El déficit hídrico que afecta a unos seis departamentos puede tener efectos nocivos en el sector agropecuario de continuar acentuándose. En diálogo con En Perspectiva, el director del Sistema Nacional de Emergencias, Fernando Traversa, explicó que si la situación se sigue existiendo por 15 o 20 días más se configurará una sequía agropecuaria. Según el jerarca la situación afecta a las fuentes de agua que no están conectadas a la red de OSE, y aumenta el riesgo de incendios.
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Martes 14.04.2015, hora 10.11
EMILIANO COTELO:
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, alertó sobre una caída del Producto Bruto Interno que puede darse debido a la falta de lluvias que se viene verificando en casi todo el país y que afecta sobre todo a Durazno, Florida, Cerro Largo, Rivera, Treinta y Tres y Rocha.
Según dijo Aguerre, el país sufre los efectos de un período de calentamiento de las aguas del Océano Pacífico tropical, conocido como el efecto de El Niño, que hace probable tanto el exceso de lluvias como la escasez de agua.
No es un tema nuevo, ya ha aparecido En Perspectiva en varias ocasiones en estos días, ahora tiene esta connotación oficial por el abordaje a nivel del Consejo de Ministros, donde se lo examinó. Incluso el pro secretario de la Presidencia, Andrés Roballo, exhortó a la población a extremar cuidados ante el peligro de incendios, que es otra de las connotaciones.
Vamos a meternos en esta situación, para eso le damos los buenos días a Fernando Traversa, que es director del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
ROMINA ANDRIOLI:
¿Qué tan grave es para el Sinae esta situación de déficit hídrico que está planteada?
FERNANDO TRAVERSA:
Antes que nada, para el Sinae como organismo interinstitucional que es liderado desde Presidencia de la República a nivel nacional, pero es presidido en cada departamento por los intendentes, es una situación de preocupación. No es una situación que configure hoy una sequía pero es una situación de déficit hídrico que está afectando especialmente, dependiendo un poco los riesgos asociados de qué departamentos estamos hablando, pero…
RA – Me parece importante aclarar eso, usted decía que no es todavía una sequía y se insiste mucho en que lo que está planteado hoy en día es un déficit hídrico, ¿podemos aclara qué diferencia hay entre uno y otro?
FT – Lo que los técnicos nos explican es que hay cuatro tipos de sequía: meteorológica, agropecuaria, hidrológica y socioeconómica, como perspectivas de análisis de sequía. La definición de sequía meteorológica es que debe haber llovido por debajo de dos quintiles durante tres meses para que pueda ser nombrado formalmente sequía. En realidad nosotros estamos en este momento habiendo superado los dos meses de registros pluviométricos por debajo de los dos quintiles, en algunos departamentos, no en todo el país, y efectivamente todavía no se configura una sequía. De mantenerse esta condición por 15 o 20 días más, estaríamos ya en otra condición. Estamos esperando que en las próximas horas, sobre el fin de semana, se registren algunas lluvias que comiencen a modificar el proceso de ausencia de agua.
La sequía agropecuaria tiene más que ver con la disponibilidad de agua en suelo, la hidrológica tiene que ver con la presencia de agua en las cuencas y la socioeconómica tiene que ver con los impactos sociales y económicos que describen una sequía. En tal sentido no se describe sequía en ninguna de esas dimensiones. Sí es cierto que hay un déficit importante que está suponiendo inicialmente impactos relevantes por un lado en el acceso al agua para consumo humano, esto no quiere decir que haya una dificultad para el acceso al agua potable por intermedio de las redes de OSE.
EC – ¿Dónde está focalizado ese problema con el acceso al agua?
FT – No todas las personas en el país están dentro del sistema de OSE, tenemos familias en situación rural que se encuentran recibiendo agua por intermedio de vías pluviales, quiere decir cachimbas o aljibes, y en algunos casos pozos semi-surgentes que toman agua por escurrimiento y que ante la ausencia de lluvias ha descendido su capacidad de obtención de agua. Aquellas familias que no están en la red de OSE son las que se han visto impactadas en primer término, en tal sentido estamos atendiendo hace ya un mes y poco a unas 200 familias en siete departamentos. Para eso estamos trabajando en conjunto con OSE por intermedio de los centros coordinadores departamentales, liderados por las intendencias pero con la participación de las distintas instituciones, ya que supone muchas veces la colaboración de las Fuerzas Armadas, de OSE, del Ministerio de Desarrollo Social, de Salud Pública. Específicamente lo que estamos haciendo es proveyendo agua para alimentar estos depósitos de los cuales obtiene el agua esta población.
EC – Destaco lo que usted señalaba, en ese operativo se está trabajando hace ya un mes y medio.
FT – Exactamente, hace cerca de un mes y medio que estamos trabajando. En algunos casos semanalmente, en otros quincenalmente; ha ido aumentando la periodicidad ante lo reiterado de la ausencia de lluvias.
RA – ¿Y cuáles son los departamentos más afectados en ese sentido?, porque usted decía que son distintas las situaciones en el territorio nacional, ¿a cuáles están asistiendo con mayor asiduidad?
FT – Estamos asistiendo particularmente Cerro Largo, Tacuarembó, Durazno, Treinta y Tres, Florida, Flores, hay alguna situación en Colonia, Soriano y Salto, en cuanto al agua para consumo humano. En lo que refiere a riesgos de incendio la situación está más concentrada en el sur y el este, particularmente se han identificado incendios en Canelones, Rocha, Cerro Largo y ahora acaba de darse uno en Lavalleja. En realidad los dos riesgos asociados que están más expresos hoy son el consumo humano de agua y los incendios.
RA – ¿Qué pronóstico de lluvias tienen para los próximos días? En caso de haber, ¿son suficientes como para revertir la situación que está planteada?
FT – De acuerdo a la información que nos hace llegar el Instituto Nacional de Meteorología, tenemos la perspectiva de que, en esta semana, mañana pueden identificarse algunas lluvias, no de gran significación, sobre el viernes podría generarse una lluvia de mayor significación en todo el país. Esa lluvia, en la medida que se diera como se espera, podría ayudar a revertir en algo esta situación, particularmente en lo que refiere a los riesgos de incendios, porque el Índice Nesterov, que es el que calcula el riesgo de incendios, rápidamente se revierte sobre la base de una lluvia en todo el país.
Por otro lado está lo que se refiere a las perspectivas climáticas, en este sentido los mapas nos dicen que de mayo en adelante la situación tiende a normalizarse y por ende se observarían eventos de lluvias al menos una vez por semana. Esto no quiere decir que no vayamos a seguir monitoreando, porque al mismo tiempo las perspectivas climáticas nos están diciendo que vamos a tener una temperatura entre uno y dos grados por encima de lo que es promedialmente normal en otoño. Por ende, va a llover normalmente pero también va a evaporar más que lo habitual, por lo tanto es una situación que vamos a seguir atendiendo.
Me parece relevante incorporar que desde las otras perspectivas, desde lo agropecuario, la generación hidroeléctrica, entre otras, las situaciones son distintas. En una punta tenemos el acceso al agua para consumo humano en aquellos que no están en la red de OSE -aquellos que están dentro de la red de OSE tienen una situación de reservas adecuadas, OSE estuvo trabajando con nosotros y está todo funcionando adecuadamente-, y los incendios. En la otra punta tenemos lo que es la generación hidroeléctrica, en tal sentido tanto UTE como la represa de Salto Grande nos hacen saber que tanto por las lluvias que ha habido en el sur de Brasil y el embalsamiento en represas en el río Uruguay del lado brasileño, como por las reservas que tenemos en Río Negro, permiten tener garantizada la producción hidroeléctrica por lo menos por seis meses. Asimismo es bueno estar en el contralor porque efectivamente en este momento no están recibiendo agua directamente en las cuencas, porque en la medida que empiece a llover primero va a mojar la tierra, lo superficial, y paulatinamente va a llegar por escurrimiento hasta los embalses de los que disponen las represas.
* Foto de Rosanna Dellazoppa