El corresponsal en Río de Janeiro, Alberto Armendáriz, profundiza en la historia de esta joya continental perdida, e informa sobre por qué este hecho mancha al actual gobierno de Michel Temer y a los previos del Partido de los Trabajadores, que le fueron quitando financiamiento
El Museo Nacional de Río de Janeiro era una de las joyas de Brasil. Albergaba colecciones de paleontología, artefactos greco-romanos, una colección egipcia y el fósil humano más antiguo descubierto en Brasil. Pero sus tesoros fueron arrasados el domingo por un incendio que lo devoró todo.
Inaugurado en 1818, era el mayor museo de historia natural y antropológico de América del Sur, con más de 20 millones de piezas y una biblioteca de más de 530.000 títulos. Su vicedirectora, Cristiana Serejo, explicó que detrás de esta tragedia están "la falta de dinero y una burocracia muy grande". Aseguró, además, que los detectores de humo no estaban funcionando y que el museo no tenía seguro de incendio.
Entre las piezas irreemplazables, los brasileños lloran en particular la pérdida de Luzia, "la primera brasileña", que vivió hace más de 12.000 años en estos parajes de las Américas. En esta entrevista, el corresponsal en Brasil, Alberto Armendáriz, actualiza la información respecto de esta gran pérdida para todo el continente.
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Foto: Vista aérea del museo. Crédito: AFP PHOTO / Mauro Pimentel