El martes de esta semana Ricardo Gil Iribarne, contador público y experto antilavado, asumió como presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública. Junto a él estarán: como vicepresidente el ex juez penal Daniel Borrelli y Matilde Rodríguez Larreta como vocal.
En el acto de asunción, Gil Iribarne valoró la buena posición que ocupa Uruguay en los índices internacionales de percepción de la corrupción pero aseguró que eso no es un gran mérito. Hoy, acotó, "toda América Latina está sacudida por este fenómeno y creo que en los próximos años la corrupción va a ser un tema que nos va a sacudir más aún, y si no trabajamos desde ya vamos a ser nosotros también, como le pasa a muchos países de la región, víctimas de algo que va más allá de un simple delito, de algo que golpea duramente la forma de vivir y duramente la forma democrática de convivencia".
“No nos alcanza con ser el mejor en una clase mala”, aseguró.
En diversas entrevistas Gil Iribarne aseguró que debería haber más declaraciones juradas que se hacen públicas además de las del presidente y vicepresidente. Por ejemplo en entrevista con Búsqueda sostuvo que hay miles de declaraciones juradas guardadas y nadie estudia si su contenido es razonable. Nadie las puede abrir salvo que el juez lo diga, y eso ocurre después de que se armó el lío. ¿No es razonable que para algunos sectores que son de más riesgo haya un análisis de lo que se declara?¿No es razonable abrir al azar el 5% para ver qué detectamos?
¿Cuán blindado está Uruguay contra la corrupción en momentos en que varios países de América Latina están envueltos en escándalos?
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de los Viernes con Mónica Bottero, Alberto Volonté, Mauricio Rosencof y Juan Grompone.
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