Alberto Fernández asumió ayer la Presidencia de la República Argentina y Cristina Fernández de Kirchner volvió al poder como vicepresidente.
En la ceremonia en el Congreso, luego de recibir de Mauricio Macri el bastón y la banda presidencial, Fernández realizó su primer discurso como mandatario.
En esa disertación llamó a construir “un nuevo contrato social fraterno y solidario” y que permita "superar el muro del rencor y del odio":
Superar los muros emocionales, significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra Nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones. Tenemos que suturar demasiadas heridas en nuestra patria. Apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando. Actuar de ese modo, sería los mismo que empujarnos al abismo. Lo expreso desde el alma, tanto a quienes me votaron como a quienes no lo hicieron. No cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro.
Entre los anuncios, por ejemplo, estuvo la puesta en marcha del Plan Integral Argentina contra el Hambre, cuyo objetivo es atacar la pobreza en los núcleos más duros y asegurar la alimentación a los casi siete millones de argentinos con inseguridad alimentaria. El presidente también dijo que el Gobierno tiene la voluntad de pagarle al Fondo Monetario Internacional y a los tenedores de deuda soberana argentina pero advirtió que "no hay pagos de deuda que se puedan sostener si el país no crece".
La Tertulia de los Miércoles con Christian Mirza, Teresa Herrera, Carmen Asiaín y Marcos Methol Sastre.
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