Foto: La líder del Partido Nacionalista, Nicola Sturgeon, luego de su triunfo en las elecciones parlamentarias de Escocia. Crédito: ANDY BUCHANAN / AFP
En Escocia, la confirmación del triunfo del Partido Nacionalista en las elecciones parlamentarias de ese país, reavivó la tensión entre Londres y Edimburgo por un posible referéndum de independencia de Escocia, que forma parte del Reino Unido.
La líder del partido, Nicola Sturgeon, ya anunció que promoverá nuevamente una consulta popular, pero el primer ministro británico Boris Johnson, que tiene la última palabra para permitir o no el referéndum, se opone rotundamente a la consulta.
Si el Partido Nacionalista de Sturgeon intenta legislar para obtener un referéndum pero el gobierno del Reino Unido no coopera, la disputa podría resolverse en los tribunales:
El domingo Sturgeon dijo a la BBC que "sería absurdo y completamente indignante" que se llegara a ese extremo. Si eso ocurre, "significaría que un gobierno conservador se ha negado a respetar la voluntad democrática del pueblo escocés", advirtió.
Pero para Boris Johnson, un referéndum es algo "irresponsable". El líder conservador cree que la prioridad es afrontar la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus que dejó más de 127.000 muertos en el Reino Unido.
Recordemos: en 2014 ya hubo un referéndum, en el que el 55% de los escoceses optó por permanecer en el Reino Unido. Basándose en aquella votación, Boris Johnson sostiene que una nueva consulta de este tipo solo puede celebrarse "una vez cada generación".
Sin embargo, el Partido Nacionalista Escocés cree que el Brexit cambió las reglas del juego, ya que el 62% de los escoceses se opuso a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El objetivo del los nacionalistas es que Escocia salga del Reino Unido y se incorpore a la Unión Europea como Estado independiente.
La Mesa de Análisis Internacional con Leo Harari, Gustavo Calvo y desde Londres, como invitado para este bloque, participa Joaquín Thul.
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