Lo que escuchamos es el sonido de las bombas que a diario caen en la ciudad de Aleppo, que hace meses es el principal frente de la guerra civil en Siria y epicentro de una grave crisis humanitaria.
La salida al conflicto que ya lleva cinco años parece estancada. El sábado, en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia bloqueó una resolución de Francia para poner fin de manera inmediata a los bombardeos y a los vuelos aéreos militares sobre Alepo, en un nuevo fracaso de las iniciativas diplomáticas en busca de una tregua.
La falta de consenso evidencia la fractura que existe entre Moscú y los países occidentales respecto a la manera de solucionar el conflicto. De hecho, la semana pasada Estados Unidos cortó el diálogo con Rusia luego de acusarla de bombardear un hospital controlado por fuerzas opositoras al gobierno de Bashar Al Asad. Según Washington, estos grupos se han convertido en el principal objetivo de Rusia, que ya no tiene interés en combatir al Estado Islámico.
Ayer, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU que exija una investigación por crímenes de guerra a la Corte Penal Internacional. Ban además aseguró que más de 300 mil personas han muerto por la falta de liderazgo de Al Asad.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa Internacional con Leonel Harari, Álvaro Diez de Medina, Mauricio Rabuffetti y Carlos Loaiza.
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