Los 630 migrantes rescatados por el buque humanitario "Aquarius" desembarcaron el domingo pasado en el puerto español de Valencia, poniendo fin a una semana de travesía por el Mar Mediterráneo que reavivó las tensiones en Europa por la política migratoria.
Estas personas, que estaban repartidas en tres barcos, el "Aquarius" y dos navíos italianos, provenían de países africanos.
La directora general de SOS Méditerranée, Sophie Beau, afirmó: "esta situación no puede repetirse. (…) La inacción de Europa es criminal". Y adelantó que su organización volvería al mar a rescatar migrantes.
El nuevo ejecutivo español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, permitió el acceso del Aquarius a sus puertos por razones "humanitarias", ante la negativa que inicialmente había expresado el gobierno italiano, formado en parte por un partido de extrema derecha, la Liga. La controversia sumió a la Unión Europea (UE) en una nueva disputa diplomática por el manejo de los flujos migratorios.
La Mesa de Análisis Internacional con Susana Mangana, Leo Harari (vía Skype) y Gustavo Calvo.
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