Foto: SAID KHATIB / AFP
Israel se encuentra en guerra desde el sábado, cuando el movimiento islamista Hamas lanzó un ataque sorpresivo por tierra, mar y aire contra varias localidades de ese país.
Más de 800 personas han perdido la vida del lado israelí y más de 2.600 resultaron heridas; además, varias decenas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, fueron secuestradas y llevadas a Gaza.
Del lado palestino, 687 personas murieron por los bombardeos israelíes y 2.900 resultaron heridas, según las últimas cifras de las autoridades locales.
Ayer, el ejército israelí ordenó un “asedio completo” a la Franja de Gaza, el enclave gobernado por Hamas desde 2007, desde donde partió la ofensiva. La orden implicó el cese del suministro de agua, electricidad y alimentos a este territorio de 360 km2 donde viven más de 2 millones de palestinos.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas israelíes anunciaron que retomaron el "control" de las localidades del sur que habían sido infiltradas por milicias de Hamás, aunque admitió que aún "podría haber terroristas en la zona".
En tanto Hamas advirtió ayer que cada vez que ocurra un ataque israelí sin previo aviso, procederá a ejecutar a uno de los 150 rehenes que tiene cautivos desde el sábado.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió prepararse para una guerra "larga y difícil" y llamó a formar un gobierno de "unidad nacional".
"Lo que Hamás vivirá será difícil y terrible (…) vamos a cambiar Oriente Medio", dijo.
En las Fuerzas Armadas israelíes admiten que la operación terrorista de Hamás los tomó por sorpresa. “Este es nuestro 11 de septiembre”, comentó Nir Dinar, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). “Nos sorprendieron”, agregó.
¿Qué significa este ataque? ¿Cómo es posible que Israel haya sido vulnerado de esta forma?
La Mesa de Análisis Internacional con Miguel Brechner, Gustavo Calvo y Leonel Harari.
Continúa en: Ataque de Hamás a Israel: ¿Qué impactos puede tener?