetable, no se puede designar en los 12 meses anteriores a las elecciones. Hay que ver todo eso, toda esa realidad jurídica.

EC – ¿Y el entorno? ¿Cómo está Colonia hoy desde el punto de vista económico?

CM – No está como antes. Hoy la agropecuaria está sufriendo, no solo la sequía, también la baja de los precios. Yo he estado en varias reuniones con productores que se quejan de que hoy resulta muy difícil plantar soja con estos costos, sobre todo para aquellos que son arrendatarios, algo que se dio mucho, se arrendaban campos a precios muy importantes. Esa realidad ya está cambiando. Hoy escuchaba no recuerdo en qué radio hablar de los productores de leche…

EC – El sector lechero está pasando por una época de precios bajos. Y en el caso de Colonia además han tenido el inconveniente serio de la planta de Ecolat en Nueva Helvecia, que cerró y produjo un impacto muy fuerte, 400 empleados…

CM – En mi pueblo, pueblo de 10.000 habitantes.

EC – … 400 empleados en una ciudad de 10.000.

CM – Además ya había tenido el concurso de Presur, una industria gráfica que estaba en la zona franca de Nueva Helvecia, que tenía 100 empleados y también cerró. Tenemos 500 puestos de trabajo que por lo menos momentáneamente están perdidos. El otro día, sin embargo, le pregunté a Murro por el tema Ecolat, y me gustó la respuesta que me dio: “Estamos trabajando en eso, a ver si podemos reabrir la empresa con ese mismo peruano Gloria o con otro inversor”. Descartaba el tema de la autogestión, que en ese caso me parece imposible, primero por el porte de la empresa, segundo porque ahí se necesita un elemento de confianza en los proveedores, que son los productores, que hay que recuperar, cosa que no es nada fácil. Porque cuando usted deja de comprar, no paga la leche y la gente se va y remite a otro lado, es muy difícil reconquistarla. Esa situación tiene una complejidad muy grande.

EC – Y a ese panorama yo le agregaría Argentina. La situación en Argentina ha llevado a que, desde hace años, bajara la llegada de turistas provenientes de Buenos Aires y cayeran también las inversiones argentinas en Colonia. ¿Esos factores cómo están afectando la actividad y las propias arcas de la Intendencia?

CM – Hoy hay problema de mano de obra sobre todo en el sector de la construcción, que está quedando sin trabajo. Montes del Plata terminó su fase de construcción, empleó miles. En Colonia se construyó mucho, propiedad horizontal, sobre todo en la rambla, edificios de muy buen porte, de gran calidad y a precios tipo Punta del Este. Hoy esos edificios están terminados, muchos sin vender y otros en construcción a un ritmo muy lento, porque no se venden. Todo eso provoca un impacto muy grande, que se siente en la economía.

EC – En resumen, ¿qué dejan todos estos elementos que manejamos?

CM – Como yo soy un buen piloto de tormenta, en vez de llegar en la prosperidad, siempre llego con los problemas.

EC – A usted le tocó manejar la crisis del 2002.

CM – Espero que no lleguemos a ese límite, que esto sea uno de los altibajos lógicos de los vientos que a veces se ponen un poco de frente, pero no tanto como entonces.

EC – ¿Qué puede hacer la Intendencia?

CM – Tenemos que alentar la inversión. Hoy estaba hablando con Vargas para reunirnos con inversores argentinos; los inversores más importantes de Colonia son argentinos, por una razón geográfica, natural, porque están enfrente, hay una ciudad ahí de 14 millones de habitantes, y a la gente le encantan Colonia y Carmelo. Seguir alentando eso. En materia impositiva lo único que puede hacer la Intendencia es bajar la contribución inmobiliaria o exonerarlos de ella, porque la tributación es toda para el gobierno nacional. Pero hay elementos, leyes de promoción de inversiones que habrá que utilizar.

Estamos pensando en instalar una oficina para atender la inversión nacional y extranjera y facilitar los trámites, porque a veces las pesadas burocracias hacen que la gente se desaliente y se vaya. Por ejemplo en materia ambiental algunos proyectos quedan detenidos en la Dinama durante mucho tiempo y la gente termina por aburrirse y se va a otro lado. Máxime cuando hoy Paraguay ofrece un escenario muy favorable para invertir, Estados Unidos también. Muchos argentinos se han ido para ahí, y uruguayos también. Entonces lo que tenemos que hacer es multiplicar la promoción y tratarlos con el mayor de los cariños para que sientan que nos importan y que pueden hacer las cosas bien y seriamente.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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