***
EC – Volvamos a las propuestas. Yo lo había consultado a propósito de algunos de su spots. Hay uno que dice, a propósito del transporte: “Más agilidad, menos espera”. ¿Cómo va a bajar los tiempos de los recorridos de los ómnibus?
EN – Es parte de lo que explicaba antes. El tránsito es el grave problema de este país, hay que agilizar el tránsito. Hay que sincronizar los semáforos, hay que hacer programas que demoran, pero mientras tanto –no hay que esperar a armar un programa, a hacer esto, a hacer una idea– hay que hacer cosas rápidas. Hay que poner inspectores con moto, no solo de este a oeste, sino también de sur a norte. El transporte sufre los problemas del tránsito, el transporte es lento porque el ómnibus no puede pasar por arriba del auto. Le decía que ayer demoré 55 minutos de Carrasco a la Ciudad Vieja; un colaborador mío vino en ómnibus y demoró 60, casi lo mismo. Porque uno va a paso de tortuga y el transporte va así.
EC – Entonces, ¿qué tipo de medidas, aparte de la que ya mencionó con el ejemplo de la rambla?
EN – Se puede agilizar el tránsito, sincronizar los semáforos, poner inspectores, cada uno tiene que circular por su senda a una velocidad determinada… En toda esta parte del Centro (Mercedes, Colonia, Uruguay, San José) no pueden estacionar más autos. Si no estacionan más autos tenemos una senda más.
EC – ¿Y cómo resuelve el problema del estacionamiento, que es otro de los cuellos de botella?
EN – Hay que hacer más estacionamientos. Hoy los estacionamientos no son viables, va a haber que subsidiar a empresas que puedan hacer estacionamientos y que sea viable el negocio.
EC – ¿Piensa en subsidios?
EN – Para estacionamientos sí, claro. ¿Y si no cómo resolvemos el problema? Porque la Intendencia no tiene dinero para hacer estacionamientos. Hay que buscar empresas, hay que buscar terceros que quieran invertir. Hoy por hoy tiene que ser negocio para que inviertan. Así descongestionamos toda la ciudad, no puede ser que la ciudad esté congestionada y los autos estén ocho horas parados en una vereda. ¿Sabe lo que sale eso del tránsito o hacer calles? Es más fácil y menos costoso subsidiar algún estacionamiento.
EC – Propone también “más limpieza y menos basura”. ¿De qué medidas está hablando?
EN – Todo cae en la gestión, todo cae en el trabajo, todo cae en tener ganas de hacer las cosas. ¿Sabe lo que pasa? De los trabajadores que tienen que trabajar en la basura faltan el 20 % todos los días. Acá en Uruguay está pasando una cosa, está faltando más la gente, por enfermedad o por algo, no sé si es una cultura nueva, pero es una realidad; después alguien dirá cuál es el fenómeno. Pero un promedio de 5-10 % de gente nos falta en todas las empresas, a cualquiera. Yo digo: ni un carnicero ni un zapatero ni el quiosco dejan de abrir su negocio porque les falta la gente. Pero a la Intendencia le falta el 20 % sistemáticamente todos los días y deja el 20 % de la basura sin recoger. ¡Y deja el 30 % de las calles sin limpiar! La gente piensa que no hay basura, pero si uno va a los barrios ¡viven arriba de un basural!
Martínez felicitó a Ana Olivera porque se acabaron los basurales endémicos. ¿Martínez no va por los barrios donde viven arriba del barro, arriba de las aguas servidas, está lleno de ratas? Los montevideanos pagamos mucho impuesto, muy altos; necesitamos que nos devuelvan en servicio. La Intendencia debe estar para ayudar, para servir al montevideano, ¡no puede ser que alguien vaya a hacer un trámite y lo traten como si estuviera pidiendo un favor!
EC – Mencionaba recién el problema del ausentismo. ¿Cómo lo combate?
EN – Hay que organizarlo, hay que redistribuir, va a haber gente en otros lados. No puede ser que haya 9.000 empleados; y si hay, mientras hay, hay que ver cómo se apoya el área de la basura, qué puede haber, si hay gente preparada para hacer una cosa, puede haber gente preparada para manejar un camión. Habrá que hacerlo, ese tema hay que atenderlo, y hay que atenderlo sin tomar más gente.
EC – Esa es una parte del problema. Después están los carritos, y usted ha dicho: “No más carritos de ningún tipo, ni tirados por caballos ni tirados por motos”. ¿Entonces? ¿Cómo soluciona ese componente del problema?
EN – Los carritos no solucionan nada. Al contrario, los carritos no existen en ninguna parte del mundo, somos la única ciudad. Y no quiero ni tirados por caballos ni motocarros, tienen que desaparecer. El Frente hace más de 20 años que viene diciendo que los va a sacar y lo que hace es disminuir, y de a poquito, muy despacito, con los problemas… Además ni siquiera los controla, porque el carrito hoy, mientras está, tiene que estar pintado de blanco –está en la ley–, no están pintados de blanco; tienen que tener una luz que los identifique de noche, no la tienen. Y no puede haber niños, los niños están arriba del carro, esos niños después cuando sean grandes ¿qué van a hacer? Esos niños no van a estudiar, y no los estamos controlando.
EC – ¿Y hoy qué alternativa de trabajo le daría a esa gente?
EN – Hay varias cosas, pero no es sencillo. Va a haber que tener planta de reciclaje, va a haber que llevar algún clasificador, pero no van a dar las plantas de reciclaje para tomarlos a todos. Hay que ir poniéndoles una fecha, que sepan que en determinado tiempo van a tener que ir al trabajo formal; tendrán que estudiar, tendrán que ir viendo dónde van a trabajar; como mucha gente, tendrán que ir a la construcción. El gobierno también va a tener que tomar parte en este asunto, porque es un tema de gobierno. Pero no puede ser que porque sea un tema de todo el país sufran el tránsito y todos los montevideanos con este problema. A esta gente hay que decirle: “Usted vaya estudiando, vaya pensando dónde va a trabajar, porque en determinado plazo tiene que ir al trabajo formal, y tiene que estar en el BPS, sus hijos tienen que tener salud y tienen que ser educados, no como ahora, que están criando niños arriba de un carro”.
