
La Tertulia de los Viernes con
Alejandro Abal, Victor Ganón,
Juan Grompone y Carolina Porley

Desde lo alto del Palacio Legislativo, dos figuras de tres metros de altura —que representan a los caciques indígenas Zapicán y Abayubá— se asoman sobre la fachada principal. Las esculturas, instaladas de forma provisoria durante la 6ª Bienal de Montevideo, ocupan los basamentos laterales del frontón que habían permanecido vacíos durante más de un siglo.

El cacique Zapicán lideró a su tribu en la batalla de San Gabriel, donde logró vencer a las fuerzas de Ortiz de Zárate. Sin embargo, pocas semanas después fue derrotado por Garay en el combate de San Salvador, en el que perdió la vida junto a su sobrino Abayubá y otros destacados guerreros de la tribu.
La intervención artística, concebida como un aporte a la COP 30, la cumbre del clima que se celebrará la semana próxima en Brasil, fue realizada por Pablo Uribe, quien creó calcos basados en las esculturas originales de Nicanor y Juan Luis Blanes (c. 1880), ampliadas en 1930 por Edmundo Prati.
Con esta instalación se recupera parte del diseño proyectado por el arquitecto Gaetano Moretti para la fachada del Palacio, en diálogo visual con las 24 cariátides que rodean el lucernario central.
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