Tras una contundente victoria en la primarias del estado de Indiana, que le allanó el camino para ser candidato a la presidencia de EEUU, el empresario Donald Trump se enfrenta ahora al establishment del Partido Republicano, que en los últimos meses no logró detener su ascenso.
La semana pasada un número creciente de dirigentes de primera línea se sumó al movimiento “Cualquiera menos Trump”, entre ellos el candidato presidencial del partido en 2012, Mitt Romney, y los dos últimos presidentes republicanos, George W. Bush y su padre, George H.W. Bush.
Distintos analistas aseguran que este escenario beneficia a la favorita a ganar las primarias Demócratas, Hillary Clinton. De hecho la ex secretaria de Estado ya tendió la mano a los votantes republicanos disconformes con el estilo y las propuestas incendiarias de Trump.
Mientras tanto, la carrera entre ambos ya entró en calor. Este fin de semana, Trump acusó a Clinton de ser cómplice en las infidelidades cometidas por su marido y ex presidente, Bill Clinton.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa Internacional con Darío Klein, Carlos Loaiza, Maricio Rabuffetti y Camilo López.
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