¿Es conveniente tener a técnicos al frente de las empresas públicas o se necesitan jerarcas de confianza política?
La discusión volvió a reeditarse en estos días luego de que el presidente Luis Lacalle Pou le solicitara la renuncia al flamante presidente de Antel, Guillermo Iglesias, por haber firmado una resolución de directorio en la que se presupuestaba a 857 empleados que habían sido contratados en la administración anterior.
El semanario Búsqueda informó el jueves que apenas se conoció la remoción de Iglesias se disparó una cadena de reacciones entre integrantes del gobierno en la que el comentario general, casi unánime, fue que a Iglesias le había faltado “cintura política” para manejar esta situación. Según la nota periodística, un ministro escribió en un grupo de WhatsApp que Iglesias había sido “mal designado” y que lo ocurrido era “una prueba más” de que los técnicos no encajan en cargos de “sensibilidad política” como el que él ocupaba.
El senador nacionalista Sebastián Da Silva, por su lado, dijo que en la presidencia de Antel se “precisa un político con todas las letras”.
La Mesa de Análisis Político con Daniel Chasquetti, Pablo Brugnoni, Fernanda Boidi y Adolfo “Fito” Garcé.
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Foto en Home: Torre de Antel desde los accesos a Montevideo. Crédito: Javier Calvelo /adhocFotos