Michel Temer asumió ayer la presidencia de Brasil, que ocupará hasta el final de este período de gobierno el 31 de diciembre de 2018, luego de que el Senado encontrara culpable de “delitos de responsabilidad fiscal” a la ex mandataria Dilma Rousseff, y la separara del cargo.
Luego de tomar posesión en una breve ceremonia que tuvo lugar en el mismo Senado, Temer encabezó una reunión de gabinete donde respondió a Rousseff, que unas horas antes había vuelto a acusarlo de golpista y prometido que el Partido de los Trabajadores volvería al Gobierno.
A nivel regional el resultado del juicio político provocó que Bolivia, Venezuela y Ecuador retiraran a sus embajadores en Brasilia. El presidente boliviano, Evo Morales, aprovechó y criticó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, por no pronunciarse cuando hay una conspiración de la derecha.
Aquí en Uruguay el PIT-CNT organizó un acto en apoyo a Dilma Rousseff donde el principal orador fue el senador José Mujica. Si bien el ex presidente dijo que el juicio político fue “un golpe de Estado anunciado hacía rato”, consideró que a la ex presidente le faltó “cancha para negociar, y sobre todo desconcertó a su propio partido con medidas conservadoras para frenar la crisis económica”.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de los Jueves con Esteban Valenti, Carlos Ramela, Fernando Butazzoni y Juan Gabito.
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