En Argentina una resolución que flexibiliza el uso de las armas de fuego por la Policía generó el rechazo de la oposición, la condena de organizaciones de derechos humanos e inclusive divisiones dentro del gobierno de Mauricio Macri.
La nueva normativa da mayor libertad a los policías, que ahora ya no tienen que limitarse a disparar sólo cuando son víctimas de agresión. Ahora podrán hacerlo si consideran que están en situación de peligro. También podrán disparar sin dar necesariamente la voz de alto. Y, es más, ni siquiera es imprescindible que la persona a la que le disparan también tenga en su poder un arma de fuego.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich dijo que la nueva reglamentación termina con una restricción que obligaba a las fuerzas del orden a ser “una policía de brazos caídos”.
(Audio Bullrich)
Esto lo que hace es generar una situación en la que el Policía al que nosostros le damos un arma va a poder proteger a la sociedad y no va a tener que retroceder como hemos visto en muchos casos, esconderse y no hacer nada, porque el solo hecho del uso del arma lo ponía en una situación de juzgamiento inminente por parte de la justicia.
(Fin audio)
Desde la oposición se interpretó este cambio como una legalización de las prácticas de “gatillo fácil”. Pero también desde la coalición oficialista Cambiemos hubo críticas. La diputada Elisa Carrió se refirió en duros términos al nuevo reglamento. Dijo que “viola los derechos humanos fundamentales” y advirtió: “nosotros no vamos a ir al fascismo”.
En el grupo de Carrió creen que este tipo de políticas asimilan al gobierno de Macri con las posturas del brasileño Jair Bolsonaro y que es necesario poner un freno a quienes quieren que Cambiemos vire a un “populismo de derecha”.
La Mesa de los Viernes con Ivette Trochón, Gonzalo Pérez del Castillo, Juan Grompone y Fernando Butazzoni.
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