Foto: Facultad de Arquitectura (ORT)
El municipio B de Montevideo ya lleva realizadas 300 intimaciones a edificios y casas para que retiren pinchos y otros objetos cortantes que son colocados para impedir que personas en situación de calle duerman o dejen objetos en los frentes de algunos inmuebles, sobre las veredas.
Según informó El País, las intimaciones se efectuaron luego de la muerte de un hombre que en el mes octubre tropezó en la vía pública y cayó sobre unos “pinchos” que habían sido instalados en la puerta de un edificio en la calle Héctor Gutiérrez Ruiz y Durazno. Luego de ese episodio el municipio pidió a la intendencia que se haga un relevamiento de la utilización de estos objetos, conocidos como “arquitectura hostil”. Además, le solicitó a la comuna que se elabore una normativa para la eliminación de estos elementos.
Para atender el planteo, la Intendencia de Montevideo creó un grupo de trabajo integrado por la Secretaría General y varias direcciones y servicios de la intendencia.
Hablando el jueves pasado en FM Del Sol, el intendente Mauricio Zunino dijo que la intención de esta comisión es resolver las “dudas jurídicas” sobre esta situación.
“Hay interpretaciones jurídicas distintas. Está la de que aquello que es hostil y que puede dañar a las personas no necesita normativa para su retiro. Hay otra que dice que se precisa una norma específica”.
La semana pasada la familia del fallecido difundió una carta abierta en la que relata que el joven estuvo 51 días internado y debió ser sometido a dos operaciones craneales por las heridas que sufrió. Murió el 16 de noviembre.
En el texto se hace referencia a los múltiples comentarios que, principalmente a través de las redes sociales, generó el hecho. La familia afirma que el debate sobre este tipo de elementos de “arquitectura hostil” no debe ser un “asunto de política partidaria” y pide su retiro de la ciudad.
La Tertulia de los Lunes con Martín Bueno, Diego Irazábal, Gabriel Mazzarovich y Ana Laura Pérez.