En entrevista con En Perspectiva, el candidato independiente del Partido de la Concertación para la Intendencia de Montevideo (IM) Edgardo Novick aseguró que todos los candidatos están planteando “lo mismo” porque “la IM lo que precisa es gestión” y dijo que los montevideanos “tienen que pensar cuál de los candidatos va a gestionar mejor”.
EN PERSPECTIVA
Jueves 16.4.15, hora 8.14.
(Audio José Mujica)
"Hay uno que descubrió que hay gente pobre. Ah… Resulta que está lleno de guita, la ha amasado y acaba de descubrir que hay pobres… pero qué horrible…”
(Fin audio)
EMILIANO COTELO: El ex presidente José Mujica se refirió así a Edgardo Novick, el candidato a la intendencia de Montevideo por el Partido de la Concertación que se presenta como independiente.
Pero no sólo desde la izquierda lo han cuestionado. También hay dirigentes colorados y blancos que lo ven con recelo, por la distancia que el empresario marca con los partidos y por el hecho de que se financia él mismo su campaña.
¿Qué objetivos se ha planteado Novick?
¿Cómo fundamenta sus propuestas para mejorar la gestión de la comuna?
Vamos a conversar con él en los próximos minutos…
En su publicidad, en los actos y en las entrevistas, usted se presenta como un empresario que se hizo de abajo a base de trabajo, iniciativa y honestidad. Muestra con orgullo cómo fueron sus comienzos, como feriante, acompañando a su padre. Y destaca luego su situación actual, a los 59 años, cuando maneja varias empresas exitosas, por ejemplo el restaurante La Mostaza en Tres Cruces, los locales de artículos deportivos La Cancha y Nike Shop, el hotel After y el Nuevo Centro Shopping, del cual es uno de los propietarios. ¿Por qué insiste tanto en resaltar ese perfil, lo personal, su historia, lo que hace?
EDGARDO NOVICK: Porque cuando dicen, como Mujica [se ríe]: “recién advirtió que había pobres”, se equivocan. Porque mi historia es de ahí, es de una familia humilde que ha crecido, como muchos uruguayos que nacimos en un país de oportunidades, donde todos queríamos crecer, donde todos veíamos en el trabajo la forma de crecer. Y así lo hicimos, como muchos, crecimos. Por eso sabemos perfectamente cómo vive la gente humilde, y queremos recalcar también que fuimos a escuela y a liceo públicos, una educación en esa época que nos hacía parejos con el resto de los uruguayos, fuimos bien educados. Eso nos permitió crecer en la vida con el trabajo. Creo que acá se ha querido desprestigiar la palabra “trabajo”. Los uruguayos somos hijos y nietos de inmigrantes trabajadores que hicieron mucho por este país. Y bueno, es importante que la gente conozca que fue un proceso.
EC – ¿Y por qué esos antecedentes son importantes para alguien que se presenta como candidato a la Intendencia?
EN – Porque creemos que la Intendencia debe gestionarse bien. La Intendencia necesita gestión, necesita trabajo, necesita orden. Mi vida ha sido gestionar, ha sido trabajar, Dios me dio el don de tener intuiciones y de saber administrar.
EC – “Intuiciones”… No hubo una formación, una educación en management, en gerenciamiento de empresas.
EN – Le voy a decir cuál fue mi educación. Como decía, vengo de una familia humilde, entonces era muy normal que el hombre saliera a trabajar –porque tengo dos hermanas, pero el hombre debía ir a trabajar–, ser cadete o ayudar en una empresa, debía ayudar en la casa. Aparte de estudiar, tenía eso. Mi padre tenía un puestito de frutas, y a los 14 años empecé a ayudarlo. Y enseguida vi que me gustaba el negocio e intuí que la gente necesitaba más cosas. Entonces empecé a ir al mercado con mi padre, iba de mañana, nos levantábamos a las cuatro de la mañana.
Como conversaba con la gente, sabía lo que la gente necesitaba y buscaba otras cosas. Intuía que la gente necesitaba que le diéramos más productos y trataba de comprar más productos. Ahí en la mañana yo veía si la naranja estaba barata, si la manzana estaba cara, si había que llevar más papa, si la gente iba a comprar banana. Hacía lo que hoy se hace cuando se dice “voy a hacer el presupuesto para venta del año que viene”; yo lo hacía de mañana, en el mercado, todos los días. Después iba a la feria, descargaba, y me empezó a gustar arreglar el puesto; en esa época se tiraban las naranjas, las manzanas, y yo arreglaba, hacía pilas, dejaba un local prolijo, lindo, combinaba colores, ponía frutillita por frutillita. Eso hoy en mi empresa se llama marketing, yo lo hacía todos los días en la feria. Ese es mi estudio.
Y termino con una anécdota chiquita. A las 7 de la mañana, cuando después del frío o el calor nos íbamos a tomar un café con leche con bizcochos salía del bar, me recorría todos los demás puestos para ver los precios que le habían puesto al producto. ¿Sabe cómo se llama eso? Estudio de mercado.
Esa fue mi universidad, la feria que con tanto sacrificio hice. Hoy estoy muy orgulloso, porque me enseñó lo que es el sacrificio y me enseñó todo esto del comercio, que hacíamos como muchos, miles de comerciantes lo hacen todos los días.
EC – En la campaña también subraya que está al margen de las ideologías y de los partidos. Por eso muchos lo califican como un “outsider”. Pero en realidad usted tiene algunos antecedentes en política. Fue jefe de campaña del doctor Jorge Batlle en las elecciones del año 1999, cuando fue elegido presidente. Y después durante el gobierno de Batlle funcionó como asesor de la Presidencia. Entonces, ¿no se puede decir que usted es, de hecho, colorado y batllista?
EN – Yo ayudé a Batlle en la campaña porque siempre me gustó el marketing político, siempre me gustó la política. No fui asesor de Batlle, para nada, apenas terminó yo me retiré, no quería cargos ni nunca quise.
EC – No dije que hubiera tenía un cargo, pero se mantuvo cerca de él.
EN – No, no, no, no fui asesor ni estuve cerca; al contrario, me distancié. Y después también ayudé a Lacalle en el balotaje del 2009, porque era el que tenía experiencia en marketing de balotaje, había habido un solo balotaje en la historia. Pero siempre me mantuve distante de la política, siempre voté hombres, nunca voté por un partido, siempre voté al candidato que me parecía mejor y en el momento que me parecía mejor. Y ahora pienso que soy un outsider porque creo que las cosas ya no son de izquierda o de derecha, en la Intendencia hay que hacer las cosas y hay que hacerlas bien. En su negocio uno cuando va a hacer una cosa que es buena para la empresa no está pensando si esa cosa es de izquierda o de derecha. Las cosas se hacen bien o se hacen mal.