La Mesa Agropecuaria, martes 26 de julio
Parte 1
Este mes el Gobierno recibió una noticia que le dio un respiro en un contexto económico complicado y de alta conflictividad con el movimiento sindical. La empresa finlandesa UPM anunció que proyecta construir su segunda planta de celulosa, la tercera de este tipo en Uruguay, en una zona de la cuenca del Río Negro que aún está por definirse. El nuevo complejo producirá anualmente más de 2 millones de toneladas de pasta de celulosa, el doble de lo que hoy fabrica la primera planta de UPM, ubicada en Fray Bentos, a orillas del río Uruguay.
La empresa invertirá US$ 4.000 millones en la instalación del complejo industrial y en parte de la logística, lo que será complementado con unos US$ 1.000 millones a cargo del Estado uruguayo en obras de infraestructura. Según el Gobierno, la nueva planta generará unos 8.000 puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto, y será responsable de 2,3 % del PBI de nuestro país.
Parte 2
La planta de la firma finlandesa UPM en Fray Bentos es responsable por 7.000 puestos de trabajos directos e indirectos, generó en 2015 el 1,4 % del PIB de Uruguay y sus exportaciones (US$ 674 millones) explicaron el 7,7 % de las ventas de bienes de Uruguay al exterior.
Montes del Plata, la otra empresa de celulosa que opera en Uruguay, se instaló en el país en 2011 y finalizó su planta en junio 2014. Cuenta con 700 empleados propios y más de 3.000 contratados a través de empresas de servicios; sumando empleos indirectos e inducidos genera unos 5.700 puestos de trabajo anuales. Operando en régimen, suma al PBI de Uruguay US$ 844 millones, que representan 1,7 % del PBI de 2012.
Parte 3
Telegramas del martes 26 de julio.
Participaron Hoenir Sarthou, Pablo Carrasco, Guillermo Villa y Andrés Berterreche.
Coordinación: Rosanna Dellazoppa.
La Mesa Agropecuaria
Martes 26.07.2016
EMILIANO COTELO (EC) —Nos acompañan Pablo Carrasco, ingeniero agrónomo, socio fundador y director de Conexión Ganadera; Guillermo Villa, ingeniero agrónomo, productor rural radicado en Flores; Andrés Berterreche, ingeniero agrónomo y parlamentario, suplente de José Mujica en el Senado, integrante de la Comisión de Ganadería Agricultura y Pesca, que fue ministro incluso, y Hoenir Sarthou, abogado, integrante de La Mesa de los Lunes, a quien hemos invitado porque en distintas ocasiones en esa Mesa –sin ir más lejos, la semana pasada– apareció el tema que hoy queremos tratar acá.
Este mes el gobierno recibió una noticia que le dio un respiro en un contexto económico complicado y de alta conflictividad con el movimiento sindical: la empresa finlandesa UPM anunció que proyecta construir su segunda planta de celulosa, que será la tercera de este tipo en Uruguay, en una zona de la cuenca del río Negro, aún no comunicada.
El nuevo complejo producirá anualmente más de 2 millones de toneladas de pasta de celulosa, es decir, el doble de lo que hoy fabrica la primera planta de UPM, la que está localizada en Fray Bentos, a orillas del río Uruguay.
Se conoció que la empresa invertirá US$ 4.000 millones en la instalación del complejo industrial y en parte de la logística, lo que será complementado con unos US$ 1.000 millones de inversión a cargo del Estado uruguayo en distintas obras de infraestructura.
Según el gobierno, lo dijo el presidente Tabaré Vázquez en conferencia de prensa, la nueva planta generará 8.000 puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto, y será responsable de un 2,3 % del producto bruto interno de nuestro país.
Ya estamos al tanto de este asunto, ya lo hemos debatido en otras mesas, pero en esta faltaba, y La Mesa Agropecuaria pidió la volada.
Empecemos por la pregunta más básica: ¿cómo tomaron esta noticia? ¿Están de acuerdo en que haya una tercera planta de celulosa?
GUILLERMO VILLA (GV) —Sí, estamos de acuerdo. Lo diferente con respecto a las grandes inversiones que se anunciaron últimamente, como Aratirí y otras, es que esto es una inversión de una empresa que ya está instalada, que ya está trabajando y que nos da mucha ventaja porque conocemos su funcionamiento.
ANDRÉS BERTERRECHE (AB) —A mí en realidad el modelo forestal que más me gusta es otro, no es el enclave celulósico, es el de la madera de valor agregado, el de la madera debobinada, el de la madera aserrada, el de la fabricación de casas.
EC —En Uruguay existe.
AB —Sí, claro, y después lo vamos a ver. Desde el punto de vista del desarrollo territorial en general tiene un impacto por dólar invertido muy superior. Pero estas cosas no las decide el modelo de cada uno, sino quienes invierten en eso. En ese marco hay que ver qué hacer para que esto sea lo mejor para el conjunto de la sociedad.
EC —No te entusiasma particularmente.
AB —No, no es que me entusiasme o me deje de entusiasmar. Yo soy forestal, estudié forestal.
EC —Ingeniero agrónomo forestal.
AB —Tengo una Maestría en Tecnología de la Madera. Si me preguntan cuál es el modelo que tengo en mi cabeza, en mi sueño, posiblemente sea otro. Estando esto, lo que me preocupa es que el mayor impacto sea un impacto positivo y distributivo al conjunto de la sociedad uruguaya.
HOENIR SARTHOU (HS) —Para mí esto se divide en dos cosas. Por un lado, si es conveniente o no desde el punto de vista de la producción y del medioambiente, y por otro lado cómo se llega a esto, que es por donde me empezó a preocupar el asunto. Yo no tengo nada que ver con la producción agropecuaria, no conozco nada de eso, pero empecé a ver cosas raras en los mecanismos legislativos por los que se iban instalando este tipo de proyectos. Me interesa desarrollar esa idea.
EC —Pero ¿sobre la planta misma?
ROSSANNA DELLAZOPPA (RD) —No te es una buena noticia.
HS —No me parece una buena noticia. No me parece que sea el mejor negocio para el Uruguay, tal como está encarado, y no me parece que lo haya decidido Uruguay. Ninguna de las autoridades nuestras que anuncian las cosas ha resuelto esto, hay rastros legislativos que vienen de muy atrás que lo demuestran.
EC —Pero ¿cómo va a resolver el gobierno la instalación de una planta de celulosa? Es evidentemente una decisión de una empresa privada, cuando ocurre es una decisión de una empresa privada.
HS —Estoy hablando de la política de forestación, de la financiación de la forestación, de la regulación de la forestación. Nada de eso ha sido resuelto por las autoridades.
RD —Tú decís que el gobierno está omiso frente a ese tema.
HS —No, yo digo que el gobierno está cumpliendo planes ajenos. Y no de ahora, la resolución de que se instalen estas plantas no es de ahora.
RD —Han pasado por lo menos cinco presidentes desde el inicio.
HS —Sí, claro; y no importa el partido, no importa el gobierno, la política forestal sigue y no la resuelve ni la discute el Uruguay. Hace 30 años que estas cosas se decidieron en otro lado.
PABLO CARRASCO (PC) —Creo que es una noticia que a la enorme mayoría del Uruguay le satisface. Creo que es una noticia para el interior del país. Es difícil distinguir el Uruguay con y sin esta planta o las plantas anteriores si no lo mirás en clave de interior, si no lo mirás por lo que era Fray Bentos y lo que es, lo que era Conchillas y lo que es, lo que era Rivera y lo que es, lo que era Tacuarembó, lo que es Guichón hoy después de la parte de invernáculos que puso UPM allí. Si no estás atento o si no conociste el interior, tenés una mirada totalmente diferente.
Y después, más allá de que creo que es una buena noticia para la enorme mayoría, creo que la discusión de si sí o no, de si este modelo o este otro, es una discusión dentro de la izquierda, no es una discusión afuera de la izquierda, y es de sectores que tienen otro modelo. Yo prefiero el planteo de Andrés, que dice que a él le gustaría otro, y quiero que trabaje por ese otro modelo, pero que se haga celulosa en Uruguay no prohíbe que se hagan casas, se van a hacer las dos cosas.
RD —Dicha la opinión global, el ideal sería argumentar un poquito más. Por ejemplo, Pablo con esto deja picando el tema de de qué tipo de discusión es. Propongo que cada uno tome un poquito más de tiempo para analizar la respuesta rápida que dio.
AB —Lo que dijo Hoenir me toca de varios lados. Además porque leí Voces, y las incorrecciones que hay ahí.