En Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva fue condenado a nueve años y medio de cárcel por el juez federal Sérgio Moro, que tiene a su cargo la investigación del Lava Jato, la trama corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal Petrobras.
Moro sostuvo que Lula recibió sobornos de la constructora OAS entre 2006 y 2012 por un valor de 3,7 millones de reales, unos 1,1 millones de dólares, que habría destinado a reformar y amueblar un apartamento triplex de lujo en el estado de San Pablo.
Según dice el auto de procesamiento, Lula era el “líder máximo” del esquema de corrupción descubierto en la petrolera, y que por medio de desvío de fondos y el otorgamiento de sobornos el ex presidente habría financiado sus campañas políticas y las de sus aliados.
La defensa de Lula dice que, al tomar su resolución, el juez despreció las pruebas de inocencia y usó el proceso para fines de persecución al ex presidente.
Sobre esta sentencia y sus consecuencias, conversamos con nuestro colaborador en Brasil, Alberto Armendáriz.
Foto en Home: AFP/Miguel Schincariol