Hasta la madrugada del viernes habrá un paro general de transporte a raíz de la muerte de un taxista que fue baleado en febrero. Es el segundo trabajador del sector que muere en apenas seis días. En diálogo con En Perspectiva el dirigente de la Unott, Juan Arellano, dijo que la paralización fue para "buscar una forma de que alguien los escuche" ya que hace muchos años que vienen "enterrando compañeros".
EN PERSPECTIVA
Jueves 24.03.2016, hora 8.56
EMILIANO COTELO (EC) —Lo más importante en esta jornada, lo que más impacta en la vida de todos los uruguayos, es el paro general del transporte de pasajeros convocado por la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (UNOTT) a raíz de una nueva muerte violenta de un taxista.
El trabajador Juan Bonilla, de 53 años, falleció ayer luego de 24 días internado a causa de un balazo que recibió el 28 de febrero en Santín Carlos Rossi y La Boyada, barrio La Paloma. El incidente ocurrió durante una rapiña por la cual la Justicia inició proceso infraccional a dos adolescentes, ahora internados en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU).
Es el segundo paro de este tipo en apenas seis días, porque en ese período ocurrieron dos muertes de taxistas.
Vamos a profundizar en esto, estamos con Juan Arellano, dirigente de la UNOTT.
NICOLÁS BATALLA (NB) —Antes que nada una precisión respecto al paro: estamos hablando de que en lo que respecta a los ómnibus departamentales e interdepartamentales el paro es por la jornada de hoy, a partir del viernes en la madrugada se restablecerían los servicios.
JUAN ARELLANO (JA) —Sí, la forma de implementar el paro no es para todos en el mismo horario, puede diferir una hora o una hora y media entre urbanos y suburbanos, según cómo trabaja la empresa saldría con los nocturnos. En el caso de los interdepartamentales la medida se aplica de 0 a 24, o sea que sería hasta las 24 horas de esta noche.
NB —Bien. Ya vamos a ir al tema de fondo que está claro que no es el paro, pero me interesaba precisar algo a propósito de la medida que se toma hoy: este taxista, Bonilla, había sido baleado en febrero y permanecía en CTI hasta ayer; fue con su muerte que sobrevino la decisión de tomar esta medida de paralización. Es una medida que se toma automáticamente cada vez que ocurre un episodio como este, la muerte de un trabajador [del transporte].
JA —Sí, UNOTT ya tiene previstas ciertas movilizaciones por la agresión de los trabajadores. Con muerte o con agresión la filial a la que pertenece el trabajador es la primera en comenzar la paralización, luego se comunica a UNOTT y de UNOTT se toma la decisión del paro en caso de que sea fallecimiento, si es herido ahí se ve la movilización que se hace.
NB —¿Cómo evalúan, en este contexto, circunstancias como las de estos días? Este tipo de medidas siempre genera cierta disconformidad de parte de la población, que se siente perjudicada, pero sobre todo en días como hoy, cuando mucha gente estaba emprendiendo viajes dentro del país. Además, casualmente la semana pasada había ocurrido algo similar, porque el paro fue el viernes previo a Semana de Turismo. En ese sentido, ¿cómo se discute esto en la interna de la UNOTT?
JA —En sí es una interna sola, UNOTT, pero hay tres sectores que tienen diferentes formas de trabajar, el urbano, el suburbano y el interdepartamental, que es completamente diferente y es muy complejo en su forma de trabajar dentro del país. Sabemos que la paralización molesta la gente, que molestamos a la gente, pero no es una medida contra la gente, es una medida por la vida, un luto nuestro. Es evidente lo que está pasando: sepultamos a un compañero el viernes y vamos a sepultar a otro mañana, en una semana hubo dos muertes. Tampoco es una medida contra las empresas, por eso es que en nuestro caso en ningún momento tomamos otra medida, como lo hemos hecho algunas veces en Tres Cruces o en medidas contra ciertas empresas.
En este caso fue una paralización para buscar una forma de que alguien nos escuche en esto, hace muchos años que venimos enterrando compañeros. Hay que buscar una forma, que es casi imposible, porque por más que saquen la tarjeta para que no haya plata sabemos que es muy difícil la violencia que estamos viviendo en estos días.
NB —Vayamos al tema de fondo: cómo evalúan esta situación que está transcurriendo, que en estos días ha tenido casos muy notorios pero que, como usted señalaba, viene de antes.
JA —Para nosotros son hechos que enlutan, que son muy graves, después de los cuales también es muy difícil retornar al trabajo sin saber las seguridades que vamos a tener, si vamos a volver o no. En este caso le tocó al taxi, pero anteriormente le había tocado a sectores del ómnibus. Hasta el momento no hemos tenido esos ataques en el interdepartamental, pero en la medida que esto va evolucionando todos sabemos que hoy o mañana puede ocurrir.
Para nosotros es grave y queremos una solución. ¿Cómo? No sabemos cómo puede implementar el gobierno algo que sabemos que puede ser a largo plazo, porque lo que se implemente hoy puede dar resultados a corto plazo en algunas pocas cosas, pero la educación, en eso que nosotros insistimos que haya desde que nació el chiquilín, es difícil, sabemos que es un proceso de mucho tiempo. Tenemos muchas decoraciones dentro de lo que es la crianza de una persona, tenemos una sociedad de consumo como es la actual, con drogas y un montón de cosas que adornan todo esto y que lo hacen también más tedioso. Hay veces que es más fácil en vez de trabajar o que los padres les den algo, en esa ambición también, más allá de cómo hayan sido criados, también es más fácil salir a robar que ganárselo de otra forma
NB —¿Pero al UNOTT no reclama medidas concretas sobre el tema? Usted decía que no sabe por dónde pasan las soluciones. Por ejemplo, la semana pasada la gremial de propietarios del taxi y el Ministerio del Interior acordaron instalar un botón de pánico y considerar nuevamente retirar el dinero de los móviles, algo que parecería ser una posible solución al tema, o por lo menos atenuarlo. ¿Cuál es la posición de la UNOTT con respecto a estas medidas?
JA —Para nosotros las medidas, todo lo que sea ayudar para evitar más muertes en el transporte, está bien, no decimos que estén mal ni el botón de pánico, para que pida una repuesta en el caso de estar herido o de que en ese momento la persona sienta que puede ser robada; tampoco estamos en contra de que se ponga una tarjeta y se saque la plata de arriba del taxi. Lo que sí decimos es que tenemos que seguir trabajando en el tema porque muchas veces pasa que los robos no solo pasan en el taxi, como han pasado en el ómnibus y también han matado gente, en el sector transporte: nos preocupa todo el global. En todo el global se pueden ver reacciones nuevas y capaz que no es solo hacer algo y dejarlo quieto, queremos seguir trabajando para que estas cosas no ocurran en ningún sector, esa es la idea.
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Transcripción: Andrea Martínez
Foto en Home: Taxis y ómnibus circulando por 18 de julio. Crédito: Pablo Vignali/adhoc Fotos