“No pregunten qué es lo que su país puede hacer por ustedes. Pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”. Esa es quizá la frase más célebre de John Fitzgerald Kennedy (JFK), uno de los presidentes icónicos de EEUU, que el lunes pasado hubiera cumplido 100 años.
Nacido el 29 de mayo de 1917 en las afueras de Boston, estado de Massachussetts, JFK estuvo solo 1.000 días en la Casa Blanca, hasta que fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas. Tenía 46 años.
Pese a que su Gobierno quedó trunco, tuvo hitos muy destacados. Por ejemplo, su apoyo a la invasión de la Bahía de Cochinos que intentaba derrocar a Fidel Castro en 1961, la gestión exitosa que realizó de la crisis de los misiles con Cuba en 1962, haber puesto el foco en los derechos civiles, el impulso que le dio a las fuerzas de paz y la promoción del programa espacial estadounidense que en 1969 terminó colocando un hombre en la Luna.
Era elegante, ocurrente, tenía una familia bonita y se sentía como pez en el agua en la televisión.
En EEUU tienen lugar varios homenajes por estos días, incluyendo el lanzamiento de un sello conmemorativo.
La Mesa de los Viernes con Ana Ribeiro, Mauricio Rosencof, Juan Grompone y Diego Delgrossi.
[la_mesa type="1″]