
Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS
La Tertulia de los Viernes con Alejandro Abal, Víctor Ganon, Juan Grompone y Ana Ribeiro.
Un corte de energía eléctrica afectó ayer de tarde a más de 150.000 usuarios en varios barrios de Montevideo, entre ellos Centro, Parque Rodó, Pocitos y Carrasco. Según UTE, el apagón se debió a una “apertura de transmisión” que dejó fuera de servicio tres subestaciones clave del sistema eléctrico de la capital.
En la zona no solo se interrumpió el acceso a la electricidad sino también a otros servicios fundamentales: en las calles los semáforos dejaron de funcionar, los comercios se vieron obligados a cerrar momentáneamente porque no podían facturar y muchas oficinas y hogares quedaron sin conexión a internet. Al mismo tiempo las personas miraban preocupadas sus teléfonos celulares para calcular cuánta carga quedaba en la batería.
Sin llegar a ser, ni por asomo, un incidente masivo como el corte que el mes pasado golpeó durante varias horas a España y Portugal, el caso de ayer enciende alertas sobre nuestra forma de vida actual: ¿Hasta qué punto hemos delegado funciones básicas en la tecnología? ¿Cuánto tiempo podemos sostener nuestras rutinas sin contar con electricidad o baterías?
Este corte de luz es más que un problema técnico: es una oportunidad para pensar en nuestra vulnerabilidad digital y en la necesidad de fortalecer nuestras infraestructuras, así como nuestros hábitos.
Viene de: La bandera de Artigas y su simbolismo: ¿un elemento de identidad nacional?