China instó ayer a los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a unirse para impedir que Estados Unidos estropee a esa institución. El planteo del gobierno de Beijing se produjo a raíz de la decisión de la Casa Blanca de imponer nuevos aranceles a las importaciones de productos chinos, en represalia por el supuesto robo de propiedad intelectual de las empresas tecnológicas estadounidenses.
El enviado chino Zhang Xiangchen dijo en la sede de la OMC en Ginebra que el plan del presidente Donald Trump de imponer aranceles de hasta 60.000 millones de dólares a los bienes chinos bajo la sección 301 de la Ley de Comercio de Estados Unidos de 1974 infringe reglamentos de organización multilateral.
A pesar de que China replicó, revelando una lista de 128 productos estadounidenses a los que impondrá derechos de aduana de entre 15% y 25% en caso de que fracasen las negociaciones entre los dos países, Trump ratificó la medida. Aunque aclaró que ese “no es el objetivo”, el jefe de la Casa Blanca aseguró que no le teme a una guerra comercial, y que sólo suspenderá las medidas si se logra un acuerdo aceptable.
Según el Wall Street Journal la Casa Blanca envió una carta la semana pasada a Beijing en la que le pide que reduzca los aranceles a los vehículos estadounidenses, compre más semiconductores fabricados norteamericanos y que dé a las empresas de este país un mayor acceso a su mercado financiero, para así reducir el superávit comercial.
Estados Unidos tuvo un déficit comercial récord de 375.000 millones de dólares con China en 2017, que representó dos tercios de una brecha comercial a nivel global que alcanzó los 566.000 millones de dólares el año pasado, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
La Mesa con Leo Harari, Gustavo Calvo y Javier Bonilla Saus.
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Foto en Home: Spencer Platt/Getty Images/AFP