Entrevistas

Se calculan por miles los franceses de origen musulmán que se han volcado hacia el islamismo radical

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Un atentado ocurrido hoy a la mañana en una planta de gas en Francia volvió a disparar la alarma por la presencia de yihadistas en el país galo. Rafael Mandressi, corresponsal de En Perspectiva en Francia, aseguró que este episodio es similar al ataque ocurrido en el semanario Charlie Hebdo, ya que fue perpetrado por musulmanes de ciudadanía francesa que han atravesado un proceso de radicalización. Según Mandressi se calcula que de los seis millones de musulmanes que hay en Francia unos miles han tenido contacto con redes yihadistas.

EN PERSPECTIVA
Viernes 26.06.2015, hora 10.15

EMILIANO COTELO:
En Francia al menos un segundo hombre fue detenido hoy como parte de la investigación sobre el atentado perpetrado en una planta de gas cerca de la ciudad de Lyon, un atentado en el que una persona fue decapitada.

Un vehículo fue visto haciendo idas y vueltas sospechosas en los alrededores del complejo. Se investigó el número de matrícula y su propietario fue identificado, está arrestado, dice la fuente policial que cita la Agence France-Press. Su domicilio fue registrado, pero por el momento no se estableció ningún vínculo formal entre el ataque y esta persona.

El ataque se produjo sobre las 10.00, hora local, en una unidad perteneciente al grupo estadounidense Air Products y, como ya mencionamos, dejó una víctima decapitada, pero además dos heridos luego de la explosión que tuvo lugar.

El asunto ha generado, obviamente, mucha preocupación, no solo en Francia sino en Europa en general. ¿Se trata de una acción terrorista? ¿Cuánto hay de radicalismo islamista en sus objetivos? Vamos a conversar con nuestro corresponsal, Rafael Mandressi.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cuál es la situación a esta hora allí en Francia? ¿Cuáles son las últimas novedades?

RAFAEL MANDRESSI:
Lo último para agregar a lo que ustedes ya adelantaron es que aparentemente habría sido identificada la víctima, la persona decapitada, que no solamente estaba el cuerpo decapitado sino la cabeza colgada de un alambrado cubierta con banderas con inscripciones en árabe cuyo contenido todavía no fue divulgado. Se trataría aparentemente de un empresario de la zona y quizás, según otra información que circula, sería el propietario del vehículo con el que después ingresaron a la planta y se precipitaron sobre las garrafas de gas los autores del atentado. Esto explicaría que hayan podido entrar, porque este vehículo habría tenido la autorización de entrada a la planta.

Todo esto es evidentemente en condicional porque estas informaciones van cayendo muchas veces sin que haya una verificación completa. Lo que sí parece estar claro es que se ha identificado a esta persona, que es la única víctima mortal del atentado, aunque lo habrían matado antes de cometerlo.

Lo otro que se sabe es que en este momento toda la familia del presunto autor, que fue detenido e identificado, está siendo interrogada y que el edificio donde vivía esta familia lo evacuó un grupo de asalto de las fuerzas del orden francesas. En este viernes negro, también estuvieron los atentados en Túnez, además de eso hubo 120 civiles muertos en Kobane por el [grupo yihadista] Estado Islámico, la jornada viene bastante cargada en el sentido de noticias trágicas.

RA – ¿Allí en Francia se está estableciendo algún tipo de relación entre estos tres atentados?

RM – La pregunta se plantea, aparentemente no habría una relación entre unos y otros. La conclusión que se puede sacar, que a esta altura es bastante evidente, es que el atentado de esta mañana en Francia tiene cierto parentesco con el de enero pasado en Charlie Hebdo en el sentido de que el autor sería, como los autores del atentado de enero, un ciudadano francés, que ha sido identificado, se llama Yannis Sahli. Él vivía en la zona donde se cometió el atentado y había sido fichado por los servicios de inteligencia en 2006 como un peligro para la seguridad del Estado, por sus contactos con redes salafistas e islamistas. Ese fichaje habría sido levantado en 2008 porque aparentemente al cabo de dos años de seguimiento se encontró que no justificaba mantenerlo. Eso es lo que dio a conocer esta mañana, por ejemplo, el ministro del Interior.

En estos momentos está empezando un consejo de ministros restringido en el Elíseo con los ministros de Defensa, Interior, Justicia y Relaciones Exteriores, a la que asistirá el presidente de la República, que volvió anticipadamente de la reunión Cumbre de jefes de Estado europeos en Bruselas, mientras que el primer ministro está en Colombia. Es decir, esto ocurrió en momentos en que las dos cabezas del Ejecutivo estaban fuera del territorio.

RA – Recordabas el antecedente del atentado de Charlie Hebdo, Francia se ha convertido últimamente en uno de los países más atacados por grupos yihadistas, ¿podemos mencionar algún antecedente que explique por qué se da esta situación, por qué Francia se ha vuelto un blanco para este tipo de ataques?

RM – Si, lo primero que hay que recordar es que son ataques que vienen de adentro, los últimos ataques terroristas planificados desde fuera de Francia datan de los años 90. Estos dos últimos episodios en particular son de la misma naturaleza de los que hubo en otras ciudades europeas antes, como Madrid o Londres en los años 2000, y corresponden a personas dentro del territorio, de ciudadanía francesa, que han atravesado un proceso de radicalización a través básicamente de contactos personales pero también mucho por internet.

El hecho de que haya esta especie de concentración en los últimos meses en el territorio francés tiene que ver por un lado con la cantidad de personas que están más o menos vinculadas a estas redes de radicalismo islámico. No hay que olvidar nunca que Francia es el país de Europa que tiene la mayor comunidad religiosa musulmana, que es la segunda religión en el país y que hoy agrupa a seis millones de personas. Es decir: de los seis millones de personas alcanza con que haya unos miles, que es más o menos la cifra que circula, que ingresen en estas vías –incluso yendo a combatir muchas veces a Siria o a otros lugares de Medio Oriente– para que la probabilidad de que esto ocurra sea más alta.

Esa es para mí la explicación fundamental y es el trabajo que hacen los servicios de inteligencia y las fuerzas del orden de Francia: tratar de vigilar e identificar lo más y mejor posible a personas que puedan eventualmente pegar el salto hacia una acción violenta. Lo cual no es nada fácil, entre otras cosas porque es mucha gente para vigilar. Este atentado demuestra que si bien desde enero, desde los atentados de Charlie Hebdo, la alerta terrorista y las medidas de seguridad son máximas, eso no impide que haya lugares donde se pueda filtrar una acción de esta naturaleza. Dejando de lado la policía hay, hoy en día, 7.000 militares que están en servicio de custodia de la seguridad interna en Francia. No soy un especialista en esos temas, pero por lo que oigo no es posible afectar más gente, por lo menos más militares, a ese tipo de tareas.

De modo que la carga del combate de esto reposa fundamentalmente en los servicios de inteligencia que, como todos sabemos, no son infalibles.

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