El Grupo de Lima insistió ayer en su pedido a Nicolás Maduro para que deje el poder, pero descartó el "uso de la fuerza" en la solución a la crisis en Venezuela.
En la declaración emitida luego de la reunión celebrada en Bogotá, se reiteró la “convicción de que la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el Derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza".
El Grupo además pidió a la Corte Penal Internacional considerar la "violencia criminal" de Maduro y la "grave situación" humanitaria que está generando en su país.
Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, pidió durante el encuentro “considerar los niveles más altos de presión y acción” para remover al gobierno de Nicolás Maduro.
(Audio Maduro)
Se trata de un régimen forajido, cuya complacencia con grupos irregulares como el ELN, la guerilla, redes de narcotráfico y crimen organizado ha puesto claramente en evidencia el talante de ese régimen. Ser permisivos con la usurpación de poder que ha llevado adelante este grupo sería una amenaza para la democracia de toda América.
(Fin audio)
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que también participó de la reunión invitado por el presidente de Colombia, dijo que espera una transición pacífica hacia la democracia, pero insistió en que “todas las opciones, incluida la militar” están sobre la mesa. Pence además hizo un planteo concreto para que reconozcan a Guaidó los países que todavía no lo hicieron. Mencionó en se sentido, expresamente, a Uruguay y México.
La Mesa de Análisis Internacional con Javier Bonilla Saus, Gustavo Calvo, Leonel Harari y Susana Mangana.
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