Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS
El senador Guido Manini Ríos se expresó ayer en redes sociales sobre el caso vinculado a su hijo que había sido motivo de cobertura periodística. A través de su cuenta en redes sociales escribió: “Ante la dolorosa situación familiar, y privada, que nos tocó vivir, agradezco el apoyo que muchos nos dieron”. Y continuó: “a los que se llenaron de moralina y fueron irónicos, duros y agresivos, les deseo que nunca tengan en su familia un problema similar! Se los deseo de corazón!”, finalizó.
Bruno Manini Ríos, hijo del líder de Cabildo Abierto y de la ex ministra Irene Moreira, fue imputado ayer por violencia doméstica patrimonial e invasión de domicilio en reiteración real, a raíz de una denuncia realizada por su abuelo, Roque Moreira.
La Justicia de Artigas determinó que el imputado deberá usar una tobillera electrónica por 30 días mientras continúa la investigación. Además, tendrá prohibido comunicarse con la víctima y acercarse a menos de 300 metros por un plazo de 180 días; también deberá fijar domicilio y presentarse ante la seccional más cercana por tres meses.
Según informó fiscalía, la investigación se inició cuando Roque Moreira denunció a su nieto por una supuesta estafa realizada mediante una llave digital con la que el imputado tenía acceso a una cuenta bancaria. Moreira, denunció el faltante de US$ 15.000. El martes, Bruno Manini Ríos fue detenido en Montevideo y trasladado a Artigas a pedido de la fiscalía local.
Hasta el momento la Fiscalía tiene probado el faltante de US$ 12.000.
Según informó Telemundo, los investigadores pudieron determinar que en la madrugada del 31 de diciembre el joven viajó desde Punta del Este en la camioneta de su madre rumbo a Artigas, en un recorrido de 680 kilómetros, casi 9 horas de viaje, con el objetivo de ir a la casa de su abuelo. Allí, aprovechando que Roque Moreira se encontraba en Punta del Este y su casa estaba sola forcejeó una ventana, ingresó en la casa y se llevó el dispositivo de seguridad que da acceso a las cuentas bancarias de su abuelo.
Fue entonces que realizó una transferencia de US$ 6.000 y luego se fue del lugar. En su recorrida cargó nafta en una estación de Artigas. Cuando fue a pagar con su tarjeta se le indicó que no tenía saldo, por lo que el joven aseguró que volvería más tarde para pagar el combustible, cosa que él nunca hizo por lo que también lo denunciaron. Al saber de la denuncia, un familiar del joven se hizo cargo de pagar esa deuda.
¿Cómo vieron este caso? ¿Hasta donde la familia de los políticos está o debe estar expuesta? ¿Cuáles son los límites entre la vida privada y la pública en el caso de los políticos?
La Tertulia de los Jueves con Leonardo Costa, Cecilia Eguiluz, Eleonora Navatta y Ana Laura Pérez.
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