Ignacio Sanguinetti integra el equipo de Universidad de Humboldt que desarrolló el proyecto, y explica: "La importancia del juego está relacionada directamente al aprendizaje"
Las ratas pueden aprender el juego de la escondida, lo practican con seres humanos, disfrutan de ese entretenimiento y hasta expresan claramente su satisfacción según como les vaya.
Estas son, resumidamente, las conclusiones de una investigación sobre el cerebro de los roedores que se llevó a cabo en Universidad Humboldt de Berlín y fue publicada el viernes pasado en la revista Science.
La noticia llamó mucho la atención y por eso apareció destacada en medios de comunicación de varios países del mundo. Para quienes leían esas notas desde acá había un motivo extra de interés: uno de los científicos del equipo es uruguayo y tiene 34 años.
¿Cuál es la utilidad de este trabajo? ¿Qué nos dice sobre el cerebro de la ratas y su comportamiento? ¿Qué importancia tienen los juegos en los mamíferos, incluidos los humanos? ¿Cuáles son los próximos pasos de esta investigación?
En Perspectiva lo conversó con Ignacio Sanguinetti, nacido en Montevideo, doctor en Neurobiología por la Universidad Humboldt de Berlín.
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Algunas frases destacadas de la entrevista:
- "El juego es muy importante para el desarrollo cognitivo y social, tanto en animales como en humanos. El juego está adaptando el cerebro para la vida adulta".
- "La importancia del juego está relacionada directamente al aprendizaje".
- "Las escondidas es un juego que usa algunas capacidades que son evolutivamente preferidas en animales", por eso fue seleccionado para el estudio.
- "Les enseñamos a jugar a las escondidas, pero lo hicimos sin utilizar recompensas de comida o agua. Las recompensas que usamos fueron mimos, cosquillas y el contacto con el investigador".
- Todas las ratas del estudio aprendieron los dos roles del juego de las escondidas. Se escondían de la investigadora, pero también la buscaban cuando era su turno.
Foto en Home: Konstantin Hartmann
