La Mesa

¿Debe haber matrícula de ingreso en la Udelar? ¿Habría que aumentar las exigencias para permanecer estudiando allí?

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Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

¿Cómo financiar a la Universidad de la República? ¿Debe seguir siendo gratuita para los estudiantes? ¿Hay que cobrar una matrícula? ¿O aumentar las exigencias académicas para permanecer estudiando allí?

Algunos de estos temas se discutieron el 23 de mayo pasado, en una mesa redonda organizada por la Facultad de Artes, como parte de la conmemoración de de los 175 años de la Universidad de la República.

En la mesa, que tuvo lugar en la Sala Maggiolo, hubo exposiciones del profesor Nelson Cardoso Amaral, exvicerrector de la Universidad de Goiás, Brasil, y de los economistas uruguayos Isaac Alfie, Gabriel Oddone y Gabriela Mordecki, de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Udelar.

Los economistas defendieron el no cobro de matrícula para ingresar a la universidad. Por ejemplo, Oddone argumentó que hay indicadores que reflejan que los ingresos de los núcleos familiares mejoran ya con al menos un año de educación universitaria de uno de sus integrantes.

“Poner un precio a la entrada, que es una matrícula, es un factor que no permite incrementar los años de educación de la población económicamente activa que finalmente contribuye a la formación de capital humano”, aseguró.

Oddone dijo que “en vez de cobrar a la entrada”, mejor hacerlo “a la salida” de la universidad, a través de un mecanismo como el Fondo de Solidaridad. Así y todo, propuso buscar mecanismos de financiamiento “adicionales” al presupuesto nacional. Por ejemplo, “vincular más” la investigación, la innovación y el desarrollo de tecnología “con el mundo de los negocios”, de forma que haya recursos privados financiando el presupuesto universitario.

Alfie coincidió con Oddone en mantener un ingreso sin matrícula. Pero sugirió aumentar las exigencias académicas, de modo que si el alumno no salva determinada cantidad de exámenes después de un cierto tiempo pierda su calidad de estudiante o algunos beneficios como licencias por estudio o boletos de ómnibus con precio preferencial. De esa forma, se dejaría de “incentivar” una permanencia excesivamente larga de los estudiantes, lo que provoca un “desperdicio de fondos públicos de la Universidad y de toda la sociedad”, dijo Alfie. Por ejemplo, se evitaría que la Universidad pusieramás profesores que los que tendría que poner”, aseguró el economista.

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