Europa busca "salvar la Navidad", cada vez más cercada por la segunda ola de coronavirus.
Italia aplica desde este lunes nuevas medidas cuestionadas por parte de la población para "salvar la Navidad" frente a la segunda ola de coronavirus que cerca Europa, donde buscan alternativas como toques de queda para evitar nuevos confinamientos generales.
La decisión del primer ministro italiano, Guiseppe Conte, de cerrar los restoranes y bares a partir de las 18 horas, y totalmente los teatros y cines y gimnasios durante un mes fue calificada de "declaración de fracaso" por sus detractores, mientras los científicos se preguntan si bastará para contener la propagación del virus.
En Francia, la hipótesis de un reconfinamiento ya no parece descabellada, luego de que se registrara el domingo un record de más de 52.000 nuevos casos en 24 horas. El gobierno ya aplica un toque de queda nocturno en diferentes regiones, incluida la capital, París, que afecta a 46 millones de personas.
Por su parte, España determinó ayer un nuevo estado de alarma para combatir el coronavirus, una medida similar a la que se tomó en el primer pico de marzo.
A diferencia de la cuarentena decretada a principios de año, este nuevo paquete de medidas no implica un confinamiento estricto pero sí un toque de queda nocturno. También se restringirán las reuniones sociales, que tendrán un máximo de seis personas.
Luego, cada comunidad autónoma tendrá cierto margen de movimiento y la potestad de tomar otras medidas, como prohibirle el ingreso a los habitantes de otra comunidad limítrofe que tengan una peor situación sanitaria.
Para conocer cómo se está viviendo este aumento en las restricciones, nos comunicamos esta mañana con Helena Corbellini, escritora y profesora uruguaya, radicada en la región de Cataluña.
