Entrevistas

Uruguay y Argentina ponen fin a un "viejo pleito" y acuerdan una "mirada integral" sobre puertos, dice embajador Lescano

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La reunión que mantuvieron ayer el presidente Tabaré Vázquez y su par argentino Mauricio Macri pareció dejar en claro que hubo un giro, con respecto a los últimos años, en la relación bilateral. En diálogo con En Perspectiva, el embajador de Uruguay en Argentina, Héctor Lescano, destacó la voluntad de ambos países de elaborar un plan estratégico binacional en política portuaria que contemple no sólo el aspecto comercial, sino también la infraestructura, logística, circulación, funcionamiento y la búsqueda de precios en materia de competitividad.

EN PERSPECTIVA
Viernes 08.01.2016, hora 7.33

ROMINA ANDRIOLI (RA) —La reunión que mantuvieron ayer el presidente Tabaré Vázquez y su par argentino Mauricio Macri pareció dejar en claro que la relación bilateral ha dado un giro con respecto a los últimos años.

De hecho, ambos presidentes lograron avanzar sobre algunos temas que hasta ahora habían causado fricciones entre los dos países. Por ejemplo, Macri anunció tras la reunión la derogación de un decreto de la administración kirchnerista que impedía el transbordo en puertos uruguayos de cargas originadas en Argentina, una medida que había disminuido bastante la actividad en el Puerto de Montevideo. Además, ambos presidentes aprobaron la creación de un laboratorio binacional para hacer un control ambiental un conjunto de los ríos, un tema sensible luego de la instalación de la planta de UPM en el río Uruguay. Por otro lado, Vázquez confirmó la concreción de la planta regasificadora en Puntas de Sayago y la venta de parte de lo producido a Argentina.

Vamos a profundizar en estos aspectos, para eso estamos en contacto con el embajador de Uruguay en Argentina, Héctor Lescano.

¿Dónde lo encontramos, ya de regreso en Buenos Aires?

HÉCTOR LESCANO (HL) —Estamos en Buenos Aires trabajando con el equipo.

NICOLÁS BATALLA (NB) —¿Queda mucho trabajo? Porque da la sensación de que con el resultado de ayer ya se resolvieron bastantes cosas, ¿no?

HL —Queda todavía mucho por hacer, especialmente por ayudar a implementar muchas de las cosas que se conversaron y en las que se avanzó en el día de ayer. Argentina es una embajada que tiene un volumen de trabajo permanente, no se olviden de que Buenos Aires es la segunda ciudad de Uruguay después de Montevideo y desde luego el hecho de que el gobierno argentino acabe de asumir con una agenda muy cargada, de alguna forma impone o condiciona el ritmo de las sedes diplomáticas instaladas en el país.

A partir de los resultados de la reunión de ayer, a mi juicio tan buenos, desde luego quedan pendientes muchas áreas de trabajo que es necesario seguir profundizando.

RA —Pasemos a los anuncios. En materia portuaria Macri bajó del avión con la fotocopia del decreto por el cual elimina la medida que había tomado Cristina Fernández, pero además anunciaron la elaboración de un plan estratégico binacional de política portuaria. ¿Qué implica exactamente eso?

HL —Implica tratar de poner fin definitivamente a un viejo pleito que tiene que ver con los puertos y la ubicación tan particular de los puertos de Montevideo y de Buenos Aires y el rol que han jugado en la historia. Esto viene desde muy lejos. Ese anuncio es muy importante porque, como ustedes saben, estaba afectando a los puertos de Uruguay pero también a los argentinos. Hace pocos días en una entrevista con el gobernador de Santa Fe nos expresaban también los problemas que ellos habían tenido para [sacar] parte de la producción de esa provincia, que es de un nivel muy importante en Argentina.

Entonces se trata de una mirada integral de puertos, que son varios, tiene un papel relevante por su posición estratégica y sus características y requieren de aspectos vinculados a dragado, profundidades…

RA —Justamente eso, ¿esto implica un avance en las obras de profundización del canal Martín García?

HL —Eso, como usted sabe, ya está decidido y fue un avance muy importante, tal como informó en su momento el presidente de la Comisión Administradora del Río de la Plata, el doctor [Felipe] Michelini. Por lo tanto, el Martín García, que es muy importante, va a estar en resolución en muy poco tiempo.

RA —Ya no solo con las obras de mantenimiento del dragado que están haciendo ambos países, sino ya con la profundización.

HL —Sí, con dragado, es decir, además del mantenimiento, que lo va a hacer la empresa que ganó la licitación, se trata de profundizar no solo un puerto sino los puertos de Paysandú, Fray Bentos, la terminal de Nueva Palmira, etcétera. Es decir: una visión integral que tiene en cuenta no solamente el tema comercial sino también aspectos vinculados a infraestructura, logística, circulación, el funcionamiento de nuestros puertos y la búsqueda de precios en materia de competitividad, porque en esto Argentina y Uruguay tampoco juegan solos. Partimos de la base de que habrá un incremento de las producciones y de que tenemos posibilidades de alimentar a una parte del mundo. También se consideran aspectos de naturaleza ambiental referidos a la infraestructura, desde luego.

En fin, se trata de una mirada integral de puertos y de ríos. El otro plan al que usted hacía referencia al principio está también directamente vinculado, los puertos están en vías fluviales o marítimas y todo eso requiere de un abordaje integral.

RA — Por lo que usted dice de esta política binacional portuaria imagino que también quedaron satisfechos por el lado de la aprobación pendiente de las nuevas terminales en el puerto de Nueva Palmira, un reclamo que Uruguay le viene haciendo a Argentina desde hace mucho tiempo. En ese sentido usted da a entender que también hay voluntad para avanzar.

HL —Sí, sin duda. Ese tema, hay que ser justo, venía teniendo un nivel de avance muy importante desde antes, ahora va a tener un nivel de concreción y aceleración dentro de los plazos razonables, en forma breve y con buenas soluciones, que son las dos características en casi todos los temas que se trataron. De la misma forma se estuvo conversando sobre planes integrales coparticipados en todo lo que tiene que ver con el monitoreo ambiental del río que compartimos. Ese es un tema que estaba en la agenda, especialmente de los argentinos, desde un tiempo atrás, y en el cual también estamos muy cerca de encontrar una solución. Esperemos que ésta definitivamente resuelva el tema desde una mirada integral, que tenga en cuenta muchos aspectos y que podamos realizar en forma conjunta, de ahí los anuncio de ayer de Vázquez con respecto al monitoreo científico, reconocido por ambos países y con muy alta calidad, con certificados de estándares internacionales y otra serie de puntos que a nivel de la comisión binacional se vienen trabajando.

NB —La otra noticia importante vino por el lado de la regasificadora, ¿en qué consiste el acuerdo al que arribaron?

HL —Desde luego usted comprenderá que el acuerdo no estaba escrito, no se trató de la firma de un acuerdo o un contrato que tuviera todos los puntos, las íes y las comas resueltas. Se trató de la expresión política de que se va a tratar de una obra común.

RA —Eso es importante aclararlo porque hoy se manejan distintas versiones. ¿Estamos hablando de que Argentina se involucra en la construcción y el proyecto de la regasificadora como tal o solo va a recibir el gas?

HL —Mi interpretación de las instrucciones del presidente es que se involucra en el desarrollo, los tiempos, la gestión de esta obra tan importante para el país. Argentina, como se sabe, está en emergencia energética, está con problemas de energía muy importante. El presidente Vázquez dijo casi textualmente que Uruguay solo no puede con esta obra, que ha atravesado las dificultades que la opinión pública conoce. Esperemos que a partir de esta confirmación, que requerirá, por cierto, que fundamentalmente a nivel técnico se sienten a acordar volúmenes, tiempos…

RA —Eso no está definido, entonces. No podemos decir que el volumen de producción de la planta regasificadora va a ser el que estaba previsto originalmente, eso todavía no está acordado.

HL —No, los aspectos técnicos de niveles de producción, etcétera, no se han previsto. El dato importante es que habrá regasificadora, se develo una incógnita que teníamos hasta hace pocos días desde que surgieron las dificultades conocidas, porque Argentina confirmó ayer una expresión de voluntad de participar en esta obra y de la importancia que tendría para ellos la compra de lo producido. El presidente Vázquez conoce muy en detalle el proyecto, está cerca la venida de las autoridades de las empresas que van a trabajar en el tema, la venida próximamente del barco más grande del mundo en esta materia del gas. Hubo una expresión muy clara, sin vacilación, del presidente argentino en el sentido de participar en esta obra. Supongo que de ahora en adelante habrá una etapa de trabajo para ir clarificando, pero fue un paso realmente muy importante.

NB —Usted decía recién que su interpretación era que efectivamente Argentina se iba a involucrar en el proceso de construcción de la planta, ¿a qué nivel se está manejando?, ¿ustedes se encontraron con esto ayer o ya venían manejando esta posibilidad desde antes?

HL —Comprenderá que hay detalles de eventuales preacuerdos o conversaciones que no conozco, pero a partir de la realidad nacional y del grave problema energético que existe en Argentina, que tiene una enorme importancia como factor fundamental de infraestructura hacia el futuro y especialmente en la perspectiva del desarrollo productivo, se venían manejando las posibilidades, efectivamente, de que Argentina participara.

RA —Sí, de hecho se vuelve a la idea original, la que se había manejado varios años atrás de construir la planta regasificadora en conjunto. Esa idea después se terminó abandonando.

HL —Y en este momento se retoma, como dijo el propio presidente Macri, antes era de allá para acá, ahora será de acá para allá. Estaba previsto, y existe el gasoducto que viene de Argentina, pero en este momento se trata de hacer el camino inverso y que esta obra energética sea un aspecto de integración muy importante. Esos términos, integración, complementariedad productiva, etcétera, estuvieron presentes en la consideración de todos los temas.

RA —Otro de los puntos que trataron en la reunión, que usted lo mencionó y me gustaría profundizar, es la construcción del laboratorio de última generación de control medioambiental, que va a tener un control aéreo en agua y en tierra del río Uruguay. ¿Qué implica esto con respecto a la publicación de los resultados medioambientales de la situación del río Uruguay a partir de la planta de UPM?

HL —Yo creo que está desde luego la divulgación, la absoluta transparencia de los resultados, las mediciones, etcétera, incluido dentro de esta nueva etapa y este nuevo plan, a partir de que los indicadores tendrán exactamente los mismos niveles de evaluación.

RA —¿Pero será una nueva medición, entonces? Porque hasta ahora los datos estaban, no se coincidía era en si difundirlos o no.

HL —No, y la forma de los aspectos vinculados al origen de los datos. No se trata solo de tener los datos sino también de tener la coincidencia de qué datos son los relevantes desde el punto de vista de la información requerida y necesaria para la opinión pública. En el nivel de toma de las muestras de esos datos hubo dificultades que podríamos llamar técnicas, o técnico-políticas si se quiere.

Esto significa poner en marcha una serie de puntos que ya Uruguay había venido planteando en la comisión binacional con el equipo anterior de gobierno. Se habían producido avances en la materia, no solamente en este nivel muy alto, científico, monitoreado por normas e instituciones internacionales de prestigios, sino también en otros aspectos vinculados a protocolos de visitas a la planta, de puntos en los que tomar las muestras, de la utilización de material biológico para la toma de datos… Todos elementos con los que Uruguay está muy seguro porque los ha venido realizando. La autoridad, que es la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), lo viene trabajando con la cancillería y ya había presentado al gobierno argentino algunos puntos.

Eso sumado a este clima y esta voluntad política -yo señalaba ayer también que Uruguay termina de designar un cónsul en la ciudad de Gualeguaychú, estuvimos muchos años sin representación consular en esa ciudad tan importante desde el punto de vista del trabajo fronterizo, del turismo, etcétera- que permita pensar que estamos en el umbral de resolver definitivamente un problema que para Uruguay no estaba en el primer lugar de la lista porque tenía mucha confianza en lo que estaba haciendo y en que en definitiva las pasteras no contaminaban el río.

NB —Entonces en resumidas cuentas los datos que se han recolectado hasta ahora no se van a dar a conocer y hubo un acuerdo para, en el futuro, ponerse de acuerdo desde el punto de vista técnico en cómo llevar adelante las próximas mediciones.

HL —No se entró, como se comprenderá, en ese punto de qué va a pasar con los datos recogidos hasta ahora. Yo parto de la base de que todo este trabajo conjunto, que significa el intento de superar definitivamente el problema, parte de la base de una expresión de transparencia absoluta en materia de todos los datos. Con respecto a lo anterior, no se entró tampoco ahí en un detalle.

RA —¿Hay alguna estimación de en cuánto tiempo más o menos se podrían difundir los datos?

HL —No, en eso están, como le decía, los organismos competentes, la Dinama, en trabajo junto con la cancillería, que lidera este proceso binacional. No se habló exactamente de un nivel institucional de trabajo pero podría entenderse, esto es algo muy personal, que tendría un renovado impulso de trabajo, de ritmo, animado por esta voluntad a la que hacía referencia, la comisión binacional de integración que venía funcionando ya desde tiempo atrás.

NB —¿Qué otros temas prioritarios tienen ahora para trabajar en la agenda bilateral después de estos resultados en temas que eran importantes pero se están empezando a despejar?

HL —También han sido resueltos favorablemente los temas vinculados a las exportaciones uruguayas. Ha quedado sin efecto de parte del gobierno argentino las llamadas declaraciones juradas anticipadas, que significaron dificultades tanto para las exportaciones de algunas empresas uruguayas –de cerámica, como Olmos, de papel, de plástico, autopartes, etcétera-, que o estaban dificultadas por demoras muy prolongadas de la autorización de estas declaraciones, como para las empresas importadoras argentinas que tenían dificultades de divisas. Estos temas están superados, lo cual significa retomar un volumen de comercio que es muy importante para nuestra escala.

RA —¿Estuvo planteado en la reunión el tema del Mercosur, de darle una nueva impronta, permitiendo a los socios firmar acuerdos bilaterales o avanzando en el tema de la Unión Europea (UE)?

HL —Por supuesto, el Mercosur estuvo presente, como no podía ser de otra manera, por varios aspectos.

Por un lado por la situación en la que está el Mercosur, el planteo uruguayo de lo que el canciller [Rodolfo] Nin Novoa ha llamado el sinceramiento y la mayor flexibilidad y el del presidente Vázquez, quien ha hablado de los niveles de fatiga que significa, después de 25 años, que estemos tan lejos del cumplimiento de los objetivos del Tratado de Asunción. La posición del gobierno argentino es la de buscar una mayor apertura y de estar dispuesto a considerar estos temas, además de valorar mucho el posible acuerdo con la UE.

Uruguay tiene ahora la presidencia pro témpore y el tema estuvo planteado en el sentido de dar todos los pasos políticos y diplomáticos necesarios para terminar de ajustar la oferta de la canasta mercosuriana, sabedores, por cierto, de que las dificultades están también internamente a nivel de la UE. Es conocida la posición de Francia, es conocido que hay velocidades y tiempos que no se pueden dejar de considerar porque son muchos países en juego.

Lo importante, lo nuevo, es que hay una coincidencia entre todos los países [del Mercosur] en el sentido de  trabajar muy en serio en aspectos internos, que suponen una mejora de instituciones que hasta ahora no han funcionado en materia de dilucidación de controversias. El presidente [Vázquez] se refirió a la importancia del Focem (Fondo Para la Convergencia Estructural de Mercosur), de su incremento para la realización de obras de infraestructura uruguayas y paraguayas fundamentalmente, porque es uno de los instrumentos que contribuye a solucionar el tema de las asimetrías. Desde luego, además [estuvo sobre la mesa] la mirada interna para mejorar y todo lo que eso significa, la posibilidad de contactos y de acuerdos con otros bloques continentales como el caso de la UE.

Yo creo que uno podrá ser más o menos optimista con respecto a las posibilidades con la UE, pero en todo caso lo que sí está planteado es un nuevo tiempo de acelerar y expresar a la UE mucha voluntad política del Mercosur para avanzar en un acuerdo.

El tema ambiental también estuvo presente como un compromiso a trabajar no solo en lo referente al río, que ya lo mencionamos, sino también en todos los desafíos ambientales, en los compromisos asumidos ahora en París, para trabajarlos en forma conjunta. Estuvimos conversando temas vinculados a la seguridad, etcétera, en una reunión que al realizarse el 7 de enero, que en Uruguay es un poco insólito, y que en el caso argentino es la primera que el presidente Macri tiene, antes de cumplir el primer mes de su mandato, está en sí misma señalando lo que ojala pueda ser el inicio de un tiempo de avances -en todos los aspectos, no solo desde el punto de vista económico, diplomático o comercial sino también desde lo social y lo cultural, etcétera- y de superación de temas que queden en el pasado.

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Transcripción: Andrea Martínez

Foto en Home: Héctor Lescano, Montevideo, Uruguay, 25 de mayo de 2006. Crédito: Ricardo Antúnez/adhoc Fotos.

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