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EC – Ustedes hablan de “énfasis programático”. ¿A qué aluden con eso? ¿A que hay coincidencias con los otros candidatos del propio FA y ustedes prefieren poner el acento acá o allá?
VC – Tenemos un programa único que nos une a los tres candidatos y colaboramos a elaborar colectivamente. Pero como todos sabemos, los programas del FA son grandes líneas, grandes trazados, y mucho depende de la impronta de cada candidato. Quisimos elaborar y desarrollar un poquito más algunos aspectos de ese programa, que es muy rico y abarca mucho; poner algunos énfasis, algunos puntos claves para una próxima gestión 2015-2020 de Montevideo.
EC – Uno de ellos está por el lado de la movilidad, que por otra parte se ha convertido en una de las vedettes de esta campaña, por ejemplo a partir de la crítica y la autocrítica a propósito del corredor Garzón, como ejemplo máximo de una solución que no salió bien. Usted en particular promueve la “movilidad suave”, la que utiliza la energía humana como posibilidad de desplazamiento: caminar, andar en bicicleta, ¡patinar! ¿Qué diferencias implica con respecto a lo que está haciendo actualmente la Intendencia? Porque algo se está haciendo, por ejemplo ciclovías.
VC – Promovemos pensar una movilidad que sea sustentable, que sea accesible a todos los montevideanos y montevideanas; defendemos el derecho al espacio y a moverse por ese espacio de todos y todas en Montevideo. En ese sentido estamos pensando en reorientar los recursos, que se invierten solo para los que se mueven en automóvil, e invertir en una mejora del sistema de transporte, en el ómnibus, en el uso de la bicicleta y en los peatones. En ese sentido efectivamente hay experiencias, en esta gestión se empezaron a construir ciclovías, por ejemplo. Nosotros nos juntamos con los colectivos de ciclistas, Corre Uruguay, Corre Bici, Liberá tu Bicicleta, y otros tantos compañeros, y lo que surgía era que estas experiencias –por ejemplo la creación de ciclovías– son todavía muy iniciales.
Sobre esto estuvimos conversando con la Prefectura de Porto Alegre, que nos contaron su experiencia y que están construyendo muchos kilómetros de ciclovías. Porque para tener un impacto en el uso de la bicicleta en la ciudad no podés construir pequeños tramos de ciclovías, sino que tenés construir una verdadera red de ciclovías que se conecte y que tenga realmente un impacto en cómo se mueve la bicicleta en la ciudad. Entendiendo que la bicicleta es una forma de movilidad válida más y que tiene derecho en esta ciudad. Está esta lógica de que hay que cuidarse del más grande y da miedo ser el más pequeño. La lógica acá es cuidar al más vulnerable y generar las estrategias para que la bicicleta pueda moverse.
Proponemos construir 200 km de ciclovías en red en los próximos cinco años, además de estacionamientos para bicicletas y de potenciar la experiencia de bicis públicas de la Ciudad Vieja para transformarlo en un verdadero sistema de bicis públicas que estén en distintos puntos claves, sobre todo en espacios públicos, que se integre, junto con el taxi, el tren y el ómnibus, a la tarjeta del STM (Sistema de Transporte Metropolitano). De ese modo interconectamos y generamos un verdadero sistema que va a permitir otras condiciones.









