Agro

La Mesa Agropecuaria
Movimientos del precio de la soja, baja en la preñez vacuna y telegramas

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EC —Hay estímulos económicos… ¿para qué?

AB —Para que se haga o no se haga un mejor manejo para tener más celos y más preñez. De hecho, hay o no hay. Y discrepo con el ejemplo del zapallito, además de que es una locura pensar los zapallitos en invierno, lo peligroso es que tenemos un espejo muy cerquita, que son las ovejas. Uruguay tuvo 27 millones de cabezas de ovejas, tuvo una majada nacional de 27 millones, y hoy ni siquiera llegamos a 7 millones. Con la lógica de la oferta y la demanda, los ovejeros que quedan deberían estar metiendo trilliceras a lo loco y no debería haber ningún estímulo. Guarda, porque a veces de tanto tirar de la cadena algunos eslabones la cadena se termina rompiendo y los más afectados son los criadores. Cuando al criador le muestran un buen precio, utiliza la tecnología.

Lo otro que me asusta de esto es que en los promedios se ahogan los petisos. Porque hay un montón de productores que tienen todavía menor acceso a la tecnología, que están produciendo muy por debajo. Las diferencias no son 72-68 y el promedio 70. Las diferencias son 85-65, y si además saco el 10 % que decía Villa me queda en 50. Es dramático, porque además la lógica de esos ganaderos muchas veces ni siquiera es engordar la vaca para venderla. O es malvenderla o es mantenerla malcomiendo, para el año que viene tratar nuevamente de entorar. Esa situación es compleja.

Entonces me parece que hay estímulos, y eso es un estímulo de mercado, algún eslabón que es un poquitín hegemónico se aprovecha de otros que son más débiles.

GC —Estoy un poco de acuerdo con todos y un poco en desacuerdo con todos. Nos estamos comiendo un dato que no es menor, que es que hace cuatro años que venimos bajando. Eso es una tendencia. Atribuírselo al clima, como dice Andrés… un año, dos años, sí, pero cuatro años no, sobre todo porque tuvimos dos años muy buenos. Tenemos cuatro años de bajada.

Estoy de acuerdo con Pablo cuando dice que la tecnología está, pero está en el portón, no termina de entrar al predio. ¿Por qué esa falta de tecnología, esa falta de inversión? Para mí hay una falta de tecnología aplicada. Siendo el monto de dinero el mismo –en este caso no es el mismo, porque el ganado ha bajado un poco–, si te aparecen gastos extra tenés que redirigir ese dinero a otras cosas. Si antes invertías en mano de obra, en un pastoreo racional, en raciones, en destete precoz y hoy te apareció una contribución inmobiliaria engordada o algún impuesto al patrimonio o alguna cosa de esas y tenés que redirigir el dinero, cortás las inversiones que estabas haciendo. No olvidemos, como dijo Andrés, que la cría es el eslabón más débil –estoy 100 % de acuerdo en eso– y una de las razones por las cuales es débil es que hay un tema de escala. Para ser eficiente en la cría dependemos mucho de la escala, precisamos hectáreas. Y hoy las hectáreas están gravadas con impuestos ciegos que desgraciadamente no leen lo bien o lo mal que te va. Para mí es una explicación bastante clara. Pablo dijo que no hay un trasfondo político en esto, yo creo que algo hay, porque de hecho cuatro años de bajada son una señal, no es que se nos cayó el año pasado.

RD —Dice un oyente: “En mi humilde opinión, creo que el bajo porcentaje de preñez promedio del rodeo de cría es uno de los temas que nos pintan como país. Si la mano viene bien, vamos bien, pero si viene mal, somos incapaces de tomar las medidas necesarias para que nos vaya mejor”. ¿Cómo ves eso, Pablo?

PC —El problema ahí es el mejor y el peor, y no estoy demasiado de acuerdo en que el problema para el productor criador sean las vacas que fallaron. No puedo estar más de acuerdo con Gabriel en el sentido de que lo que se ha hecho en materia impositiva se va a pagar y tal vez haya algo de eso en la bajada de la preñez. Porque cuando subió el número de terneros y rozamos los 3 millones, eso no se produjo por mejores porcentajes de preñez, se produjo porque hubo más vacas de cría entoradas, y hubo más vacas de cría entoradas porque se liberaron espacios, por dos razones. Se liberaron espacios porque los ovinos pasaron de 27 millones a 7 y porque apareció la técnica del feedlot que saca el ganado del campo y deja más espacio para tener más vacas.

GV —Sí, pero tuviste la agricultura que crecía en ese momento.

PC —También, 1 millón de hectáreas. Pero pasamos de 10 a 12 millones de vacunos y básicamente de 3 a 4 millones de vacas entoradas. Entonces, estando de acuerdo con Gabriel en que acá hay malas señales y esto va a haber que atenderlo, vuelven los novillos que empiezan a envejecer a sacarles área a las vacas, los ovinos no vuelven, empezás a tener vaquillonas que no se entoran a los 2 años. Entonces no sé si el año que viene es buenísimo si el porcentaje de preñez puede ser 80, pero lo que sí va a ocurrir, por razones de malos estímulos, es que el número total de terneros en Uruguay va a seguir bajando sin solución de continuidad hasta que se levanten las restricciones que se han impuesto.

GC —Y envejecen los animales, que es otro tema.

AB —Plantear que el problema es el US$ 1 por hectárea del impuesto a primaria y que ese es un impuesto ciego terrible que afecta a los productores me parece un poco del recientemente finado Perry, es un dato humorístico. Cuando además ese impuesto privado que es el valor de la tierra subió desmesuradamente por los precios de fantasía de la soja y de otros productos, y el productor y sobre todo el criador o criadores fueron desplazados porque a su vez eran desplazados invernadores porque su tierra la ocuparon los productores agrícolas. Hay estímulos del conjunto de la cadena que se tienen que dar que no pueden ser definidos por el US$ 1 por hectárea por año, por un impuesto a primaria, que además es el impuesto más justo de todos los impuestos.

EC —Un oyente pregunta si el aumento de 30 % en la contribución también es de Perry.

GV —Estoy totalmente en desacuerdo con los impuestos ciegos, creo que no conducen a nada, pero coincido con Andrés en que la cantidad de terneros no se mueve por el 1 %. Creo que el tema climático es fundamental, pero también es importantísimo el tema económico, porque la tecnología está, pero la aplicamos cuando nos dan los números. Hace cuatro años, cuando teníamos casi 3 millones de terneros, el ternero en pie valía US$ 3 o más, y hoy vale US$ 2. Entonces, indudablemente, si yo tengo un ternero que vale mucha plata mi objetivo es lograr más terneros. Tengo dos caminos: mejorar la eficiencia de preñez con las mismas vacas o entorar más animales, que fue lo que pasó en aquel momento. Vacas que se engordaban se entoraron, vaquillonas que se engordaban se les echó toro, pasaron muchas cosas para que se llegara a esos terneros.

El otro concepto que para mí enraba con lo que decía Gabriel es que no podemos estudiar el porcentaje de preñez año a año, un año condiciona al siguiente. Este año estamos en un 70 %, que es un número malo histórico, pero es bueno si consideramos la seca que hubo el año pasado en gran parte del país, sobre todo en el sur. Pero el año que viene posiblemente sea peor, porque todo el mundo mantuvo los toros en el rodeo un mes más, por la seca de diciembre y parte de enero, entonces esas vacas que van a parir tarde, que hacen el 70 %, el año que viene no se van a preñar.

Otro tema que para mí es gravísimo, que no tocamos, es que si miramos la faena del año pasado, Uruguay faenó un 49 % de vacas y un 49 % de novillos. En ese momento cuando INAC presentó los números del cierre del año Pablo Caputti prendió luces amarillas diciendo “estamos en el borde de una liquidación de stock” (un volumen de vacas que estamos faenando que si se mantiene en el tiempo reduce el stock). En este momento llevamos seis meses cerrados de faena y estamos con un 52 % de vacas faenadas contra un 45 % de novillos faenados, mucho más grave que el año pasado. Y mentira que en ese 52 % de vacas faenadas que llevamos –datos reales– al 30 de junio no hay vacas preñadas. Hay un montón de vacas preñadas, porque hay gente que no hace tacto y las vacas se van al frigorífico. Entonces el año que viene, si no pasa algo y con un Niña pronosticada, el 70 % de este año va a ser maravilloso.

RD —Entonces, ¿cómo hacer si en lugar de mirar el productor miramos el conjunto del país? ¿Qué es esta señal? ¿Cómo hacemos para tener una estabilidad si nuestros ingresos en exportaciones de carne vienen por ese lado?

GV —Lo hemos dicho hasta el hartazgo. El criador desde que toma una decisión hasta que le entra un peso por un ternero precisa dos años y pico. Indudablemente para poder invertir y mejorar no precisa un ternero que valga US$ 3 y pico un año y al siguiente US$ 2. Precisa certezas, precisa estabilidades, ahí el productor va a hacer las inversiones. No precisamos enseñarle nada, la tecnología la conoce todo el mundo, no lo hace porque no le dan los números.

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