Unas 2.000 personas marcharon ayer domingo en la Maré, uno de los complejos de favelas más violentos de Río de Janeiro, al grito de "Marielle presente" y "no acabó, tiene que acabar, quiero el fin de la Policía Militar". La manifestación reclamaba justicia por el homicidio de la concejala y activista Marielle Franco, que nació y creció ahí.
La protesta, mezcla de consternación e indignación, forma parte de la ola de movilizaciones que vienen reproduciéndose a lo largo de Brasil desde que Franco fue asesinada a balazos el miércoles en la noche en el centro de Rio.
La Policía investiga la procedencia de las balas que fueron usadas en el crimen, después de que Globo Televisión asegurara que pertenecen a un lote que fue comprado por la Policía Federal en 2006. El Gobierno ha dicho que las municiones fueron aparentemente robadas a la Policía años atrás.
Marielle Franco era una mujer negra que denunciaba el racismo en la sociedad brasileña. Era lesbiana, madre soltera, defensora de los derechos humanos y embanderada contra la violencia policial en las empobrecidas favelas.
Militaba en el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), un colectivo de izquierda que votó contra el impeachment a Dilma Rousseff, y desde febrero se convirtió en una fuerte opositora a la intervención del Ejército en la seguridad del estado de Río de Janeiro, dispuesta por el presidente Michelle Temer.
La Mesa con Diana Cariboni, Casilda Echevarría, Pablo Carrasco y Hoenir Sarthou.
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